Kim Jong-Un, el líder norcoreano que reta con misiles a EE.UU. pero ama a Mickey

Paradoja: “Hecho o expresión aparentemente contrario a la lógica”, según el Diccionario de la Real Academia Española.
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En este caso se trata de un hombre. Del líder supremo de Corea del Norte: Kim Jong-Un, quien está en el poder desde febrero de 2011 y desde hace un par de años amenaza al mundo con su arsenal nuclear.
La más reciente exhibición de su temperamento fue hace exactamente ocho días, cuando Kim ordenó el disparo de cuatro misiles balísticos para entrenarse en “un golpe contra las bases de Estados Unidos en Japón”. El hecho fue repudiado a nivel mundial. Lea también: China pide a Corea del Norte y EE. UU. evitar "choque de trenes" en carrera armamentista

Pero a Kim Jong-Un lo tiene sin cuidado el qué dirán. Es capaz de odiar a Estados Unidos al punto de buscar eliminarlo de la faz de la tierra con bombas nucleares, pero amar como nadie a los hijos de ese país: el baloncesto, al ratón Mickey y a Dennis Rodman, ex ala-pivot de la NBA. Incluso, el ‘gusano’ como se le conoce al jugador, es su mejor amigo y fue quien reveló —después de muchas especulaciones— el año de nacimiento del líder norcoreano (1983) y le dio la noticia al mundo de que este tendría su primer hijo.

Su esposa, Ri Sol-Ju, sigue la misma línea estrafalaria de Kim. Usa vestidos de tiendas occidentales que nada tienen que ver con los trazos originales de su cultura y se adorna con accesorios lujosos.
Debido a su gusto por el pop y el rock, conformó un grupo al estilo Spice Girls (K-Pop) con jovencitas escogidas por él y que entonan letras que rinden tributo a su país y obviamente, al líder.

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El líder coreano llegó al poder después de que su padre,  Kim Jong Il, muriera. Pasó su adolescencia en colegios de Berna, Suiza, ocultando su verdadera identidad. Según se dice, solamente su compañero de puesto, supo realmente quién era.

Llegó al mando con 28 años y se convirtió de esta manera, en el jefe de Estado más joven del mundo. Pero ello no significa que le tiemble la mano. Un medio británico reveló que Kim habría mandado a ejecutar a Ma Won Chun, arquitecto del nuevo aeropuerto de Pyongyang, solo porque no acató las ordenes de su diseño.

Anteriormente, a finales de abril, se había conocido que mandó a ejecutar a quince funcionarios de su Gobierno y a cuatro artistas de una de las bandas musicales más importantes de la nación. En su momento, se informó que Kim ordenó las ejecuciones porque estas personas expresaron opiniones diferentes a la suya. Mientras que los artistas murieron por supuesto espionaje.

Un centenar de oficiales han sido ejecutados desde que Kim asumió el poder tras la muerte de su padre en diciembre de 2011. Incluso, el tío y mentor político del líder,  Jang Song Thaek, fue asesinado junto a sus oficiales cercanos por corrupción y cometer delitos que afectaban a la economía. Hay quienes aseguran que murió devorado por una jauría de perros hambrientos y la orden la dio su propio sobrino.

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‘El comandante brillante’, como le dicen en su país, llegó al cargo más importante en Corea del Norte porque así lo decidió su padre quien sacó de la línea de sucesión a Kim Jong-Nam (asesinado el mes pasado) al ser descubierto al intentar entrar de manera ilegal a Japón. También descalificó a su segundo hijo por considerarlo ‘afeminado’ para llevar el poder, por lo que el elegido fue Kim Jong-Un.

Además, porque tenían muchas cosas en común: dicen, dispuso de un avión oficial para que le trajeran una hamburguesa de McDonald’s desde Pekín y que contrató a 200 personas para inspeccionar el arroz que comía, grano por grano, para que no le tocara uno defectuoso.
Su hijo, igual de prevenido, se corta el pelo él mismo porque le teme a los peluqueros debido a un trauma. Pero la causa, como otros tantos detalles de la vida de Kim, son un enigma, como él.

En su momento, el expresidente Barack Obama le anunció al recién llegado Donald Trump, tras entregarle las llaves de la Casa Blanca, que “los misiles balísticos y el programa militar nuclear de Corea del Norte son el problema diplomático más espinoso que tendrá que gestionar”.

De hecho, Donald Trump enfrenta su primera crisis internacional y anunció que esta semana enviará a Tokio, Seúl y Pekín a su secretario de Estado, Rex Tillerson, después de que el régimen norcoreano de Kim Jong-Un lanzara el pasado lunes al menos cuatro misiles balísticos en dirección a Japón, donde hay bases militares de su país.