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Irak se desangra por una guerra religiosa y sectaria

La ofensiva de EIIL se ha convertido en una guerra religiosa, con violencia y brutalidad a gran escala.

22 de junio de 2014 Por: Diego Muñoz | Corresponsal de El País en España

La ofensiva de EIIL se ha convertido en una guerra religiosa, con violencia y brutalidad a gran escala.

En una cuneta de una carretera de la provincia de Salahuddin, en Iraq, un grupo de hombres armados aparece disparando sobre una larga fila de prisioneros tendidos boca abajo, al parecer la mayor parte soldados y combatientes del gobierno iraquí ejecutados por los combatientes del EIIL, el Estado Islámico de Iraq y Levante.Esta y otras fotos, así como videos igual de crudos, muestran la crueldad con que se desarrolla el conflicto, mientras el mundo fija sus ojos en Brasil, en el Mundial de Fútbol, ajeno a la guerra que desangra Iraq.Es que el destino de Iraq tras la guerra estaba escrito tan claro y tan preciso, que se ha cumplido tal y como lo predijeron los expertos en política internacional desde mucho antes de que Estados Unidos anunciara el fin de la invasión, el domingo 18 de diciembre de 2011. Desde la invasión estadounidense, en marzo de 2003, buscando armas químicas se sabía que al marcharse los norteamericanos, el país se iba a envolver en un espiral de violencia del cual era imposible salir.Nada queda del país estable, independiente y soberano que aseguraron entregaron a los líderes locales tras su marcha. La violencia que ha llevado a la segregación del territorio no hizo otra cosa mas que crecer desde su partida.En Islam existen dos corrientes principales: los suníes ortodoxos que siguen a Mahoma y los chiitas, que siguen a Alí, yerno de Mahoma. Lo que siempre fue una diferencia religiosa, pasó al campo de la política y de ahí a las armas. Los suníes representan al 90 % del mundo musulmán, algo así como a 1200 millones de creyentes y los chiitas, mas fundamentalistas, unos 100 millones de fieles. Y por mas de diez siglos, Iraq ha sido el campo de batalla para el histórico y doloroso enfrentamiento entre ambos. Cuando Saddam Hussein (suní) fue derrocado, el mando fue asumido por los chiitas, que aprovecharon para “sacarse” la espina de muchos años de persecución de los suníes.La guerra se veía venir, pero no fue hasta que los suníes del grupo yihadista EIIL tomaran Mosul, la segunda ciudad del país, que el mundo se enteró de lo que estaba ocurriendo.Hace un año los insurgentes comenzaron a ganar terreno. El noroeste, en manos de los kurdos e independiente desde hace mucho, se beneficiaba con la unidad, al igual que los suníes del resto del país, pero la mala política disparó los odios y resentimientos. Hoy no hay marcha atrás. Los insurgentes avanzan hasta Bagdad, mientras el Gobierno lanza a todos los vientos su voz de auxilio.El EIIL, extremista entre los extremistas, nació del estado Islámico de Iraq, una rama de Al Qaeda y la fusión del grupo yihadista sirio Frente al Nusra, una de las organizaciones islámicas más radicales del Oriente Medio y que tiene como fin convertir a Iraq en un estado bajo la sharia o ley islámica. ¿Cuántos son? No se sabe, pero al menos más de 10 mil, muy bien armados y con más experiencia en la guerra que el ejército.Es una coalición dirigida por los yihadistas pero en la que tienen cabida miembros de tribus, exoficiales del ejército de Sadam Husein y grupos salafistas. Un grupo que también participa en la guerra de Siria, donde ha sido señalado de todo tipo me atrocidades.“Cuando Estados Unidos anuncia su retirada de Iraq, sin haber derrotado a los yihadistas suníes que apoyaron a Sadan Husein, se sabía que tan pronto abandonaran Bagdad, las cosas iban a cambiar y que los militantes suníes dispersos en varias regiones, se iban a reunir luego para preparar la guerra, la contraofensiva que hoy estamos viviendo. Estaba escrito, lo dijimos en su momento. Nouri Al Maliki, el primer ministro desde 2006, chiita e impuesto por los Estados Unidos, no supo consolidarse como un líder de unidad entre suníes, chiitas y kurdos, y por el contrario, las diferencias se hicieron mayores e irreconciliables. Eso ha sido la causa del conflicto que hoy tiene a los yihadistas a 60 kilómetros de la capital”, dice el analista Josép Andrada Bello.La situación es crítica. “Los chiitas saben muy bien lo que se les viene encima, -explica el analista- los suníies los consideran herejes y por eso no esperan perdón, ni clemencia. Ejecutan a los soldados, los torturan, los crucifican y hasta juegan fútbol con sus cabezas, buscan que la resistencia se venga abajo cuando estén frente a frente. Y eso ha pasado, muchos chiitas han preferido huir antes que caer en manos de su enemigos”.Estados Unidos invirtió cerca de 25 mil millones de dólares en la preparación y entrenamiento del ejército iraquí. Y sin embargo, sin disparar un solo tiro, miles de hombres, columnas enteras de soldados y blindados se replegaron hacia Bagdad entregando la ciudad de Mosul sin resistencia, en un hecho que está siendo investigado por el Gobierno.La ofensiva de EIIL se ha convertido mas en una guerra religiosa, con la posibilidad, como viene sucediendo, de una limpieza masiva de civiles y violencia y brutalidad a gran escala.Apoyo internacionalIrán envió el viernes un “pequeño número” de agentes a Iraq para ayudar al gobierno chiíta del primer ministro Nuri al Maliki a hacer frente a los insurgentes sunitas, afirmó el viernes el Pentágono.El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, prometió el envío de consejeros militares para ayudar al ejército iraquí a hacer frente a la ofensiva lanzada por los yihadistas sunitas del Ejército Islámico en Iraq y el Levante (EIIL), pero descartó ataques aéreos.Las fuerzas especiales estadounidenses se dividirán en equipos de doce soldados para asesorar los centros de comando militar iraquíes en la capital y alrededores. Gran parte de su misión es identificar puntos Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, ofreció a Maliki el “apoyo total” de Rusia.

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