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Líderes europeos se encuentran en la mala hora

La acentuada crisis de muchos gobiernos europeos ha retraído el nivel de su aceptación.

19 de diciembre de 2010 Por: Por Diego Muñoz I Corresponsal de Elpais.com en España

La acentuada crisis de muchos gobiernos europeos ha retraído el nivel de su aceptación.

Una buena parte de Europa está que ‘arde’. La crisis económica, las posteriores medidas para tratar de subsanarla y los documentos filtrados por Wikileaks han resquebrajado el poder, la confianza y la credibilidad de varios de los gobernantes de los países de la Unión Europea como Italia, España, Francia, Portugal, Grecia e Irlanda. Además del frío que afecta a Europa, hay un clima de descontento que, sin embargo, no ha logrado congelar el grito de los estudiantes y trabajadores que poco a poco han venido observando cómo se extienden las medidas de choque que socavan los logros sociales de la cómoda Europa y se enteran, a través de Wikileaks, de actuaciones ‘non sanctas’ de sus gobernantes. Desde la estirada Inglaterra hasta las ruinas de la gran civilización griega, la desilusión ha germinado.Nadie se salva. Los recortes a la educación, la rebaja de las pensiones y de salarios, el aumento del paro, el futuro incierto de por lo menos tres generaciones, son el común denominador en cada uno de los miembros, con unas pocas excepciones como Alemania.“Después de Grecia e Irlanda, probablemente Portugal. A continuación, no lo sabemos, - dice el experto en economía Sami Naïr- lo cierto es que varios países están amenazados por los mercados. España ya está en el punto de mira y con el debido respeto de los demás, España no es lo mismo. Es la cuarta economía de Europa. Si España recurriera al fondode rescate europeo, eso abriría el camino a acciones especulativas contra Italia y Francia, y significaría un giro decisivo”.Con estas perspectivas, avisa el diario francés Le Monde, tanto Atenas como Madrid y Lisboa “deberían plantearse seriamente la cuestión de saber si les interesa continuar el plan de austeridad impuesto por el FMI y por Bruselas o, al contrario, volver a ser dueños de política monetaria”, en otras palabras, abandonar la moneda común: el euro.“Aún no hemos llegado hasta aquí -agrega Naïr- pero, si no cambiamos las reglas de juego, la división de la zona euro se volverá una hipótesis seria. Pues está claro que no podremos resolver esta crisis sólo con medidas restrictivas que apunten a las poblaciones más expuestas (clases medias y populares), y menos aún con unas medidas técnicas vinculantes como las apoyadas por Alemania y Francia para activar el fondo de rescate”.La crisis no da tregua. Quizá por eso, lo que ha ardido ya es el centro de Roma y el corazón de Atenas, por segunda vez.En Roma ha habido fuego en las calles, coches y contenedores incendiados en las protestas de los jóvenes. Carmen Soler Aroca, una periodista española, estaba esta semana de vacaciones en la Ciudad Eterna. Pasaba junto al Coliseo cuando vio llegar a cientos de jóvenes con carteles y pasacalles que pedían la dimisión de quien, para muchos, se cree el último de los grandes emperadores, Il Cavalieri Silvio Berlusconi.“Era una manifestación normal, salieron de allí hasta el Monumento a los Héroes y ya por la tarde cuando regresábamos al hotel, vimos a mucha gente corriendo, ambulancias, policías y el centro de Roma en un caos”, dice. Era una protesta para esperar el resultado de una moción de censura en la Cámara de Diputados presentada por la oposición y los grupos de centro derecha Futuro y Libertad y Unión de Centro contra el Primer Ministro. Una votación que se prolongó horas y que transcurrió entre peleas, insultos y sobre todo, la denuncia de soborno de varios parlamentarios, los que al final mantuvieron en el poder a Berlusconi, quien se salió con la suya y por tres votos lograba sostener el poder: 314 votos a favor y 311 en contra y dos abstenciones. Al enterarse de lo sucedido en la Cámara de Diputados, los jóvenes se volcaron a las calles y desataron su furia contra carros y contenedores. El centro de Roma fue un infierno. Un amplio sector de la ciudadanía parece estar harto del gran Cavalieri, ya que, por un lado, su triunfo no logra darle al país la serenidad y estabilidad que requiere, justo en un momento de unir voluntades y por el otro, los documentos de Wikileaks lo dejan “como un derrochador, fiestero y poco fiable Primer Ministro con ansias de controlar todo, hasta Internet”.Para el líder del Partido Democrático Pierluigi Bersani, el de Berlusconi es un gobierno muerto. “Su pírrica victoria no cambia nada el panorama de Italia ni la realidad de un ejecutivo débil y casi sin capacidad de maniobra y no creo que aguante hasta 2013”.Italia no es la única que sufre el descontento de la ciudadanía. Hace una semana los estudiantes ingleses se tomaron las calles y hasta zarandearon el carro oficial del Príncipe Carlos y Camila Parker, protestando por los cambios educativos. Además, los ingleses ven con preocupación la manera como Estados Unidos maneja los hilos de la política inglesa, de acuerdo con Wikileaks.Sofocado el incendio en Roma, los griegos ampliaron el mapa de la desilusión. La foto del ministro de Transporte, Costis Hatzidakis, con la cabeza abierta y el rostro cubierto de sangre, agredido por manifestantes cuando caminaba por una calle de Atenas, mostraba al mundo la magnitud del descontento.Los diputados griegos aprobaban un nuevo paquete de recortes para acceder a la ayuda financiera de la Unión Europea. Rebajaron sueldos a transportadores y la respuesta simultánea era el cierre de los transportes públicos, las escuelas y los medios de comunicación.Cerca de 20.000 manifestantes se concentraron en el centro de Atenas para avanzar hasta el Parlamento, pero la Policía se los impidió. Esta semana se volverán a manifestar.Más reclamos

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