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La lealtad de la Fuerza Armada es el tema que desvela a Nicolás Maduro

Analistas señalan que descontento de las tropas de las Fuerzas Armadas Venezolanas será una amenaza latente para el oficialismo.

13 de marzo de 2013 Por: Hugo Mario Cárdenas | reportero de El País

Analistas señalan que descontento de las tropas de las Fuerzas Armadas Venezolanas será una amenaza latente para el oficialismo.

Si bien la marea roja que cubre las calles de Caracas rindiendo homenaje al presidente Hugo Chávez augura un triunfo a Nicolás Maduro en las presidenciales de abril, los analistas creen que la duda que desvela hoy al sucesor de Chávez es saber qué tanto podrá confiar en la Fuerza Armada Nacional Venezolana, FAN.Lo que tanto se rumora en Venezuela lo confirmó el pasado domingo el opositor Henrique Capriles al señalar que no es un secreto que Nicolás Maduro y el coronel retirado Diosdado Cabello no tienen una buena relación y que han debido sentarse a buscar que la Fuerza Armada Nacional acepte a Maduro como el Jefe del Estado y el heredero del chavismo. Un síntoma de esa preocupación, señalan los analistas consultados, fueron los tantos viajes que hizo Maduro a Cuba para visitar a Chávez, tras su cuarta cirugía, y los mensajes que envió el fallecido Mandatario a la cúpula Militar pidiéndoles reiteradamente lo mismo: “Lealtad”.En su último mensaje, detalló que está en Cuba batallando por su salud “para seguir consagrándome por entero a Venezuela. Aquí, en La Habana, me siento pleno de fe en Cristo, en el pueblo que me sana con sus oraciones y bendiciones, y pleno en la lealtad de las Fuerzas Armadas en este tiempo tan difícil”.Incluso, durante su convalecencia se advierte el esfuerzo de Maduro por dar mayor notoriedad a los militares, de quienes se ha hecho acompañar en todos los actos públicos, les ha ofrecido mejores condiciones y ha promovido ascensos.En diálogo con El País, el analista Roberto Giusti señaló que aunque hasta el momento la Fuerza Armada parece estar atendiendo a ese pedido de Chávez, es evidente que existe un descontento.“Es entendible ese malestar por una cuestión de ética y de orgullo porque si ellos tienen como una de sus grandes virtudes esa postura nacionalista de la defensa del Estado, les debe resultar molesto que siendo los garantes de la soberanía, deban dejar que sea violada por la injerencia de otro país como Cuba dentro del mismo Estado”, señaló Giusti.Agregó que no cayó bien entre los uniformados ese cambio radical que les dio Chávez, llevándolos al escenario político, cuando ellos por Constitución eran apolíticos, y creando fuerzas paralelas como las milicias bolivarianas “que quizá el Presidente pensó que podrían sustituir al Ejército, como ha venido ocurriendo”.El diputado José Albornoz, quien hizo parte del círculo de amigos de Hugo Chávez, cree que el mensaje tiene otra variable, “y es que él sabía que los mandos militares son muy cercanos a Cabello por su liderazgo y que al no dejarlo al frente y optar por Maduro, temía que se pudiera presentar una movilización”.Asignatura pendienteEl temor frente al papel que puedan tomar los militares en el futuro cercano, dicen los analistas, no es solo por la cercanía con Cabello, sino por el maltrato que han recibido en el proyecto socialista de Chávez y los odios que se alimentaron y que podrían aflorar en una transición.Entre ellos los bajos salarios, el descuido en materia de seguridad social y el fortalecimiento de las milicias bolivarianas en detrimento de las tropas, pero más grave aún, el descontento que reina entre los uniformados por la presencia de militares cubanos al frente de la inteligencia y con mando sobre las tropas venezolanas, y la llegada reciente de oficiales chinos.Varios de estos casos han sido motivo de reclamos por parte de quienes han visto herido su honor militar y lo que tuvieron en respuesta fue una purga en la que salieron, incluso, gente que defendió a Chávez durante el golpe militar, como fue el caso del general Raúl Isaías Baduel.El politólogo Gonzalo Negrín asegura que un levantamiento por descontento entre el sector militar no es un hecho que aflore con tanta facilidad como en una entidad cualquiera. “Pero en Venezuela va a llegar el momento, no sé si ahora o en un año o en una década, que las Fuerzas Militares se vean tan desprotegidas e insignificantes ante otros grupos como las milicias bolivarianas, que no tendrán otro camino que alzar su voz de protesta para no ser sacadas del orden institucional”.Y es que además de los 134.000 hombres de la FAN, Chávez entrenó y armó a 125.000 miembros de las milicias bolivarianas y ha sido complaciente con los llamados colectivos, que son grupos civiles armados impartiendo “orden” en los barrios bajo la presión de las armas.O los militares o los CastroHacerle frente a este problema es prioridad para Maduro, pero la solución lo pone al frente de otro gran dilema: ¿o se entrega a los designios del Gobierno de los hermanos Castro, a quienes les debe buena parte de su ascenso, o le da finalmente a la Fuerza Armada el lugar que en silencio muchos militares reclaman?Responder a los intereses de los Castro implica que sigan teniendo parte en las decisiones y actos soberanos de los venezolanos. Y acceder a la voluntad militar lo obligaría a revertir algunos de los programas que Chávez pactó con Cuba y darles más poder del que hoy tienen. Porque para calmar un poco los ánimos, Chávez debió nombrar entre sus 23 ministros a 7 altos oficiales del Ejército.¿Qué tanto estará Maduro dispuesto a ceder para ir construyendo una relación de confianza con la Fuerza Armada? La respuesta es incierta; sin embargo, puede ser diciente que en los funerales de Estado al presidente Chávez, todas las listas las encabezara Raúl Castro, el único presidente al que recibió Maduro, porque los demás fueron acompañados por Elías Jaua.En conclusión, creen los analistas que el país apunta claramente hacia el modelo cubano y que por ahora la Fuerza Armada no puede hacer otra cosa que respaldar a Maduro, pero que no pasará mucho tiempo para que a la cohesión del chavismo se le empiece a ver las costuras.

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