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La hermana del rey Felipe VI enfrenta juicio por corrupción

Iñaki Urgangarin, esposo de Cristina de Borbón, es acusado de haber malversado más de 6 millones de euros. Y la infanta, involucrada por supuestamente beneficiarse de los negocios de su marido.

8 de enero de 2016 Por: Elpaís.com.co | AFP

Iñaki Urgangarin, esposo de Cristina de Borbón, es acusado de haber malversado más de 6 millones de euros. Y la infanta, involucrada por supuestamente beneficiarse de los negocios de su marido.

La infanta Cristina, hermana del rey Felipe VI, y su marido se sientan el próximo lunes en el banquillo junto a otros 16 acusados, hecho sin precedentes en España, en un macrojuicio por corrupción que deja en evidencia la ya deteriorada imagen de la monarquía. El proceso se celebrará hasta junio en un tribunal de Palma de Mallorca, isla mediterránea donde hasta hace unos años la pareja disfrutaba cuando acudía con sus hijos, cuatro niños rubios de ojos azules, a la residencia de verano de la familia real. El rey Juan Carlos I les había concedido el título de Duques de Palma como regalo de bodas en 1997, en el momento de mayor popularidad de la Corona. Un título que les arrebató Felipe VI en junio, un año después de subir al trono tras la abdicación de su padre, arrastrado por una serie de escándalos con éste a la cabeza. Ahora, para salvaguardar una imagen que apenas comienza a mejorar, "Felipe VI no puede permitir que haya la menor sombra de duda en el juicio a su hermana", dice Pilar Urbano, autora de varios libros sobre la monarquía. El proceso debe ser "ejemplar, lo contrario le perjudicaría" , asegura.  ¿Trato privilegiado?  El esposo de la infanta, Iñaki Urdangarin, de 47 años, exmedallista olímpico de balonmano reconvertido en hombre de negocios, está acusado de haber malversado más de 6 millones de euros junto su exsocio Diego Torres.  La suma procedía de contratos presuntamente inflados que, utilizando su influencia cuando era considerado 'el yerno perfecto' del popular monarca, obtuvo de dos gobiernos regionales mediante una entidad sin ánimo de lucro, el Instituto Nóos.  El dinero era supuestamente desviado después a varias empresas encabezadas por Aizoon, propiedad de Cristina y su esposo. El juez instructor se esforzó durante años por demostrar que la infanta conocía los negocios de su marido, además de beneficiarse personalmente del dinero malversado.  Se encontró, sin embargo, con la férrea oposición del fiscal que, asegurando no ver indicios de delito, le impidió procesarla por tráfico de influencias y blanqueo de capitales.  Así, Cristina está acusada de defraudar miles de euros al fisco y denunciada por una acusación popular -la asociación ultraderechista Manos Limpias- dado que ni la fiscalía, ni la Hacienda pública actuaron contra ella.  "¡Eso ya supone un gran privilegio!", dice el abogado Miguel Bernad Remón, responsable de Manos Limpias. Urdangarin será juzgado por malversación, delito fiscal, tráfico de influencias, estafa y blanqueo.  El fiscal pidió para él 19 años y medio de cárcel. Para Cristina se solicitaron ocho años.  Doctrina Botín  Los primeros días se dedicarán a cuestiones de procedimiento y los acusados no empezarán a declarar hasta el 9 de febrero.  Cristina Federica Victoria Antonia de la Santísima Trinidad de Borbón y Grecia, de 50 años, dicen ignorar todo lo ocurrido y actuar por amor. "Yo confío en mi marido y en su buen quehacer", afirmó en febrero de 2014, cuando fue interrogada durante cinco horas por el magistrado instructor en una sala presidida por el retrato de su padre. Esa misma estrategia debe utilizar ahora su defensa, según avanzó en abril, si la infanta no consigue finalmente escapar al mal trago.  Sus abogados pedirán el primer día que se le aplique la conocida como doctrina Botín, que en 2007 evitó al poderoso banquero Emilio Botín -difunto presidente del Santander-, ser juzgado en un escándalo financiero al no ser denunciado por la fiscalía ni por los inversores perjudicados, sino únicamente por una acusación popular. "La aplicación de la doctrina Botín proyectaría una sombra sobre el juicio; daría la impresión de que la justicia no es igual para todos", dice Urbano, ante una sociedad cada vez más intransigente con los privilegios y la corrupción tras años de profunda crisis económica. Para la maltrecha imagen de la monarquía "todo es malo: si la juzgan es malo, si le aplican la doctrina Botín es malo", considera José Apezarena, biógrafo de Felipe VI. "Quieras o no, daño le va a hacer", estima, pese a la dolorosa ruptura del monarca con su hermana, empujada a un exilio dorado primero en Washington y ahora en Ginebra, gran ausente de su coronación en junio de 2014. 

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