Moscú respira de nuevo al controlar los incendios forestales

La gente caminó por las calles sin las mascarillas que se habían vuelto comunes. Las torres del Kremlin y los domos de la Catedral de San Basilio volvieron a verse sin el velo amarillento que los rodeó por una semana.

El cielo de Moscú volvió a despejarse este jueves y la población recibió un anhelado alivio por la presencia de vientos favorables y un cierto éxito en el combate a los incendios forestales que asfixiaron a la capital rusa con nubes de humo."Por fin puedo abrir la puerta del balcón para dejar que mi gato se caliente con el sol", dijo la estudiante de economía Evgeniya Lavrova, de 21 años. "Caminas en la calle, sientes una ligera brisa y quieres respirar de nuevo".Varios expertos en el clima advirtieron que el humo podría regresar el fin de semana cuando los vientos cambien de nuevo, pero el jefe del servicio meteorológico ruso, Roman Wilfand, dijo que la ola de calor que ha atormentado a Rusia gran parte del verano terminará la próxima semana.El Ministerio de Situaciones de Emergencia dijo el jueves que la superficie afectada por los incendios en torno a la capital ha disminuido en más de una cuarta parte en las últimas 24 horas y que también se ha reducido de manera significativa el tamaño de los incendios en otras partes de Rusia, pero que aún hay 562 conflagraciones en unas 80.000 hectáreas (casi 200.000 acres).El ministerio dijo que todos los incendios de la zona contaminada por el desastre nuclear de Chernobil de 1986 fueron extinguidos rápidamente y que los niveles de radiación son normales.