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Investigan abusos policiales contra hispanos en Estados Unidos

Desde hace dos años se registran los acosos de las autoridades hacia los inmigrantes.

27 de diciembre de 2010 Por: Agencia AP

Desde hace dos años se registran los acosos de las autoridades hacia los inmigrantes.

Santiago Malave trabaja para las fuerzas de seguridad de Connecticut desde hace más de 40 años, pero dice que por ser puertorriqueño, no puede andar por su propia ciudad sin miedo al acoso policial.Malave, un agente de libertad condicional que trabaja en New Haven, dice que los abusos raciales son tan graves que sólo va a East Haven porque vive ahí. Él y su esposa se aprestan a vender su casa y sumarse a un éxodo de hispanos, cansados de ser multados, arrestados y hasta golpeados en la cárcel por la policía.El Departamento de Justicia inició una investigación sobre posibles violaciones a los derechos civiles y el FBI abrió una indagación criminal, pero eso no ha cambiado la situación en las calles de East Haven, donde restaurantes y tiendas de clientela hispana están cerrando sus puertas.Si el objetivo de la Policía era arruinar a la comunidad hispana de East Haven, algunos reconocen a regañadientes que lo han logrado.Las denuncias de acoso racial comenzaron hace unos dos años en este suburbio junto al mar de 28.000 habitantes, en su mayoría estadounidenses de origen italiano. Los hispanos constituyen el 7% de la población, pero sus números crecen con el arribo de inmigrantes mexicanos y ecuatorianos, atraídos por el ambiente de población pequeña y tranquila y la posibilidad de prosperar.El jefe policial Leonard Gallo, que cumple suspensión administrativa, rechaza las denuncias. La oficina del jefe interino, Gaetano Nappi, derivó los pedidos de declaraciones a la asesora legal del municipio, Patricia Cofrancesco, quien no respondió a los mensajes.Los dueños de negocios hispanos dicen que la Policía suele estacionarse frente a sus tiendas y detener a personas de aspecto latino. Algunos que presentaron quejas dicen que sufrieron represalias.El inmigrante ecuatoriano Luis Rodríguez, dueño de la tienda de abarrotes Los Amigos, dijo que hace dos meses lo tuvieron cinco días en la cárcel porque una mujer denunció que su hijo de tres años estaba solo en la acera frente a la tienda. Dijo que la Policía buscaba vengarse porque su esposa los había filmado con una cámara de video. Lo acusaron de abandono de menor y el caso sigue abierto.Mientras tanto, la tienda está en venta. Llegaban ecuatorianos incluso de estados vecinos en busca de jalapeños, gaseosas ecuatorianas y otros productos del país, pero Rodríguez dice que la Policía espantó a sus clientes al amenazar con denunciarlos a inmigración si volvían al pueblo."Si habría sabido que la Policía de East Haven causaba tantos problemas, jamás hubiera invertido tanto dinero aquí", dijo Rodríguez, de 41 años, que invirtió 120.000 dólares en el negocio.La oficina de derechos civiles del Departamento de Justicia empezó a investigar a la Policía local en septiembre de 2009. Todavía investiga si ha cometido actos de discriminación, pero en abril detectó el uso de métodos desactualizados y la falta de normas claras sobre el empleo de la fuerza.La alcaldesa April Capone dijo el FBI reunía pruebas para posibles juicios criminales contra algunos agentes. Su oficina no quiso hacer declaraciones.El estudiante de Derecho Dermot Lynch, pasante en la Clínica de Promoción de Derechos de los Trabajadores e Inmigrantes de la Facultad de Derecho de Yale, dijo que el problema es más profundo que unos pocos agentes que se pasan de la raya."Es una falta de conducción en todo el sistema. Esto requiere una reforma amplia", dijo Lynch. El grupo inició una querella en octubre en nombre de nueve inmigrantes que acusan a la Policía de East Haven de golpizas y uso injustificado de una pistola eléctrica. Además, acusan a los agentes de emplear insultos racistas.Hasta hace poco, los hispanos consideraban a East Haven como un refugio, un suburbio con espacios amplios y menos delincuencia que la ciudad de New Haven.Malave, que vive ahí desde 1977, dijo que a fines de 2008 la Policía lo detuvo por altercado en la vía pública cuando dijo que había nacido en Puerto Rico."Traté de hablar con el sargento, pero él dijo, 'ustedes los 'spics' no tienen derechos aquí", dijo Malave. Spic es un término insultante aplicado a los hispanos.

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