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No hay nada que celebrar en las bodas de Oro de los reyes de España

En silencio pasaron las bodas de Oro de los reyes de España. La Reina soporta la unión por el bien de su hijo Felipe, heredero al trono.

15 de mayo de 2012 Por: Diego Muñoz | Corresponsal de El País en España

En silencio pasaron las bodas de Oro de los reyes de España. La Reina soporta la unión por el bien de su hijo Felipe, heredero al trono.

La Reina Sofía de Grecia ya no es feliz. Hace mucho que dejó de serlo. No se necesitaban libros sobre su vida, como el que escribió la periodista Pilar Urbano, para darse cuenta de sus tristezas. Sus males de amores vienen de la complicada relación con el Rey Juan Carlos de Borbón, a quien expertos en la casa Real y los autores de varios libros le asignan numerosas amantes en diferentes épocas. Por eso, ayer, día de sus Bodas de Oro, pasó sin pena ni gloria, sin ninguna celebración. Nada que ver con lo que fueron sus Bodas de Plata.Esta vez no había motivos, en especial para la Reina. Ella, que había perdonado todas las infidelidades del Monarca, esta vez no aguantó. El Rey se había ido de caza con la que un sector de la prensa considera que es su amante desde años atrás, la despampanante Corinna Zu Sayn-Wittgenstein. Cierto o no, los detalles de la Reina desvelaron que no estaba dispuesta a perdonarle una más al rey. Y es que los últimos acontecimientos (la herida que se produjo su nieto Juan Froylán cuando estaba en una práctica de tiro, y el caso de su yerno Miguel Urdangarín, involucrado en un delito de malversación de fondos públicos), han hecho que la reina abandone por instantes su papel oficial y asuma el de madre, abuela y esposa dolida.“Si la reina se ha mantenido unida al rey, aunque sea solo para los actos oficiales, es porque quiere que el Príncipe de Asturias herede el trono. Por él sacrifica todo, incluso su felicidad. La reina, como ha dicho el propio Rey, ha sido una profesional en su trabajo, ha logrado mantener unida a la familia y su papel es decisivo en la historia de España”, dice la periodista Elena Fiestas Morán.Discreta, siempre sonriente y afectuosa, la gente ve en ella un modelo de madre y de sacrificio, del cumplimiento del deber. “Casi nunca se le ve hablar en público, -explica el periodista español Josép Torrens- nunca habla de lo que siente. Su amor, su pasión y su entrega es por su hijo, no hay una madre que quiera más a su hijo que ella. Por Felipe ha aguantado todo lo que le ha tocado aguantar, incluyendo las infidelidades del Rey, por Felipe ha mantenido unida a la familia y por él permanecerá al lado del Rey. En España ya hay un movimiento, un sector que quiere que el Rey abdique en favor de su hijo”.Hace 25 años las cosas eran distintas. Los Reyes festejaron por todo lo alto sus bodas de plata en el Palacio Real, con decenas de invitados. En aquel entonces, el Rey prometió: “Incluso con muletas, voy a estar en las Bodas de Oro”. Y casi que se cumple al pie de la letra.Ayer los diarios españoles señalaban que no hubo ninguna celebración, ni oficial, muchos menos privada. “Este es un asunto privado, más bien lo que yo pienso es que a la reina no le apetece celebrar este momento. Es una familia, es verdad, pero también es una institución y son 50 años de su matrimonio, no de haber heredado la corona, 50 años de algo que solo incumbe a la familia”, afirma el catedrático y jurista Gregorio Peces Barba.La casa de Rey ha querido evitar más comentarios sobre la pareja y dijo que no habría actos oficiales porque “era puente festivo, día de Madrid”. Jaime Peñafiel, otro periodista especializado en la Familia Real, agrega que no hay que alarmarse porque los Reyes no se lleven bien, ya que “de 50 matrimonios reales, 23 han salido bien, eso quiere decir que los cuentos de hadas no siempre tienen un final feliz”.

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