Papa pide diálogo y reconciliación al tender la mano a China

En una entrevista al periódico Asia Times, el pontífice argentino manifestó enfáticamente su "admiración" por China, por su "grandeza", "sabiduría inagotable", milenaria historia y madurez, llamándola además la "abuela de Europa".

[[nid:497638;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2016/01/papa-francisco_1.jpg;full;{El papa Francisco en el Vaticano. Foto: Elpais.com.co | AFP}]]

El papa Francisco tendió la mano este martes a China, al rendir un inusual homenaje a la "sabiduría" de su pueblo, tras instar al diálogo y a la reconciliación, un paso deseado y a la vez temido. Lea también: El papa Francisco insta a un "diálogo fraternal" con China

En una entrevista al periódico Asia Times, divulgada por la oficina de prensa del Vaticano, el pontífice argentino manifestó enfáticamente su "admiración" por China, por su "grandeza", "sabiduría inagotable", milenaria historia y madurez, llamándola además la "abuela de Europa".

El Papa aprovechó la conversación para manifestar "sus mejores deseos" con ocasión del Año Nuevo chino al presidente Xi Jinping, y "a todo el pueblo chino", dijo.

En la primera entrevista a un medio de comunicación de China, país comunista con el que la Santa Sede rompió relaciones diplomáticas en 1951, el Papa defendió el papel de ese país a favor de la paz en el mundo.

"El mundo occidental y China tienen la capacidad para mantener el equilibrio de la paz y la fuerza para conseguirlo. Debemos encontrar el camino, a través del diálogo", afirmó el Papa.

La Iglesia tiene el deber de respetar, con R mayúscula, a todas las civilizaciones", afirmó Francisco quien confesó que desde niño "siente admiración" por China, por lo que en varias ocasiones ha confesado su deseo de visitarla.

La publicación de la entrevista, en la que no hace referencia a las restricciones a las libertades de los católicos ni a la situación de los obispos y del clero, ocurre poco después de la visita en enero de una delegación china a la Secretaría de Estado del Vaticano.

Católicos chinos divididos en dos iglesias

Decenas de millones de católicos chinos están divididos entre la "asociación patriótica", que nombra el clero y está controlada por el Partido Comunista y la Iglesia clandestina, cuyos obispos son designados por Roma, pero no son reconocidos por las autoridades.

Según fuentes bien informadas, Francisco designará varios nuevos obispos en China con aprobación de las autoridades locales, a las que habría consultado.

Se trataría de la primera vez desde la ruptura de relaciones diplomáticas. Algunos católicos chinos rechazan tales gestos de acercamiento y acusan al Vaticano de querer sacrificar sus intereses en aras de la reconciliación.

El obispo emérito de Hong Kong, el cardenal Joseph Zen Ze-chun, pidió a la Santa Sede que "no concluya un acuerdo a cualquier precio" sin "garantías reales para la libertad de funcionamiento y organización de la Iglesia en China".

Obispos desobedientes, que han sido sancionados como Thaddeus Ma Daqin, auxiliar de Shanghái, quien se encuentra bajo detención domiciliaria, denuncian la represión y violación de los derechos individuales.

Desde hace años dos líneas se oponen en el Vaticano respecto a China: una más flexible, liderada por el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado, y otra dura contra un régimen que consideran no ha cambiado.

"El gobierno chino busca abrazar a la Santa Sede para sofocar mejor a la Iglesia de China" , sostiene el experto en esos temas Regis Anouil, entrevistado por la AFP.

 "Sería preocupante que la Santa Sede le otorgue al gobierno no sólo el derecho a vetar a los obispos (derecho que existe en todas partes), sino también el de 'mirar' dentro de la Iglesia", comentó.