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Lula da Silva formará parte del gobierno de Dilma Rousseff

El expresidente brasileño reemplazará a partir del próximo martes a Jacques Wagner como ministro de la Casa Civil.

16 de marzo de 2016 Por: Elpais.com.co | AFP

El expresidente brasileño reemplazará a partir del próximo martes a Jacques Wagner como ministro de la Casa Civil.

El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva asumirá la Casa Civil, un ministerio clave para la articulación política en el gobierno de Dilma Rousseff, indicó este miércoles el diputado José Guimaraes, líder del oficialista Partido de los Trabajadores en la Cámara baja, en su cuenta de Twitter. 

Lula da Silva reemplazará a partir del próximo martes a Jaques Wagner, quien pasará al gabinete personal de la presidencia de la República.  

Fuentes del Palacio de Planalto dijeron a la AFP que la intención es formar un "gobierno de notables", con el retorno de algunas figuras que ocuparon cargos ministeriales durante los dos mandatos de Lula entre 2003 y 2010.

El exmandatario tendrá la tarea inmediata de frenar una potencial diáspora de aliados de la coalición de gobierno, que le permita bloquear un pedido de juicio de destitución contra Rousseff en el Congreso por supuesta adulteración de cuentas públicas, mientras él mismo enfrenta investigaciones ligadas a un megafraude en la estatal Petrobras.

Ícono de la izquierda latinoamericana, Lula anticipó que será candidato en las elecciones presidenciales de 2018. 

Lea también: detienen a expresidente Lula da Silva en Brasil por fraude en Petrobras.

Lo que piensa la oposición

La oposición consideró que la entrada de Lula al gobierno es sobre todo una maniobra para ponerlo al abrigo de la justicia ordinaria.

"En lugar de dar explicaciones y asumir sus responsabilidades, el expresidente Lula prefirió huir por la puerta de atrás. Va a asumir un ministerio para asegurarse el fuero parlamentario. Es una confesión de culpa y una bofetada a la sociedad. La presidenta Dilma, al invitarlo, se torna su cómplice", afirmó el líder del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña, Psdb, en la Cámara de Diputados, Antonio Imbassahy.

"El capítulo final de esta historia será su impeachment (acusación mientras ocupa un cargo público)", agregó. La Corte Suprema sesionaba en la tarde de este miércoles para terminar de definir el formato en que debe tramitarse el juicio político, lo que desbloquará el proceso congelado por unos recursos judiciales.

Esa decisión habilitaría a la Cámara de Diputados a instalar la comisión que analizará en primer lugar si hay argumentos para iniciar el proceso. El pasado fin de semana, el principal aliado de la coalición de gobierno, el centrista Pmdb, anunció que podría romper la alianza, lo que dejaría a Rousseff en una posición muy frágil.

Sus críticos dijeron que Lula será de hecho el nuevo líder del gobierno y Rousseff no podrá evitar un papel secundario.

"El expresidente inicia en la Casa Civil su tercer mandato y la presidente termina su segundo. No hay como darle otra lectura, esto es grave. Creo que el gobierno se hunde aún más. El enorme rechazo de la presidente Dilma se suma ahora al rechazo del presidente Lula", dijo Álvaro Dias, senador del Partido Verde.

Mientras el PT prende velas para que el padre del milagro socioeconómico brasileño reanime la atribulada gestión, el país se debate en una recesión económica que podría ser la peor en un siglo.

El PIB brasileño se contrajo 3,8% en 2015 y las previsiones del mercado son que caerá otro 3,5% en 2016, mientras que el desempleo es de 7,6% y la inflación supera los dos dígitos.

El mercado casi no acusó recibo de la novedad política: tres horas después del primer anuncio, la bolsa de Sao Paulo retrocedía 0,11% a 47.079 puntos y el real perdía 0,69% a 3,79 por dólar.

Acusaciones contra Lula y Rousseff

En Brasilia aún retumban las acusaciones de corrupción de un senador del PT procesado por obstaculizar la investigación del escándalo de Petrobras, que fueron desclasificadas el martes y regaron de sospechas a gran parte del arco político, Lula y Rousseff incluidos.

En su testimonio, Delcidio Amaral, exlíder del PT en el Senado, dijo que Rousseff ordenó sobornarlo para que no colaborara con la justicia y que Lula intentó interferir en la causa.

De acuerdo con Amaral, el ministro de Educación, Aloizio Mercadante, le habría insinuado apoyo a cambio de que no colabore con las autoridades, pero el senador rechazó la oferta y decidió delatar a otros involucrados a cambio de una reducción de su eventual condena.

Su declaración fue aceptada por la Corte Suprema, lo que da luz verde a la fiscalía de la República para iniciar investigaciones sobre los mencionados, que incluye al líder de la oposición, el senador Aecio Neves, Psdb, derrotado por Rousseff en las elecciones de 2014, y el actual vicepresidente de Brasil, Michel Temer.

En un clima de conmoción política agudizado por una multitudinaria protesta que el domingo pasado congregó millones de personas para pedir la dimisión de Rousseff, el PT responderá con una marcha este viernes, que será una prueba del respaldo social con que puede contar aún la impopular Rousseff. 

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