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Nadine, la Primera Dama del Perú, está en el ojo del huracán

La Primera Dama del Perú es acusada de presunto lavado de activos. Sus detractores la acusan de ser quien dirige el país, sin tener quién la controle.

9 de junio de 2015 Por: Redacción de El País

La Primera Dama del Perú es acusada de presunto lavado de activos. Sus detractores la acusan de ser quien dirige el país, sin tener quién la controle.

Su nombre es  de origen francés y significa “esperanza”.

Nadine generalmente sonríe, así de espontánea como una niña, muy  a pesar de sus 40 años de edad. 

Casi perfecto, aunque esté en medio de un tumulto de niños indígenas que la pisotean mientras posan para una foto que enmarca la inauguración de una obra social. Lo hace, a pesar de que en las últimas semanas su nombre ha estado seguido de frases que cuestionan sus gastos desmedidos, que ponen en riesgo no solo su prestigio, sino el de su esposo, el presidente de Perú, Ollanta Humala.

Nadine, la Primera Dama del Perú, tuvo hasta hace un par de meses la imagen de una mujer afable, carismática, descomplicada. 

Tal vez eso hizo que durante los primeros años de mandato de su esposo ella alcanzara un nivel de popularidad tan alto, que incluso, sobrepasó la imagen positiva del primer Mandatario.

Su desenvolvimiento logró que faltando cuatro años para terminar el actual periodo presidencial  algunos políticos se atrevieran a promoverla como  candidata del oficialismo  para reemplazar en la jefatura de Estado a Ollanta Humala.

Nadine también significa  perfeccionismo, exigencia. 

La Primera Dama del Perú es comunicadora social y desde muy joven se encarriló en la vida política. En 2005 fundó junto con su esposo y otros compañeros de  tendencia izquierdista el Partido Nacionalista Peruano por el que fue elegido Humala.

Ella no solo dirige esa colectividad, también los destinos de su hogar conformado por tres hijos:  Illary, Nayra y Samín.

Su pujanza, para algunos, es sinónimo de autoritarismo. Tal vez eso ha llevado a que digan que ella “es el cerebro detrás de Humala”.  No en vano lleva a cuestas la acusaciones de que por su culpa, en cuatro años de Gobierno, su marido  haya cambiado siete  veces al presidente de Consejo de Ministros (quien debiera ser la mano derecha del Mandatario) y haya renovado casi en pleno cuatro veces a su Gabinete ministerial.

Salomón Lerner, primer presidente del Consejo de Ministros en salir de su cargo, dice que la influencia de la Primera Dama daña la institucionalidad. Según analistas, Nadine se entromete en asuntos que no le corresponden y le hace “sombra a su marido”.

Las encuestas  lo confirman: en septiembre pasado, la firma Comercio Ipsos reveló que el 92 % de los peruanos consultados consideraron que  la Primera Dama es quien tiene más poder en el país.

Además, el Diario El Comercio escribió en un editorial del 25 de febrero pasado  que Nadine Heredia, la hija de padres ayacuchanos, “vive en el mejor de los mundos. Su palabra es la ley, pero no hay una ley que la controle a ella, pues no tiene responsabilidades legales” por el cargo que ostenta.

Ella se defiende. Casi siempre lo hace desde las redes sociales. Exhibe fotografías en eventos sociales, saludando abuelos, trabajadores, campesinos, niños, mostrando así que “defenderá su derecho a hacer cumplir actividades políticas como a mantener las que le corresponde como esposa del Presidente”.

Pero en su último ‘post’  dejó de lado las imágenes felices. El pasado miércoles en la noche escribió un mensaje con 2.132 palabras en Facebook para limpiar su nombre. Se fue lanza en ristre contra la prensa peruana y algunos colaboradores del partido. 

Escribió que han construido el mito de “la existencia de una presidenta de facto que hace y deshace, que ordena y dispone”. A su juicio, esas acusaciones no tienen el objetivo de atacarla a ella, sino de desacreditar e invisibilizar el trabajo  que “con pasión y gran compromiso con el país realiza el Presidente de la República”.

Nadine, según lo que significa su nombre,  es muy selectiva en la elección de sus amigos y relaciones.

Generalmente, la esposa del Presidente de Perú viste  pantalones de jean, usa zapatos sin tacón y lleva el pelo suelo. Dicen que es “descomplicada”.

 Sin embargo, el fin de semana pasado dos prestigiosos diarios peruanos revelaron que la Primera Dama gastó en solo un año (2013) US$38.000 en carteras, zapatos, vestidos, maquillaje. Lo dudoso, según dicen, es que hizo las compras desde la tarjeta de crédito de una amiga. 

Al parecer, la Primera Dama no es tan “sencilla”. En ese país corre el rumor de que ella también tiene negocios irregulares: la Fiscalía detectó que Nadine podría estar inmiscuída en lavado de activos. También se le descubrieron giros de dinero del gobierno y una empresa venezolana.

Ella se defiende. Dijo que su amiga (Rocío Calderón) no es una desconocida. Que la conoce de toda la vida, que son casi hermanas. “Mensualmente tampoco es que compre vestidos, zapatos, carteras. Gasto, y sobre todo me endeudo como muchas mujeres para siempre estar acorde con mis actividades”.

Nadine, la esposa del Presidente de Perú,  tiene entre sus quehaceres,  acompañar a su marido a actividades oficiales de la Presidencia y ser embajadora de la FAO.

Tenga en cuenta

La Fiscalía de Lavado de Activos, en coordinación con la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF),  detectó que, desde un banco de Nueva York en 2005, una empresa venezolana (Inversiones Kaysamac) transfirió US$87,451 a la madre de Nadine Heredia, Antonia Alarcón, y a su amiga de la infancia Rocío Calderón.

De los US$67,557  que le transfirieron a Alarcón, US$21,750 fueron depositados en la cuenta de Nadine. 

El abogado de la Primera Dama,  Eduardo Roy Gates, dijo que  los depósitos de la empresa venezolana estaban destinados a financiar  el movimiento político fundado por ella y que apenas estaba en formación. “Como no había partido constituido, el depósito se realizó en cuentas privadas de gente cercana al movimiento”, explicó.

El fiscal encargado del caso, Ricardo Rojas, sostuvo que estos indicios refuerzan la sospecha de que las operaciones económicas de Nadine Heredia podrían ser ilegales.

A Nadine también se le ha relacionado financieramente con el gobierno del ex-presidente venezolano Hugo Chávez.

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