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¿Qué dicen los expertos sobre el diagnóstico de la presidenta de Argentina?

El equipo médico de la clínica Favaloro de Buenos Aires le diagnosticó a la presidente argentina, Cristina Fernández, un coágulo alrededor del cerebro, conocido como hematoma subdura

8 de octubre de 2013 Por: Elpais.com.co | AP

El equipo médico de la clínica Favaloro de Buenos Aires le diagnosticó a la presidente argentina, Cristina Fernández, un coágulo alrededor del cerebro, conocido como hematoma subdura

La presidenta argentina Cristina Fernández será operada este martes para aliviar un hematoma subdural que le está ocasionando presión en el cerebro. El equipo médico de la clínica Favaloro de Buenos Aires le diagnosticó a la presidenta de argentina un coágulo alrededor del cerebro, conocido como hematoma subdural. Dicho coágulo se alojó en la cabeza producto de un trauma que sufrió el 12 de agosto pero el parte médico se conoció el pasado 5 de octubre.Aunque la recomendación inicial fue de 30 días de incapacidad, Fernández será sometida a una cirugía este 8 de octubre. La mandataria fue hospitalizada para realizarse estudios cardiovasculares pre-quirúrgicos y preparatorios, señaló un comunicado difundido por el centro médico.Dicho cambio en el proceder de los especialistas se debió a que la mandataria presentó "una sensación de hormigueo en su brazo izquierdo", síntomas que podrían indicar extensión del compromiso neurológico, indica la Asociación Americana de Neurología.Por su parte, los presidentes Rafael Correa, de Ecuador; José Mujica, de Uruguay; Horacio Cartes, de Paraguay y Evo Morales de Bolivia enviaron notas de solidaridad a su homóloga de Argentina.En las misivas los mandatarios expresan sus buenos deseos para que la operación sea un éxito y la Presidenta se recupere de la lesión cerebrovascular que la afecta actualmente.Aquí algunos detalles sobre esa condición: Síntomas: Dependiendo del tamaño y ubicación, un hematoma puede ocasionar confusión, pérdida de memoria; dificultad para hablar, deglutir o caminar; adormecimiento; dolor de cabeza; convulsiones; o debilidad o entumecimiento de brazos, piernas o rostro. Diagnóstico: El problema puede ser descubierto cuando médicos revisan la fortaleza, sensibilidad, balance, coordinación y funciones mentales del paciente. Pero debido a que los síntomas son a menudo sutiles, pueden ser necesarios exámenes de escaneo computarizado y de resonancia magnética. Tratamiento: Puede ser necesaria la cirugía para reducir o prevenir daño cerebral permanente. Esto puede incluir taladrar pequeños huecos en el cráneo para aliviar presión y succionar fluido. Hematomas grandes o coágulos sanguíneos sólidos pueden requerir abrir una sección de cráneo, lo que es llamado craneotomía. Pronóstico: Entre 80 y 90% de los pacientes tienen una mejora de función cerebral significativa después de la cirugía, pero la recuperación puede ser prolongada e incompleta. Los pacientes podrían necesitar fármacos hasta durante un año para controlar o evitar convulsiones, con síntomas que podrían incluir amnesia, dificultad de atención, ansiedad, insomnio y dolores de cabeza. La mayoría de los adultos se recuperan en seis meses, pero algunos pacientes pueden requerir otra cirugía si regresa el fluido.

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