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Latinos servirán de "trinchera" contra inmigrantes con Trump: Rigoberta Menchú

De acuerdo con la Nobel de Paz, la elección del magnate como presidente de Estados Unidos obliga a reestructurar la agenda de organismos de derechos humanos a nivel nacional, regional e internacional.

28 de noviembre de 2016 Por: Elpaís.com.co l AFP

De acuerdo con la Nobel de Paz, la elección del magnate como presidente de Estados Unidos obliga a reestructurar la agenda de organismos de derechos humanos a nivel nacional, regional e internacional.

La premio Nobel de la Paz guatemalteca Rigoberta Menchú afirmó este lunes que el próximo presidente estadounidense Donald Trump utilizará a los ciudadanos de origen latino como "trinchera" contra los nuevos inmigrantes.

La activista señaló que "está comprometido con su ser norteamericano para cumplir con los radicales más fuertes que lo apoyaron. Con ellos tiene un primer compromiso".

Su segundo compromiso es con el inmigrante latino documentado "que tiene mucha competencia por el sueño americano, que cree que los hermanos le van a quitar la casa, le van a quitar el trabajo, le van a quitar todo", dijo.

En opinión de Menchú, la estrategia antiinmigrante de Trump será "endurecer a los hermanos latinos que ya hace rato que están en Estados Unidos" para que ellos sean "la trinchera para que no lleguemos" nuevos inmigrantes.

Lea también: ¿Cumplirá Donald Trump su promesa de deportar indocumentados?

A pesar del presagio negativo, Menchú matizó al señalar que el próximo presidente de Estados Unidos no tendrá la libertad absoluta para cumplir todas sus promesas: "hay congresos, hay normas, hay leyes", dijo. Lo mismo pasa con los países de América Latina que a pesar de su alta dependencia económica "tienen algo todavía de soberanía e independencia" , indicó Menchú.

"Por esa autodeterminación de sus pueblos va a continuar la vida cuatro años, y luego veremos quien va a ser presidente de Estados Unidos. Esto es una dinámica institucional que no debería de alarmarnos mucho", sentenció la premio Nobel de la Paz 1992.

No obstante, puntualizó que la elección del magnate como presidente obliga a reestructurar la agenda de organismos de derechos humanos a nivel nacional, regional e internacional.

"Somos observadores del cumplimiento de las normas internacionales sobre derechos humanos y creo que para nosotros Estados Unidos es un país más que sumar a la observancia de derechos humanos" , agregó. str-dsc/fj/lp

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