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Que el cáncer no apague la pasión

Después del cáncer de seno muchas mujeres temen reiniciar su vida sexual.

3 de octubre de 2010 Por: Redacción y Agencia Efe

Después del cáncer de seno muchas mujeres temen reiniciar su vida sexual.

La cifra no suena nada alentadora: siete de cada diez mujeres que sobreviven al cáncer de mama sufren disfunciones sexuales luego de superar plenamente la enfermedad. La revelación corrió por cuenta de un estudio elaborado por la Universidad Monash en Melbourne (Australia), según el cual la causa principal de este problema tiene que ver con los efectos psicológicos que quedan tras la cirugía mamaria con la que la mujer pierde alguno de sus senos, o los dos.Los científicos que participaron en la investigación le contaron a la revista Journal of Sexual Medicine que, tras encuestar a mil pacientes menores de 70 años que habían sobrevivido al cáncer de mama, encontraron que un 80% recuerda con satisfacción su vida sexual antes de la enfermedad, cosa que no ocurre una vez superada. La imagen que las mujeres tenían de su cuerpo es crucial en este problema, según el estudio. Un 60% de las que habían sido tratadas y habían perdido su busto se sentían incómodas con su apariencia. Tampoco la cirugía para reconstruir el pecho parecía tener efecto positivo sobre la psicología de estas mujeres, ya que éstas decían tener una imagen negativa de su físico actual.En este golpe psicológico influyen también los medicamentos que las mujeres toman durante los tratamientos cancerígenos, los cuales pueden inhibir la producción de estrógenos, hormona femenina esencial durante las relaciones sexuales.¿Cómo asumir, entonces, la vida sexual en esa nueva etapa de la vida? De acuerdo con el oncólogo Roberto Neira López, es importante recibir acompañamiento psicológico para superar “la falta de deseo, la inseguridad, el temor a ser rechazada o la incapacidad de sentir placer”. Agrega además que es importante la participación de la pareja en ese proceso. “Debe dialogarse sobre esos miedos y juntos redescubrirse en la calidad sexual que disfrutaban antes de la enfermedad. Son muchísimos los casos que he visto de crisis matrimoniales y separaciones que se viven tras una experiencia de cáncer de seno. La mayoría se dan porque la pareja no habla abiertamente de sus temores”. Para Neira López, la mayor tara que presenta la mayoría de las mujeres en ese sentido la escucha repetidamente en su consultorio: “Doctor, nunca volveré a ser la misma”.

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