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La odisea de la oposición para hacer campaña presidencial en Venezuela

En esta corta contienda presidencial, el candidato opositor, Henrique Capriles, ha enfrentado todo tipo de trabas. Hay desbalance total, dicen analistas.

7 de abril de 2013 Por: Juan Francisco Alonso Corresponsal de El País en Caracas.

En esta corta contienda presidencial, el candidato opositor, Henrique Capriles, ha enfrentado todo tipo de trabas. Hay desbalance total, dicen analistas.

Las campañas electorales celebradas en Venezuela en los últimos años, especialmente las presidenciales, no se han caracterizado por su equilibrio. Al menos así lo han dejado en claro la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión Europea, el Centro Carter y otras instancias internacionales que las han observado, las cuales han reclamado del Consejo Nacional Electoral (CNE), de la Asamblea Nacional y del Gobierno que tomen medidas para evitar el uso de los fondos públicos y del aparato de Estado para favorecer a una tendencia.Sin embargo, la breve contienda presidencial en la que se encuentra inmersa el país ahora para elegir al sucesor del recientemente fallecido mandatario Hugo Chávez y la cual concluirá este jueves parece que se llevará el palmarés.El martes, cuando se inició oficialmente la carrera por la silla del palacio presidencial de Miraflores, amanecieron en las inmediaciones casi todas las sedes de los ministerios y demás organismos públicos de Caracas los llamados “puntos rojos”, toldos o carpas en los que funcionarios públicos reparten afiches, gorras y calcomanías a favor del candidato oficialista, el presidente encargado Nicolás Maduro; y en los que hay equipos de sonido e incluso televisores donde se emiten los anuncios propagandísticos del heredero del desaparecido líder bolivariano.Las calles amanecieron igualmente empapeladas con afiches en los que se lee: “Chávez para siempre, Maduro presidente”; y las paredes aparecieron pintadas: “Chávez, te lo juro mi voto es pa’ Maduro”.Pero es en los medios donde el desequilibrio se hace más evidente. Las cuatro televisoras nacionales estatales prácticamente han transmitido de manera casi ininterrumpida los actos proselitistas del abanderado chavista; mientras que los de su rival, el gobernador de Miranda, Henrique Capriles Radonski, solamente son cubiertos en vivo por Globovisión, la televisora especializada en noticias que solamente se ve en señal abierta en Caracas y Valencia, mientras que en el resto del país se ve por cable o satélite.Desequilibrio total“Si esto fuera una carrera, pues Maduro va en Fórmula 1, mientras que Capriles va en bicicleta”, ilustró Carlos Vecchio, del opositor Comando Simón Bolívar, quien agregó: “Aquí nuestro candidato no se está enfrentado a otro candidato, sino a todo el Estado”.“Hay un desbalance total en la cobertura de los actos de campaña. Por ejemplo, el día que se inició la campaña, la cobertura de los actos de Maduro en Venezolana de Televisión (VTV) fue de 7 horas y 7 minutos mientras que la cobertura de Capriles fue de 5 minutos y 37 segundos”, añadió, al tiempo que aseguró que hasta el miércoles pasado la sumatoria total favorecía al abanderado rojo con 54 horas de transmisión, mientras que a su contrincante le habían destinado 6 minutos.Desde el CNE se defienden recordando que en esta ocasión los aspirantes tienen un minuto más en radio y televisión diario para hacer proselitismo. No obstante, el periodista especializado en temas electorales, Eugenio Martínez, aseveró que esto en la práctica no ha supuesto ninguna mejoría, pues “el Gobierno puede seguir haciendo uso del tiempo de 10 minutos diarios que la Ley de Contenidos le da para promocionar su gestión y por ejemplo a las organizaciones no gubernamentales se les impide hacer críticas a su gestión, alegando que no pueden hacer proselitismo, con lo cual se mantiene el desbalance”.Vecchio indicó que desde el pasado 11 de marzo, día en que los aspirantes inscribieron sus candidaturas hasta el 4 de abril habían formulado al menos 77 denuncias de ventajismo, la mayoría de las cuales tienen que ver con el uso de recursos públicos para hacer campaña a favor del candidato oficialista y con funcionarios públicos que llamaron a votar por él. Ambas situaciones están proscritas y son sancionadas por leyes como la Ley contra la Corrupción.El diputado opositor Alfonso Marquina considera que esta campaña es la más desequilibrada e inequitativa de cuantas se han desarrollado en los últimos años. “Todo el ventajismo del pasado se ha exacerbado así como los obstáculos para que nuestro candidato pueda hacer llegar su mensaje se han incrementado”, afirmó, al tiempo que denunció que “a los problemas que las autoridades le han puesto a los aviones en los que Capriles y su equipo viajan, ahora hay que agregarle situaciones como que el gobernador chavista del Táchira ha anunciado que en el mismo sitio donde nosotros habíamos pedido permiso para realizar un mitin el sábado en San Cristóbal, él, ahora, dice que va a realizar un mercado a cielo abierto”.Como la máxima muestra del desequilibrio, el parlamentario puso como ejemplo el supuesto plan que la Fuerza Armada pondría en marcha el 14 de abril, el día de las elecciones, para que hombres de la Guardia Nacional utilizaran 1.200 motos y camiones para buscar a votantes en los barrios Miranda y Vargas, en Caracas, para llevarlos a sufragar.Para Marquina el supuesto “plan remate” que algunos jefes militares estarían diseñando, así como los problemas que las autoridades le ponen a Capriles para movilizarse, lo que revelan es que en el oficialismo las cosas no marchan también como ellos dicen.“Maduro no es Chávez. No tiene su carisma ni su capacidad discursiva y por eso es que el chavismo está jugando más duro de lo que usualmente juega, porque temen que las cosas no les salgan como ellos prevén”, afirmó. Todos los sondeos que hasta el momento se han publicado pronostican una victoria del Presidente encargado, Nicolás Maduro, por una ventaja que va desde los 10 hasta los 18 puntos.Árbitro parcializadoEn los últimos años la oposición ha fustigado constantemente al Consejo Nacional Electoral por no ejercer su labor de árbitro y lo ha acusado de estar parcializado a favor del Gobierno, pero esta semana esas sospechas fueron reforzadas luego de que el Comando de Henrique Capriles denunciara que representantes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) tenían las claves que permiten iniciar las máquinas de votación que se usarán en los comicios.Al realizar el señalamiento Ramón Guillermo Aveledo, coordinador ejecutivo de la Mesa de Unidad Democrática, afirmó que esta situación no implica el riesgo de que se puedan manipular los resultados de las votaciones, es decir que se puedan ingresar más votos, pero alertó que sí se puede sabotear el proceso al bloquear las máquinas. “Las máquinas no deben ser tocadas más que por los técnicos del Consejo y de la empresa que las produce (…) ¿Cómo es posible que el PSUV tenga eso?”, se preguntó al tiempo que respondió: “Gracias a los vínculos” entre miembros de ese partido y funcionarios del organismo comicial, agregó.Para el dirigente de la oposición este hecho lo que busca es desmotivar al elector opositor y así incrementar la abstención e incluso fomentar salidas violentas. No obstante, aseveró: “De la vía electoral no nos sacan ni a empujones. Por esa vía vamos a ganar”.Lo mismo dijo Capriles. “Ellos creían que porque los pillamos con las manos en la masa nos íbamos a retirar, pero se equivocan vamos a seguir, porque las arbitrariedades, abusos y ventajismos se derrotan con votos”.

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