Oposición arremete contra Berlusconi tras su intervención televisiva

La oposición cuestionó que Silvio Berlusconi haya insultado al presentador del programa televisivo "LInfidele". El líder italiano llamó enfurecido a la emisión y expresó que era un programa desagrable.

La oposición italiana arremetió hoy contra el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, tras la intervención televisiva que protagonizó anoche durante la emisión del programa "LInfidele", en el que se abordaba el último escándalo sexual que le rodea.Los partidos contrarios al jefe del Ejecutivo, quienes han pedido en repetidas ocasiones durante los últimos días su dimisión por el caso Ruby (la joven que acudió a sus fiestas cuando era menor de edad), alzaron este martes su voz contra lo que consideran un acto "intimidatorio" que ha superado todo límite.La oposición reprocha, sobre todo, el tono que usó el primer ministro y el hecho de que éste definiera como un "prostíbulo televisivo" el programa en cuestión, presentado por Gad Lerner y emitido en uno de los pocos canales de televisión privados que no son de su propiedad, La 7."Decir a Lerner que su programa es un prostíbulo quiere decir perder el sentido del límite que tendríamos que tener todos", afirmó hoy Giusseppe Fioroni, del opositor Partido Demócrata (PD), durante una intervención en el programa "Omnibus", del mismo canal La 7 que anoche emitió "LInfidele".La vicepresidenta de la Cámara de los Diputados y miembro del PD, Rosi Bindi, quien ha sufrido en sus propias carnes los ataques mediáticos de Berlusconi, expresó a los invitados y al equipo del programa de La 7 su solidaridad por la "gravísima agresión verbal" sufrida, expresión "violenta", según ella, del carácter inadecuado "política y moralmente" de Berlusconi."Estamos superando el nivel de guardia de las bases democráticas del país. El Gobierno está en las manos de un Cavaliere venido a menos por los escándalos, que en vez de demostrar su inocencia ante los jueces, como requiere la Constitución, intenta deslegitimar e intimidar a quien quiera razonar sobre la veracidad de los hechos", comentó Bindi, en declaraciones que recogen los medios italianos."Berlusconi se tiene que ir lo antes posible, antes de que queden comprometidas definitivamente la dignidad de las instituciones, la credibilidad de Italia y el respeto de las reglas más elementales de la convivencia civil", agregó.En un comunicado de prensa, el también opositor partido Italia de los Valores (IDV) pidió al primer ministro que deje de "insultar a los periodistas y acuda ante los jueces" para dar explicaciones sobre el caso Ruby, por el que la FiscalÍa de Milán le investiga por concusión e incitación a la prostitución de menores."El arrogante Berlusconi tiene que entender que existen periodistas de rectitud, que no todos están a su servicio y que, sobre todo, no todos están en venta. No es el patrón de Italia y no está por encima de la ley, le guste o no", reza la nota.Además, en otro comunicado de prensa, las diputadas y senadoras de IDV pidieron este martes a todas las parlamentarias que se manifiesten junto a ellas hoy mismo ante la sede de la Cámara de los Diputados en Roma a favor de la dignidad de la mujer y contra la imagen que transmite el sistema político y cultural de Berlusconi.También se pronunciaron hoy representantes del grupo parlamentario Futuro y Libertad para Italia (FLI) , los antiguos aliados de Berlusconi."Que un presidente del Gobierno llame para intervenir a un periodista libre, con un tono intimidatorio, porque ese periodista tiene un editor y ese editor puede depender de las medidas que el Gobierno puede tomar, quiere decir que se ha perdido el sentido de la medida", dijo Benedetto della Vedova, del FLI, en "Omnibus".En torno a las 00.00 hora local de hoy (23.00 GMT de este lunes), Berlusconi entraba en directo en el programa "LInfidele" ("El infiel"), para dar la réplica a los comentarios de los contertulios y enfrentarse a Lerner, quien le llegó a llamar "ordinario"."Me han llamado invitándome a sintonizar Infidele. Estoy viendo un programa desagradable, con una conducción despreciable, infame, repugnante", dijo el primer ministro en un tono de evidente enfado.