Pablo Neruda no murió envenenado, según análisis forense

Cuarenta años después de la muerte del premio Nobel de Literatura de 1971, se cierra, por ahora, la etapa científica de un proceso abierto en el 2011.

Expertos forenses internacionales concluyeron que los exámenes toxicológicos realizados a los restos del poeta Pablo Neruda, exhumados para determinar si murió de cáncer o fue envenenado, no detectaron sustancias tóxicas. "No se han encontrado agentes químicos relevantes que podrían relacionarse con el desenlace con la muerte del señor Pablo Neruda", dijo el doctor Patricio Bustos, jefe del equipo forense y del servicio forense chileno. Neruda, un militante comunista de toda la vida, murió a los 69 años 12 días después del golpe militar del 11 de septiembre de 1973 y pocas horas antes de partir al exilio en México. A 40 años de la muerte del Premio Nobel de Literatura se cierra así, por ahora, la etapa científica de un proceso abierto en 2011 cuando el Partido Comunista pidió la exhumación del vate para aclarar las dudas sembradas por el chofer de Neruda, Manuel Araya, quien siempre afirmó que fue envenenado. El abogado Rodolfo Reyes, sobrino de Neruda, se mostró contrariado por los resultados de los exámenes y las conclusiones de los médicos. "Más que conformes o no conformes, aquí falta una mayor investigación, este es un primer informe", dijo. Bustos dijo en conferencia de prensa que se encontraron "lesiones metastásicas" producto de su cáncer de próstata extendido y sustancias médicas consistentes con los remedios contra el cáncer que se usaban en la década del setenta. El experto estuvo acompañado por parte del equipo forense que trabaja en el caso. Los exámenes toxicológicos a los huesos de Neruda se realizaron en laboratorios especializados de la Universidad de Carolina del Norte, en Estados Unidos, y de Murcia, en España. La versión oficial divulgada por la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990) decía que Neruda había fallecido como consecuencia de avanzado cáncer, pero la versión del diario El Mercurio publicada al día siguiente de la muerte se acercaba más a lo dicho por el chofer. El periódico escribió entonces que el poeta falleció "a consecuencia de un shock sufrido luego de habérsele puesto una inyección de calmante, su gravedad se agravó". No son pocos los que piensan que si Neruda hubiera logrado salir de Chile se habría convertido en unos de los opositores de mayor peso a la cruenta dictadura de Pinochet, que dejó un saldo oficial de 3.065 muertos y unos 37.000 prisioneros políticos. Araya batalló durante décadas para que su versión de que el poeta murió envenenado fuera aceptada. Los nuevos exámenes realizados en el Servicio Médico Legal concluyeron en mayo que efectivamente Neruda tenía un cáncer avanzado, pero por carecer de instrumentos de última generación muestras de los huesos de Neruda se enviaron a Estados Unidos y España. El abogado Eduardo Contreras, que presentó la querella en representación del Partido Comunista, ha dicho en varias ocasiones que "hay una cosa clara: Neruda no murió de cáncer" .