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Juan Carlos I, los escándalos marcaron sus últimos años como monarca

Más allá de los escándalos del rey Juan Carlos, de sus amantes, de sus cacerías de animales y de los líos judiciales de la infanta Cristina y su marido, a los españoles la abdicación los tomó por sorpresa.

15 de junio de 2014 Por: Patricia Medrano, corresponsal de El País en España

Más allá de los escándalos del rey Juan Carlos, de sus amantes, de sus cacerías de animales y de los líos judiciales de la infanta Cristina y su marido, a los españoles la abdicación los tomó por sorpresa.

Que Juan Carlos I abdicara, tras 39 años de reinado, nadie se lo esperaba. En repetidas ocasiones había dicho “los reyes no abdican, se mueren en la cama” y alguna vez le comentó con sorna a la reina Isabel de Inglaterra que ambos morirían con la corona puesta. Vea aquí el perfil completo del rey Juan Carlos.Ni siquiera en la cresta de las polémicas personales (sus amantes y las inoportunas cacerías) y de las investigaciones judiciales a Iñaki Urdangarín y su hija Cristina, el Rey español dio la más mínima muestra de querer tomar esa decisión. “Si hubiera influido el caso Nóos habría abdicado hace dos años”, dijo el ex presidente Felipe González, refiriéndose al sonado caso de corrupción en el que está involucrado el yerno favorito del rey. Pero el primer lunes de junio, a la 1 de la tarde, los españoles vieron y escucharon en una alocución televisiva grabada esa misma mañana lo que jamás pensaron diría su monarca: “He decidido poner fin a mi reinado y abdicar la corona de España”.El anuncio dejó boquiabiertos a los españoles. Aparte de su propia familia, sólo el presidente de gobierno, Mariano Rajoy, y el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, sabían de las intenciones del Rey, quien a finales de marzo les había comunicado en privado su decisión de entregar pronto la corona, decisión –dicen personas de su entorno– que había tomado el día de su 76 cumpleaños, el pasado 5 de enero. O quizá un día después, tras un evento militar al que llegó en muletas (su primer acto oficial tras la enésima operación de cadera en noviembre) y en el que se mostró nervioso, cansado y leyó con torpeza un discurso del que poco se entendió. Bochornoso. Razones para la abdicación puede haber muchas. Verse en plena decadencia física; temor al desprestigio por los escándalos que rodean a la familia real; cerrar un ciclo para cederle el paso a su hijo Felipe; cansancio o una audaz y valiente jugada política en tiempos convulsos, de crisis económica, de rompimiento del bipartidismo y de amenaza separatista de Cataluña. “Respeto las palabras del Rey, pero no creo que sólo ese sea el motivo, hay algo más”, confiesa Jaime Peñafiel, el más veterano comentarista de la monarquía. “La explicación oficial a la abdicación no me convence”, añadió el autor del libro ‘El rey no abdica’. Las auténticas razones para quitarse la corona sólo se sabrán con el tiempo.Hablar de la monarquía es un tema espinoso y de respeto en España, sobre todo para los mayores de 40 años (nacidos antes del regreso de la democracia a mediados de los años setenta) y existe un blindaje invisible alrededor de la figura de Juan Carlos que, aunque se agrieta, desde hace una década pocos políticos y medios se atreven a romper.Los ‘juancarlistas’ se entristecieron con el anuncio de la abdicación, pero otros vieron la oportunidad perfecta para exigir el fin de la monarquía. Los republicanos (partidarios del regreso de la República) enarbolaron la bandera roja, amarilla y morada de la última república en España (entre 1931 y 1939), y varias miles de personas convocadas en las redes sociales salieron a las plazas del país a gritar “Borbones a los tiburones” y a reclamar un referéndum para que sea el pueblo español quien decida si quiere continuar con la monarquía parlamentaria como sistema de gobierno o no. “Quiero que me expliquen bien las cosas, que me digan: el rey cuesta tanto al año y un presidente de la república tanto, y que haya un referéndum, porque esto es importante”, opina Juan, un taxista madrileño. “Si resulta que los republicanos son tres gatos, pues que se sepa, mejor. Da mucha rabia… esto no es democracia”.Pero para el Ejecutivo no es momento de reformas a la Constitución ni de escuchar al pueblo y rápidamente firmó lo necesario para la sucesión. Esta semana el Congreso votó (86 % a favor de la abdicación) y ratificó la decisión del soberano de ceder la corona a Felipe. Así las cosas, el Príncipe de Asturias dejará de serlo para convertirse en Felipe VI el próximo 19 de junio cuando jurará en el Congreso de los Diputados en una sucesión ‘expres’, sin pompa, sin misa y sin invitados internacionales.Según una encuesta de mayo del Centro de Investigaciones Sociológicas la Corona ‘se rajó’ en la valoración de los españoles, que le dieron un escaso 3,72 sobre 10. La baja popularidad derivada de los escándalos que rodean a la familia real (ver recuadros) ha estado entre los temas de conversación de los españoles, pero la atención está centrada en otros asuntos: la necesaria renovación de una institución, lo preparado que está Felipe de Asturias y, sobre todo, el reconocimiento del valioso papel que tuvo Juan Carlos de Borbón en 1975 en la transición de la larguísima dictadura de Franco a la democracia y, más adelante, en 1981, cuando se ganó el respeto del país al frustrar un intento de golpe militar. Pero Felipe no goza de mucha simpatía, tiene poco carisma y aún no tiene méritos para ser respetado. Como dijo Peñafiel, “la abdicación es un regalo envenenado. Se tendrá que ganar el puesto cada día, porque no le van a perdonar nada”. El nuevo rey Felipe VIEl próximo miércoles, el Rey Juan Carlos firmará la ley de abdicación en una ceremonia en el Palacio Real ante los Príncipes y 150 invitados institucionales. A las 00.00 horas del jueves 19 de junio entrará en vigor esa ley y don Felipe será el nuevo Rey de España y jefe de las Fuerzas Armadas. A las 9:30 a.m., don Juan Carlos impondrá a su hijo el fajín de capitán general en el Palacio de La Zarzuela. A las 10:30 Felipe VI, la nueva Reina, doña Letizia y sus dos hijas, Leonor (que será entonces Princesa de Asturias) y Sofía, llegarán al Congreso y él jurará como jefe de Estado ante los diputados, ex presidentes y autoridades. Don Juan Carlos no acompañará a su hijo a la proclamación y lo verá por televisión. Fuentes de la Casa Real aseguran que así lo ha decidido “para dar el máximo protagonismo al nuevo rey”. Sí estarán doña Sofía y la infanta Elena.A las 11:30 a.m. los nuevos Reyes presidirán un desfile militar. Vea el último desfile militar del rey Juan Carlos de España antes de abdicar.Don Felipe ha decidido que no habrá misa, como hace 39 años, pues quiere respetar la aconfesionalidad del Estado. Por eso, junto a la corona de plata de 1775 y el cetro, colocados durante la ceremonia en un cojín frente al nuevo Rey, tampoco habrá crucifijo, como sí lo hubo en la proclamación de don Juan Carlos.La nueva familia real hará un recorrido en automóvil por el Paseo del Prado, calle Alcalá, Gran Vía, Plaza de España y Plaza de Oriente, donde está el Palacio Real. Allí saldrán al balcón principal a saludar, junto a don Juan Carlos y doña Sofía. Finalmente habrá una recepción sin invitados internacionales ni representantes de otras casas reales.¿Será exrey?¿Qué pasará a partir del 19 de junio con don Juan Carlos de Borbón? Ya es claro que lo seguirán llamando rey (algo tan curioso como que haya dos Papas), pero se ignora si se quedará viviendo en el Palacio de la Zarzuela (lo más probable), cuáles serán sus actividades (podría seguir sirviendo a la Corona como asesor o dada su envidiable agenda de amigos poderosos, reyes y magnates en el mundo entero seguir siendo el mejor relacionista público de los españoles), cuál será su sueldo y –sobre todo– cuál será su fuero tras la abdicación.Según la Constitución española “la persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad”. Por eso, el gobierno de Rajoy planea darle a don Juan Carlos una protección jurídica máxima e inédita ante cualquier denuncia o demanda (como las de paternidad) que alguien pueda tramitar contra él una vez deje de ser jefe del Estado y pierda su inviolabilidad. De esta manera, el Tribunal Supremo, máximo órgano judicial español, será quien tenga la competencia sobre cualquier caso en contra del ex monarca.“Tengo el pálpito de que se marchará a vivir a Suiza”, asegura Pilar Urbano, la biógrafa de doña Sofía y autora del libro ‘La reina muy de cerca’. “Y doña Sofía ya me dijo en una ocasión que le gustaría retirarse en el Palacio de Marivent (en Mallorca) y pasar temporadas con sus hijos y nietos”. Larga vida al rey.Hijos extramatrimonialesDon Juan Carlos es un don Juan. El alto y apuesto, extrovertido, deportista y buen conversador, que se casó en 1962 con Sofía de Grecia, siempre ha sido un enamoradizo. “Se enamoraba de todas”, dice su biógrafo Paul Preston. Su romance más polémico fue con la italiana Olghina de Nicolis, una condesa metida a actriz. Y aunque los amores fueron breves, años más tarde ella misma contó que el entonces príncipe español era el padre su hija Paulina, a quien tuvo soltera en 1959. Nunca se ha verificado su paternidad, como otras atribuidas al monarca. La belga Liliane Sartiau asegura que su hija Ingrid, de 46 años (uno menos que la infanta Cristina y dos más que Elena), es hija del rey español.

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