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Mensaje enreda a Rajoy con escándalo de corrupción en España

El Jefe de Gobierno, pese a que admitió que cometió “algún error” en el caso del pago de sobresueldos en el PP, no supera la tormenta política.

3 de agosto de 2013 Por: Diego Muñoz | Corresponsal de El País en España

El Jefe de Gobierno, pese a que admitió que cometió “algún error” en el caso del pago de sobresueldos en el PP, no supera la tormenta política.

Por primera vez desde que estalló el escándalo que involucra al Partido Popular, PP, que domina el gobierno de España con Mariano Rajoy como presidente, este último se refirió públicamente al hombre que los puso en jaque con sus denuncias, el extesorero de su partido, Luis Bárcenas.Y por primera vez también admitió algún error en el escándalo que le acorrala, aunque solo aceptó que pecó por exceso de confianza y se negó a hablar a fondo de los hechos cuestionados. Sucedió en el Parlamento, cuando gracias a la amenaza de moción de censura y presión de la prensa, decidió leer una declaración.“Me equivoqué al mantener la confianza en alguien que ahora sabemos que no la merecía. Cometí el error de creer a un falso inocente, pero no el delito de encubrir a un presunto culpable”, aseguró el presidente del Gobierno y agregó que dejó de creer en Bárcenas cuando se enteró que tenía una cuenta no declarada en Suiza, “me sentí traicionado”.Pese a su explicación, el escándalo no disminuye y por el contrario, denuncias lideradas por los medios amenazan cada vez más la estabilidad del Gobierno. Es que pese a que Rajoy dice que le retiró el apoyo a Bárcenas apenas supo de las millonarias cuentas en Suiza, se reveló un comprometedor mensaje de texto que el Presidente le envió al extesorero dos días después: “Luis. Lo entiendo. Sé fuerte. Mañana te llamaré. Un abrazo”. Este mensaje es la prueba que contradice el arrepentimiento mostrado por Rajoy ante las cortes y deja claro que la gravedad del descubrimiento de la cuenta no fue suficiente motivo para que desistiera de su apoyo a Bárcenas.Por tal razón el secretario general del Partido Socialista Obrero Español, Psoe, Alfredo Pérez Rubalcaba, le increpó que “solo la existencia de ese mensaje supondría la dimisión de un presidente en Alemania, Reino Unido o Francia. Todos los españoles sabían que el señor Bárcenas era un evasor fiscal y el Presidente del Gobierno le seguía mandando afectuosos mensajes de ánimo”, espetó el líder de la oposición. A lo cual Rajoy no contestó.El ventilador de BárcenasLuis Francisco Bárcenas Gutiérrez pudo haberse retirado hace mucho de la política, haber entregado el cargo de tesorero del PP, y dedicarse a disfrutar de los no se sabe cuántos millones de euros que logró amasar desde que lo nombró en ese puesto el presidente Rajoy.Pero una investigación adelantada por el juez Baltasar Garzón en el 2009, dentro del llamado caso Gürtel, la más grande trama de corrupción vinculada al PP, lo puso en el ojo del huracán. Y a pesar de que la causa fue anulada, el nombre de Bárcenas volvió a sonar y con gran estruendo desde marzo de 2012, cuando la Audiencia Nacional reabrió su caso.Hasta entonces Bárcenas había acumulado, además de 40 millones de euros que mantiene en una cuenta en Suiza, un enorme poder gracias a los pagos o sobresueldos que daba a la cúpula del partido, $90.000 euros a Rajoy, por ejemplo y otros $90.000 a la presidenta de Castilla y León y secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal.Su misión era acumular el dinero que donaban empresarios españoles para las campañas del PP a cambio de contratos y favores cuando llegaran al Gobierno.No sólo en repartir radicaba su poder, todos en el PP sabían que anotaba cada detalle, cada entrega, cada favor y que el día en que los vientos no le fueran favorables, iba a utilizar esa información.Y ese día llegó. Cansado de los titubeos de Rajoy y de la cúpula del partido, a la que había consentido durante años, Bárcenas se sintió solo y traicionado cuando fue imposible seguir ocultando las cuentas. Entonces prendió el ventilador y entregó al juez de la Audiencia Nacional todas las pruebas de la financiación ilegal del PP.Toda esta ráfaga de noticias relacionadas con las entregas de dinero, los sobresueldos, los negocios, las trampas y triquiñuelas de los políticos populares, ha llevado a España a ser considerado uno de los países más corruptos de la Unión Europea y periódicos de todo el mundo han pedido que Rajoy de la cara y responda por la acusaciones, no solo la de haber recibido parte del dinero de Bárcenas, sino también de haber mantenido con él un intercambio de llamadas y mensajes de texto con posterioridad a que el extesorero fuera acusado formalmente.Rajoy se defendió primero alegando que era un “chantaje” de su propio tesorero, al cual defendió cuando las primeras acusaciones por parte de la prensa.Pero el golpe más duro para Bárcenas llegó el 18 de enero de 2013 cuando se publicó que había pagado sobresueldos a miembros de la cúpula del PP. El 31 de enero, lo remataron publicando la llamada contabilidad en B, de su puño y letra, que revelaba los pagos irregulares.Bárcenas negó que fuera su impronta y el PP se preparó para desvirtuar todas las informaciones, amenazando a la prensa con sendas demandas. Pero siete meses después, ha confesado que sí es su letra, que son los pagos que se hicieron y que era la contabilidad que se hacía por debajo de cuerda, los abonos de decenas de empresarios para las campañas del PP a cambio de contratos.Tan pronto el juez tuvo acceso a dichos papeles, le retiró el pasaporte y lo mandó a la cárcel el pasado 27 de junio. Allí Bárcenas dijo haber recibido emisarios del presidente Rajoy que le pedían que no cantara, ya que removiendo al ministro de Justicia Alberto Ruíz Gallardón (exalcalde de Madrid) ahora a finales del verano, el caso iba a ser cerrado. De lo contrario, Bárcenas y su esposa irían a prisión.Esa es la época en la que Rajoy y Bárcenas se cruzaron varios mensajes de teléfono, que hoy tienen en la picota al presidente de Gobierno. Con miedo a lo que pudiera pasar, el PP “allanó” la oficina de Bárcenas y se quedó con dos ordenadores, lo que puso en alerta al extesorero. Fue entonces cuando comenzaron a aparecer en los medios cada vez más noticias sobre la financiación irregular del PP.El pasado 7 de julio Bárcenas dijo en una entrevista: “Las sumas que dadas a Rajoy y Cospedal fueron entregadas a mano, en billetes de $500 euros y en sobres de manila. Eran donaciones de empresarios”, y agregó que había negado al comienzo su autoría como un acto de lealtad al partido, pero que durante 20 años, el PP se financió ilegalmente.La situación política de España es quizá la más grave de los últimos años y sólo la clase política está en capacidad de arreglar las cosas. Por lo pronto, a Bárcenas, y a su antecesor en el puesto, Álvaro Lapuerta, la Audiencia Nacional les investiga por delitos de cohecho y fraude fiscal, quizá sean los únicos que carguen con la responsabilidad, porque saben que sin pruebas contundentes, no podrán involucrar a la cúpula del PP, los que le recibieron dinero a montones cuando era algo así como un ‘Papá Noel’ para todo el año, y les hacía regalos en billetes de $500 euros, de los que buena parte de los españoles no ha visto ni uno en su vida.

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