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La prensa amenazada en América Latina

Así lo demuestran los continuos ataques y regulaciones que varios gobiernos siguen ejerciendo en contra de los medios de comunicación independientes, ante el temor de que la información que sobre ellos se publique, afecte sus proyectos políticos.

15 de mayo de 2011 Por: Andrea del Pilar Barrero, reportera de El País

Así lo demuestran los continuos ataques y regulaciones que varios gobiernos siguen ejerciendo en contra de los medios de comunicación independientes, ante el temor de que la información que sobre ellos se publique, afecte sus proyectos políticos.

La libertad de prensa y de expresión en muchos países de América Latina pende de un hilo. Así lo demuestran los continuos ataques y regulaciones que varios gobiernos siguen ejerciendo en contra de los medios de comunicación independientes, ante el temor de que la información que sobre ellos se publique, afecte sus proyectos políticos.En esa carrera por implementar cortapisas, los mandatarios de la región parecen no conocer límites. Han apelado a todo tipo de prácticas y leyes contra la libre información, con el pretexto de velar por “la seguridad nacional” y “la defensa de lo público”, que terminan aplicándose en medio del rechazo de un buen número de sectores de la sociedad civil. Así lo reconocen varios periodistas latinoamericanos, que desarrollan su labor en medio de restricciones y amenazas, las cuales pocas veces pueden denunciar, por el mismo temor de que sus medios terminen siendo cerrados o sus voces, apagadas. Para ellos, precisamente esas posturas autoritarias representan hoy la mayor amenaza para su ejercicio diario. Los recientes casos de Venezuela, con Hugo Chávez; de Ecuador, con Rafael Correa, de Bolivia, con Evo Morales, o de Nicaragua con Daniel Ortega, lo confirman. Tras la obstinada lucha por hacer de la voz oficial la única verdad, los mandatarios de esos países han puesto una barrera frente a las críticas y restringen el acceso a la información pública para no poner en evidencia hechos oscuros en sus administraciones.Ese panorama mantiene las alertas encendidas de los organismos internacionales, como la Sociedad Interamericana de Prensa, SIP, que trabajan en favor de la libertad de la prensa y que permanentemente hacen llamados a los gobiernos para que garanticen el derecho universal de la información (ver nota anexa). Para Gonzalo Marroquín, presidente de la SIP, los gobiernos autoritarios pretenden eliminar el impacto de la prensa independiente para que los grupos afines al oficialismo influyan en la opinión pública. Por eso, “si vemos de manera global el hemisferio, debemos reconocer que la situación muestra un marcado deterioro y que esa tendencia se ha mantenido durante los últimos años”, indicó Marroquín.Más cerca de la censuraLa polémica Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión, conocida como ‘Ley Resorte’, en vigencia desde el 2004, se ha convertido en uno de los escudos más lacerantes del gobierno de Hugo Chávez contra la libertad de la prensa en ese país.Esa ley, conocida por muchos sectores como una ‘ley mordaza’, obliga la difusión de mensajes del Gobierno en los diferentes medios audiovisuales, lo que ha sido interpretado por algunos analistas como una manera de replicar permanentemente la versión oficial, para tergiversar la realidad del país, ante lo que a diario se denuncia. Según el analista político venezolano Herbert Koeneke, “Chávez desde hace varios años ha venido tomando posiciones que afectan la libertad de expresión, y que son contradictorias con lo que siempre se expresó en Venezuela de que había mucha libertad de expresión”.En el camino por debilitar a los medios opositores, el año pasado Chávez anunció el control de casi la mitad de las acciones de la red privada Globovisión, lo que se sumó a la suspensión de la señal por cable de seis canales de Radio Caracas Televisión, Rctv, que había hecho meses atrás. Además, ha cancelado las licencias de al menos medio centenar de emisoras. Ya en Ecuador, diferentes sectores viven por estos días los mayores temores frente a una eventual regulación de los contenidos en medios que incluyan mensajes de violencia, sexuales o discriminatorios, tal como se sometió a votación en la reciente consulta popular. “Correa busca no tener contrincante crítico y que la prensa termine incidiendo en la población a favor de su gobierno. No tener una prensa crítica parece positivo para el Gobierno, pero eso es, a la larga, lo peor que le puede pasar a cualquier sociedad”, afirmó el investigador y docente en ciencias políticas ecuatoriano Jorge León Trujillo.Y es que Correa, en el tiempo que lleva de gobierno, ha promovido que el Estado se apropie de medios audiovisuales, además de periódicos y hasta revistas. Por lo menos ya cuenta con 30 de ellos. Todo, para evitar ser blanco de las críticas. “Desde que inició el gobierno ha habido una sistemática calificación a la prensa privada. Se le ha dicho que si es prensa corrupta, que los periodistas son mediocres. Todo el tiempo está endilgando calificativos tremendos e inaceptables sobre la prensa”, dijo Gonzalo Ruíz, subdirector de El Comercio de Ecuador.Más acosoLa situación de riesgo para la prensa en Bolivia no es distinta. La Ley Contra el Racismo y la Discriminación, que se aprobó el año pasado, señala que el medio de comunicación que publique “ideas racistas y discriminatorias” será sancionado.De acuerdo con periodistas bolivianos, esa ley ha sido interpretada por organizaciones de prensa como una forma de coartar la libre expresión y como una medida contradictoria porque “se supone que los medios son un instrumento interlocutor entre un hecho y la sociedad”.Pero si algo le preocupa por estos días a los reporteros bolivianos es la Ley Electoral que ya entró en vigencia, por motivo de los comicios de octubre próximo en los que se elegirá al poder judicial, y que le prohibe a los medios difundir documentos no oficiales o referirse a un candidato de manera positiva o negativa.Aunque en los últimos días el vicepresidente del país, Álvaro García Linera, abrió la posibilidad de que se le hagan entrevistas a los candidatos, muchos periodistas ven con recelo que no se puedan denunciar a tiempo los antecedentes de corrupción que se lleguen a conocer.A cazar las fuentesEl acceso a la información pública es otro de los caballitos de batalla de la prensa latinoamericana. En Nicaragua, por ejemplo, aunque existe una ley de acceso a la información pública, no se cumple. “Desde que ganó Daniel Ortega no se puede decir que hay censura total, pero sí restricciones desde que las instituciones estatales no te dan acceso a información de interés público”, explicó Noelia González, jefe de información del diario nicaragüense La Prensa.Esa situación, añade, dificulta el equilibrio informativo, que termina afectando al lector porque no encuentra los elementos de juicio suficientes para conocer la realidad del país.“Los medios independientes hemos tenido acceso por otras fuentes, extraoficiales, casi como andar cazando la información por otras vías, porque sencillamente (el Gobierno) ha decidido que los medios independientes no puede tener acceso a la información”, agregó. Lo mismo ocurre en Argentina. De acuerdo con los expertos, ahora el Ejecutivo está empecinado en decidir sobre los contenidos de los medios, además de atacar a los diarios El Clarín y La Nación. De ahí que se haya aprobado una ley de medios bajo el pretexto de promover que no haya concentración de medios de prensa en el país. “Es un gran ataque al corazón de la prensa independiente, apoyado por una prensa cada vez más numerosa que responde a la influencia de la publicidad oficial, manipulada para premiar y castigar a los medios por su línea editorial”, sentenció el Presidente de la SIP.Marcelo Cantelmi, editor de El Clarín, asegura que son varios los casos de intimidaciones que han sufrido de parte de funcionarios del Gobierno y aclara que lo que ocurre es que como ese medio es el de mayor circulación en América Latina y el segundo en el mundo de habla hispana, el Gobierno le teme a una estructura informativa tan enorme. “En Venezuela lo que Chávez no quiere es que la prensa informe a la gente la verdad respecto al caos económico que vive el país. El mismo problema hay acá (en Argentina) de que la gente no se informe del problema de inflación enorme y que el país no está tan bien como el Gobierno quiere que se diga”, señaló.Para el analista internacional Marcos Peckel, todos estos casos ponen en evidencia que, al final, son los gobiernos populistas los que se sienten amenazados por la libertad de expresión.“Son gobiernos que nunca van a poder cumplir ni con las expectativas de la gente que los elige ni con las promesas que hacen, y ven en la información una amenaza, que se refiere a esas cosas que no están cumpliendo”, sostiene Peckel.Comisión de la SIPEl presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa, Gonzalo Marroquín, explicó que esa organización realiza misiones en diferentes países de la región, cuando hay “situaciones críticas” en materia de libertad de expresión.El 4 y 5 de mayo pasados, la misión de la SIP llegó hasta Buenos Aires, donde concluyó que “la libertad de prensa está en un proceso de deterioro en Argentina”.La delegación que participó en la misión la conformó Robert Rivard, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información, del San Antonio Express-News, San Antonio, Texas; María Elvira Domínguez, gerente y directora de El País y presidenta de la Comisión Chapultepec; Claudio Paolillo, co presidente de esa comisión, del semanario Búsqueda de Uruguay, entre otros.

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