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Los cinco temas que definirán quién es el nuevo presidente de Estados Unidos

Economía, debates, el voto femenino, las maquinaria política y los estados ‘indecisos’ inclinarían la balanza.

28 de octubre de 2012 Por: Felipe Lozano Puche | Corresponsal de El País en Washington

Economía, debates, el voto femenino, las maquinaria política y los estados ‘indecisos’ inclinarían la balanza.

A menos de diez días de las elecciones, la carrera por la Presidencia en Estados Unidos está más apretada que nunca. Las últimas encuestas empezaron a mostrar una leve ventaja para el candidato republicano, Mitt Romney, revirtiendo por primera vez la tendencia dominante del presidente Barack Obama. El emparejamiento es tal, que factores que en otras épocas eran insignificantes o menores, esta vez podrían determinar el resultado. Incluso, algunos analistas han sugerido que podría reeditarse el escenario de las elecciones del 2000, en las que Al Gore obtuvo más votos, pero George W. Bush se quedó con la Presidencia. Teniendo en cuenta las circunstancias actuales estos son, según los analistas, los cinco elementos que podrían determinar el resultado este 6 de noviembre. 1. Elige la minoríaEstados Unidos no es una democracia directa. Su presidente se elige por un colegio electoral compuesto por representantes de cada uno de los estados. A cada estado se le asigna, según su población, un número de votos electorales y sus representantes votan de acuerdo a los resultados obtenidos. Así, California, que tiene cerca de 40 millones de habitantes, cuenta con 55 votos electorales, mientras que Alaska, donde viven menos de un millón, tiene 3. Son, en total, 538 votos electorales y para llegar a la Casa Blanca hace faltar sumar 270 votos electorales.Los comicios pueden definirlos un pequeño grupo de votantes. El resultado dependerá de lo que suceda en nueve estados: Iowa, New Hampshire, Virginia, Carolina del Norte, Colorado, Wisconsin, Nevada y los dos que otorgan más votos: Florida (29) y Ohio (18). Para Romney, la victoria es casi imposible si no gana en ambos, y a Obama le bastaría con imponerse en uno de ellos.2. Los debatesEn el verano, Jim Messina, gerente de la campaña de Obama, decidió invertir una quinta parte del presupuesto en publicidad negativa sobre Romney. La apuesta, aunque riesgosa, emulaba a otros presidentes en ejercicio que derrotaron a sus rivales como Richard Nixon (1972), Bill Clinton (1996) o George W. Bush (2004). A esto se suma que en septiembre una revista mostró un video en el que Romney se refería en malos términos al 47% de electores (de clases bajas) que respaldaba a Obama. Pero llegó octubre, y con él los tres debates presidenciales que, para Joshua Treviño, vicepresidente de Relaciones Externas de la Fundación de Políticas Públicas de Texas, pueden decidir estas elecciones. “La última vez que los debates importaron fue en 1980, cuando las tendencias se invirtieron tras el debate entre Ronald Reagan y el presidente Jimmy Carter”. Treviño cree que este año puede ser igual: “Antes de los debates, la campaña de Obama definía a Romney; después, fue Romney quien se definió”. 3. La economía“Los asuntos económicos son los únicos que tienen una importancia capital en todo el electorado”, afirmó Geoffrey Skelley, analista del centro de estudios políticos de la Universidad de Virginia. Aunque las cifras de crecimiento del tercer trimestre superó las expectativas (2% en lugar del 1,8% esperado), EE.UU. aún no alcanza un crecimiento satisfactorio, como lo admitió Obama. Luego de la crisis financiera del 2008, de los estímulos económicos del 2009, y las guerras de Iraq y Afganistán, el déficit fiscal alcanzó unos niveles históricos, y el desempleo del 8%, está por encima de lo que se considera normal en una economía desarrollada. Tras cuatro años de gobierno, a Obama se le agotó la fórmula del espejo retrovisor para justificar el pobre desempeño económico y el electorado parece considerar que su rival está más capacitado para afrontar esos desafíos. 4. La maquinaria políticaEn 2008 la campaña de Obama revolucionó la forma de hacer política, integrando las nuevas tecnologías con una eficiente organización que superó en efectividad a figuras como Hillary Clinton, en primarias, o John McCain, en las generales. Cuatro años después, el desafío para su campaña es conseguir que los votantes no habituales que acudieron en masa a las urnas, lo hagan de nuevo. En ese sentido, la capacidad de ambas campañas para lograr que sus seguidores acudan a las urnas determinará en buena medida el resultado. Esta vez los que quieren un cambio son los republicanos, que además cuentan con el respaldo de un movimiento popular como el Tea Party, que ha logrado entusiasmar a las bases del partido. Otro factor importante serán las votaciones tempranas, una fórmula que se permite en 31 de los 50 estados, incluyendo Ohio, Nevada o Florida. 5. El voto de la mujerSi bien en otros ciclos electorales han sido las minorías las que jueguen un papel determinante, las características de esta campaña le darán un protagonismo especial al voto femenino. En los bloques demográficos hay marcadas tendencias que parecerían definitivas: el voto del los hombres blancos irá mayoritariamente a Romney. Para la encuesta de la cadena ABC y el Washington Post del pasado viernes, la diferencia entre los candidatos es de 23 puntos (60% por Romney, 37% por Obama).Inversamente, como señala Joshua Treviño, los votos afroamericanos y latinos irán masivamente a Obama. “El único bloque que ambas campañas consideran convencible, a estas alturas, es el de las ‘soccer moms’”, dijo.“En esta campaña ha sucedido algo extraordinario. Por primera vez, son los demócratas quienes tratan de explotar temas culturales”

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