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Papa Francisco completa cien días irradiando fe y esperanza

El Pontífice sigue conservando la humildad y cada día atrae más fieles. Expectativa por reforma a curia romana.

20 de junio de 2013 Por: Redacción de El País y agencias.

El Pontífice sigue conservando la humildad y cada día atrae más fieles. Expectativa por reforma a curia romana.

Francisco cumple hoy sus primeros cien días como papa, periodo en el que se ha ganado a los fieles, que ven en él un pontífice humilde y cercano a los pobres y más débiles, y en el que está trazando las líneas de su pontificado, entre cuyos retos está la reforma de la curia romana.El pasado 13 de marzo, en el segundo cónclave del tercer milenio, fue elegido sucesor de Benedicto XVI el argentino Jorge Mario Bergoglio, de 76 años, un jesuita con corazón franciscano, que nada más presentarse a los fieles mostró al mundo que quiere ser un papa “al servicio de los demás” y que sueña con una iglesia “pobre y para los pobres”.Lo primero que ha hecho es desprenderse de oropeles. Calza zapatos negros y no los rojos papales, no duda en besar y abrazar a quienes se le acercan y se aloja en una residencia del Vaticano junto con obispos y sacerdotes y no en el palacio apostólico.Francisco quita importancia y dice que el apartamento papal no es tan lujoso y que él vive en la residencia de Santa Marta porque necesita estar entre la gente, “porque no puedo estar solo”. Pero también reconoce que tiene en cuenta los tiempos que vive el mundo, “en los que se habla de tanta pobreza”.“La pobreza es un escándalo. En el mundo, donde hay tanta riqueza, tantos recursos para dar de comer a todos no se puede entender como hay tantos niños hambrientos, sin educación, tan pobres”, afirmó recientemente.En una carta al primer ministro británico, David Cameron, con motivo de la cumbre del G-8, afirmó que el fin de la economía y de la política es servir a los hombres, empezando por los más débiles, y que el dinero “debe servir y no gobernar”.Francisco, en la misma línea que Benedicto XVI, asegura que todas las acciones económicas deben tener en el centro al hombre, “que no es un factor económico más o un bien desechable, sino que tiene una naturaleza y una dignidad que no se puede reducir a simples cálculos económicos”.El Papa ha denunciado que en el mundo no manda el hombre, sino el dinero y que sigue dominando una economía y una finanza carente de ética. Francisco no duda en usar frases fuertes para denunciar las situaciones de injusticia y ha señalado que la comida que se tira a la basura “es el alimento que se roba al pobre, al que pasa hambre”.Su magisterio es, según coinciden los observadores vaticanos, sencillo, el de un sacerdote de pueblo, directo.Él lo sabe y usa frases simples. Cuando tiene que referirse a temas más profundos no duda en echar mano del magisterio de Benedicto XVI, con quien se ha visto en varias ocasiones y habla con regularidad.Esa relación con el Papa emérito le llevará a firmar la encíclica sobre la fe que empezó a escribir Benedicto XVI y no acabó al renunciar al papado.Bergoglio pretende una Iglesia más cercana a los fieles y no ha dudado desde el primer momento en pedir a los sacerdotes que no sean burócratas y salgan a las periferias a mostrar el Evangelio.Ha criticado el “carrerismo” (afán de éxito), la rivalidad y la lucha de poder y ha llegado al papado tras los casos de curas pederastas y el escándalo Vatileaks, que desveló enfrentamientos y supuestos casos de corrupción en la Curia Romana.Reformar la Curia es su gran reto. Otros son la nueva evangelización y potenciar el diálogo ecuménico.En estos 100 días se ha reunido con cardenales y ya ha nombrado un grupo de ocho purpurados para que le aconsejen.Los primeros nombramientos que ha hecho, entre ellos el sacerdote y amigo Battista Ricca como secretario de la Comisión Cardenalicia que vigila el Instituto para las Obras de Religión (IOR), o el banco del Vaticano, dan a entender que la reforma será profunda.Todas las miradas están puestas en quien será el nuevo Secretario de Estado, que sustituirá al cardenal Tarcisio Bertone, o si remodelará la “presidencia del gobierno” y reducirá el poder del “Primer Ministro”. Los observadores consideran que de ese nombramiento dependerá que pueda llevar a cabo la reforma de la Curia -donde el papa ha reconocido que hay gente buena pero también corrupción- y lograr la transparencia financiera en el IOR.

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