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¿Quién llenará la Sede Vacante de la Iglesia Católica?

Intereses personales y las visiones ideológicas de cómo debe ser la transformación de la Iglesia, influirán en la elección del sucesor del papa emérito Benedicto XVI en el cónclave.

3 de marzo de 2013 Por: Hugo Mario Cárdenas | reportero de El País

Intereses personales y las visiones ideológicas de cómo debe ser la transformación de la Iglesia, influirán en la elección del sucesor del papa emérito Benedicto XVI en el cónclave.

Al pedido fervoroso que le harán los cardenales al Espíritu Santo para que les ilumine y les guíe en su decisión de elegir a la persona idónea para suceder a Benedicto XVI al frente de la Iglesia, se sumarán elementos terrenales que seguramente pesarán en la votación.No solo por los intereses personales que tratarán de imponerse, sino por las visiones ideológicas de cómo debe ser la transformación de la Iglesia, por el papel que reclamarán África, América y Asia donde florece la fe, sumado al peso de los escándalos del clero europeo y la reticencia a que haya un papa italiano.Así lo han señalado algunos teólogos y especialistas en temas vaticanos, quienes aseguran que llegó la hora de que suprimir el eurocentrismo en la Santa Sede y de empezar a mostrar una Iglesia menos cerrada y más dedicada a la actividad pastoral para empezar a recuperar el terreno perdido frente a otras religiones.Estos serán, según los consultados, algunos de los elementos que tendrán en cuenta los 115 cardenales que antes del Domingo de Ramos estarán depositando su voto. De acuerdo con la realidad que vive la Iglesia, la balanza parece inclinarse en favor de los no europeosHora de la descentralizaciónEl sacerdote Luis Patiño Santacoloma aseguró que la mejor decisión que puede tomar la Iglesia en el Cónclave es que empiece, de una vez por todas, a mirar hacia el Tercer Mundo.“Ya es hora de que los europeos suelten el monopolio del pontificado romano y que piensen que en el tercer mundo hay cardenales que podrían ser excelentes pontífices y que son s muy preparados. Esa mentalidad que se maneja en otros países distintos a los europeos sería muy beneficiosa para la Iglesia Católica”, indicó el sacerdote Patiño, al señalar que es necesario que sea un Papa reformista.De los 265 papas en la historia de la Iglesia, 255 han sido oriundos de los países europeos, y los diez restantes, en épocas muy lejanas, procedieron de regiones lejanas como Jerusalén, Egipto y Siria.Ricardo Zuluaga, vaticanólogo y director del Departamento de Ciencias Políticas y Jurídicas de la Universidad Javeriana Cali, cree que hoy la Iglesia necesita a un hombre “con un alto sentido de la vida pastoral y gran vigor físico porque Benedicto XVI fue un intelectual, pero no logró conectar con la sociedad” y cree que es fundamental que no sea un italiano.“Lo que yo creo que está claro es que no debería llegar un papa italiano. La Iglesia italiana padece unas divisiones internas profundas, unas tensiones muy fuertes y unas luchas de poder intestinas. Por ello, lo más saludable es que se elija a un Papa que no haga parte de esas luchas de poder. Hay cardenales norteamericanos, latinoamericanos y africanos muy valiosos que podrían perfectamente ser elegidos”, señaló Zuluaga.El padre Diego Ospina, director de la especialización de Ciencias Religiosas de la Universidad Católica, también considera que sigue habiendo una mirada muy eurocéntrica desde la Santa Sede y que es esta la oportunidad de abrir las fronteras.“Es una mirada muy desde el Primer Mundo y creo que es el momento del Tercer Mundo. Es el momento de África, de Asia y de América. Que la Iglesia abra fronteras y que reconozca que es allá donde está la mayoría de los fieles, que es allá donde se está creciendo y que es allá donde hay mayores desafíos y aportes a la Iglesia Universal”, indicó el padre Ospina.¿África, Asia o América?No obstante, coinciden los consultados, la elección no debe depender solo de la representatividad de una región o un continente, sino que debe ir complementada con el perfil de un pastor, de un hombre que se separe de las paredes del Vaticano para salir a profesar la palabra y a caminar el mundo llevando al palabra de Dios, por lo que será importante que ese nuevo heredero del Trono de Pedro también sea un hombre joven.“Es lógico y no sería raro que en el Cónclave entren algunos intereses maluquitos, pero lo que sí espero y esperamos los católicos del mundo es que el Espíritu Santo guíe a los cardenales y no permita que lo que se impongan sean esos intereses ajenos”, agregó el padre Ospina.De acuerdo con estas características, y con los cambios que deberá dar la Iglesia, en el partidor de los papables se ubican con pie fuerte el cardenal canadiense Marc Ouellet, de 68 años de edad; el cardenal de Ghana, Peter Turkson, de 64 años, y el cardenal de Sao Paulo, Brasil, Odilo Scherer, de 63 años de edad. El teólogo, filósofo e historiador Diego Agudelo, de la Universidad Javeriana, recordó que a finales de los 90 el entonces cardenal Joseph Ratzinger, durante una entrevista, hacía una alabanza a la Iglesia en Norte América y hacía un llamado a voltear los ojos a África.Sobre las aspiraciones de Ouellet, quien ha estado al frente de la Congregación de los Obispos en Roma, señaló que: “Ante los escándalos de pederastia que se han presentado en la Iglesia de Estados Unidos, el principal candidato es el cardenal canadiense, quien fue rector del Seminario Mayor de Manizales”. En referencia a las probabilidades de Peter Turkson, el cardenal africano, Agudelo recordó que de acuerdo con el Anuario Estadístico de la Iglesia del 2012, hay una esperanza para el catolicismo en África (ver gráfico), así como ocurrió en Europa Oriental gracias al nombramiento del papa Juan Pablo II, que motivo hechos como la caída del Muro de Berlín y la caída del comunismo y “podría ser una buena señal de evangelización, el que un obispo o un cardenal africano o asiático pudiera hacer parte del grupo de los papables”.En favor del cardenal de Sao Paulo, Odilo Scherer, está el hecho de que Brasil sigue siendo el país del mundo con el mayor número de católicos bautizados, con 163 millones de personas.En términos más políticos, son en total 33 los cardenales que podría sumar en el Cónclave un candidato de América, con los 19 latinoamericanos con voto y los 14 norteamericanos. El problema es el peso que en el continente americano están tomando las iglesias evangélicas.Por el lado europeo, son 61 cardenales con voto, de 113 que tienen, pero el catolicismo pierde demasiado espacio ante el crecimiento acelerado del islamismo.Pero independientemente de quien sea el elegido, en la piel del nuevo Papa debe haber un hombre dispuesto a dar mayor valor a la mujer en la jerarquía católica, a hacer de la Iglesia un servicio más que un claustro de poder, que sea cero tolerante con la pederastia y el homosexualismo al interior del Clero, que busque la transparencia y que muestre una postura clara ante los problemas del mundo. De lo contrario, según los analistas, “la Iglesia estaría caminado en dirección a la historia”.

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