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Intercambio de militar por terroristas reabre debate sobre Guantánamo

El intercambio de prisioneros desde la prisión de Guantánamo tiene debatiendo a Washington sobre el futuro de la lucha contra el terrorismo.

24 de junio de 2014 Por: Edwin Giraldo Ruiz | Corresponsal en Washington

El intercambio de prisioneros desde la prisión de Guantánamo tiene debatiendo a Washington sobre el futuro de la lucha contra el terrorismo.

La controversia en torno a la liberación del sargento Bowe Bergdahl reabrió el debate sobre el futuro de Guantánamo y sus prisioneros. En una operación sigilosa, el presidente Barack Obama aprobó el intercambio de Bergdahl por cinco afganos afiliados a los talibanes y que estaban encerrados en esta prisión. Mientras el mandatario arguye que era obligación del Gobierno lograr la liberación del único militar estadounidense en poder del grupo radical islámico, sus contradictores republicanos fustigan la decisión por tres motivos: la Casa Blanca no avisó al Congreso con 30 días de anticipación -como estipula la ley sobre transferencia de prisioneros de Guantánamo-; un sector militar asegura que Bergdahl era desertor y no prisionero de guerra, y los terroristas buscarían más intercambios de esta naturaleza, como plantea el senador John McCain.La reacción en la opinión pública, según una encuesta publicada por el diario USA Today y la firma Pew Research, asegura que la mayoría de estadounidenses considera que el Gobierno sí tenía la obligación de traer de regreso Bergdahl; pero, así mismo, la mayoría cree que Obama debió consultar con el Congreso y se equivocó al realizar el intercambio.Actualmente, Guantánamo tiene 149 detenidos. Desde que Obama prometió cerrar la prisión en el 2009, ha planteado repatriarlos o enviarlos a otros países cuando sus procesos hayan concluido, así como construir una cárcel dentro de EE.UU. para trasladar a quienes mantienen casos vigentes, tema que naufragó por la oposición republicana en el Congreso.A pesar de las restricciones, el Gobierno ha enviado cientos de detenidos a países como Afganistán, Algeria y Arabia Saudita en la última década. Y según la vocera del Consejo de Seguridad Nacional, Caitlin Hayden, se vienen “inminentes anuncios de la Casa Blanca sobre transferencia de detenidos”. De hecho, la canciller María Ángela Holguín aceptó que durante su última visita a Washington, tocó brevemente el tema con el secretario de Estado, John Kerry, aunque se desconoce si Colombia tomó en serio la iniciativa.Debate crónicoJD Gordon, quien fue vocero del Pentágono durante la administración de George W. Bush, explica a El País que Guantánamo debe de permanecer abierta porque la ley civil en EE.UU. no puede hacerse cargo de los procesos de los detenidos en caso de que sean trasladados al país.“Si Guantánamo cierra, los presos van a ser transferidos a EE.UU. El secreto que el presidente Obama no le está diciendo al público es que muchos jueces pueden liberar a los detenidos, porque en muchos casos no hay evidencias, según las cortes civiles”, explica.La ley actual no permite que un detenido de Guantánamo sea transferido hacia territorio estadounidense. Esta provisión ha bloqueado los esfuerzos de Obama, dado que los detenidos no pueden ser juzgados en cortes civiles o ser llevados a prisiones estadounidenses. “Estamos en guerra, y el presidente Obama está tratando de seguir un modelo de ley civil. En todas las guerras del mundo, un país tiene derecho a tener presos del bando enemigo mientras dure el combate (…) Obama está tratando de decir que la guerra terminó y se puede actuar, pero eso no tiene sentido porque los terroristas quieren matar miles de personas en este país”, explica Gordon.Sectores promotores del cierre de Guantánamo critican al presidente Obama porque consideran que no usa a plenitud su poder ejecutivo. “¿Por qué si Obama declaró finalizada la misión en Afganistán, no decide sobre el futuro de los detenidos sin pedirle permiso al Congreso”, se pregunta Kent Spriggs, abogado director de la firma Spriggs Law Firm, quien ha trabajado en la defensa de tres ciudadanos afganos recluidos en Guantánamo. En diálogo con este diario, explica que contrario a las tesis republicanas, “el Presidente de EE.UU. es el comandante en jefe de las Fuerzas Militares, y fue él quien puso a estas personas en Guantánamo. Por eso tiene el poder de removerlos, y Obama nunca actuó así aunque se supone que es un experto constitucionalista”.Este abogado asegura que, bajo las circunstancias actuales, es imposible que un detenido en Guantánamo gane un juicio. Aunque la Corte Suprema de EE.UU. ha dicho tres veces que se acepta el habeas corpus para los detenidos, decisiones tomadas por las cortes de apelaciones han dificultado llevar con transparencia los procesos.Por ejemplo, cuenta, un defendido suyo fue enviado de regreso a Afganistán tras comprobarse que no pertenecía a grupos terroristas. Pero no fue puesto en libertad ni entregado al gobierno afgano, sino que “terminó encerrado en una prisión operada por un contratista estadounidense”.Por ahora, el status quo sigue rígido y Guantánamo permanecerá abierta, con muchos interrogantes por resolver. Según el artículo 18 de la Convención de Genova, “los prisioneros de guerra serán liberados y repatriados sin retraso luego del cese de hostilidades”. Obama declaró finalizada la misión en Afganistán, pero un remanente de soldados estadounidenses permanecerán en el país centroasiático hasta el 2016, mientras un sector del Congreso considera que la amenaza terrorista desde este país sigue latente.El 2016 no es un año cualquiera. Es cuando Barack Obama sale de la Casa Blanca.

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