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Francia, entre el cambio hacia el socialismo o el continuismo de Sarkozy

Según encuestas y analistas, Hollande, candidato socialista, sería el ganador hoy en los comicios por la Presidencia.

6 de mayo de 2012 Por: Diego Muñoz | Especial para El País

Según encuestas y analistas, Hollande, candidato socialista, sería el ganador hoy en los comicios por la Presidencia.

Para los europeos, el debate televisivo del pasado miércoles entre el presidente francés, Nicolás Sarkozy, candidato a la reelección por el Partido UMP y su rival, el socialista François Hollande, en la segunda vuelta de las elecciones generales que se celebran hoy en Francia, no lo ganó ninguno de los dos. Pero sí lo hizo el público francés, 18 millones de espectadores, 44 millones de electores, que ya saben con claridad en qué lado está cada uno de ellos y qué proponen para los tiempos que se avecinan tanto en Francia como en la Unión Europea.Y no sólo los franceses sacaron utilidad del acalorado debate. También el resto del mundo, porque pocas veces se ha podido ver una discusión tan vibrante, con tantas ganas y tantos argumentos. Aunque Sarkozy se salió de casillas en varias ocasiones, Hollande se encargó de suavizar las cosas, encerrarlo y volverlo al cauce de la confrontación sana, donde ambos se dieron fuertes golpes sin dejarse caer al suelo.Por eso los dos candidatos reclamaron la victoria como suya, aunque la mayor parte de los medios franceses aseguró que haya quien haya ganado el debate, en nada decidió sobre la ventaja con la que llega hoy el candidato Hollande, por encima de los 5 puntos, 52% sobre 47%.“Hoy Francia decide su futuro y creo que los franceses lo tienen claro, saben qué camino va a coger el país dependiendo del candidato que elijan. El debate, que se tomaron como el que ninguno debía perder, ha dejado en claro la postura de cada uno, lo que le permite a los electores no tener dudas. Fue una gran lección que deberíamos aprender en España y en el resto del mundo, dos hombres ambiciosos de la misma edad, 57 años, pero con puntos de partida muy diferentes. Sarkozy, un animal político que bajo ningún concepto se rinde sin tratar de rebatir, desmentir, interrumpir y lanzar zancadillas y Hollande, que ha preparado a fondo su llegada al poder, que supo defenderse, estar más sereno y aguantar. Uno de los dos, yo creo que el segundo, Hollande, cambiará hoy la historia de Francia”, dice el periodista Pere García Lleida. Teniendo claro los conceptos de cada uno de los candidatos, falta por definir qué camino van a tomar hoy los que votaron a Marine Le Pen, del Frente Nacional, hija del ultraderechista Jean Marie Le Pen y tercera en la contienda durante la primera vuelta de las elecciones presidenciales del 22 de abril.De acuerdo con las encuestas, un 50% de los seguidores de Le Pen votaría Sarkozy mientras que un 30% se decantaría por Hollande, mientras que el resto, como la propia Marine Le Pen, apostaría por el voto en blanco.“No entiendo por qué Sarkozy quiere mis votos -dijo Le Pen- cuando anda difundiendo el miedo hacia la izquierda poniendo como ejemplo la España de Rodríguez Zapatero, pero él ha hecho lo mismo o incluso peor en Francia”.El viernes hasta el último momento el presidente Nicolás Sarkozy, en un intento desesperado, se dio a la tarea de tratar de llegar a los votantes de extrema derecha, incluyendo a los votantes del Partido Nacionalista de Le Pen que aún no se deciden por quién votar, colocando como bandera el tema de la inmigración.Y es que lo tiene difícil el Presidente, ya que todos los líderes que en la zona del euro han buscado la reelección desde 2008, la han perdido. El temor a quedarse fuera, es la razón por la que en los últimos días, el presidente diera algunos tumbos en sus discursos, pasando desde el centro a la extrema derecha y de allí al nacionalismo.Mientras que Hollande defiende un cambio de enfoque para la economía en la eurozona que le permita recuperarse, Sarkozy se empeña en defender el trabajo que ha hecho junto con la canciller alemana Ángela Merkel y que ha llevado a países como Grecia, España y Portugal a aplicar duras medidas y recortes con pocas posibilidades de recuperación a corto plazo.Sarkozy también ha dado pasos en la retórica nacionalista tratando de conseguir votos en la derecha. “Creo que ha sido un error -dijo Sarkozy al término de la campaña- haber tratado de derrumbar las fronteras políticas, económicas, culturales y morales, porque se generó un desorden. Sin fronteras no hay nación, no hay Estado, no hay república, no hay civilización. Las fronteras tiene una importancia crucial. Europa fue la región del mundo que más lejos fue en la desaparición de las fronteras, pero se equivocó porque sin fronteras no hay política y no hay libertad. Europa cedió demasiado a la religión del libre cambio y la desregulación, cedió a un mundo donde los técnicos tenían más poder que los políticos”.Los casi 45 millones de franceses aptos para votar deciden hoy si dejan a Sarkozy tras cinco años en el poder o lo cambian por Hollande convirtiéndolo de paso en el primer presidente que en 30 años, pierde una reelección.Hollande, por su parte, ha dicho que de ganar, mañana mismo, el día después, enviará un memorando a los jefes de Estado europeos sobre el acuerdo de disciplina presupuestaria.“Necesitamos -explica Hollande- un pacto de crecimiento. Tenemos que volver atrás y tener un pacto que nos permita crecer, una renegociación del tratado de disciplina fiscal firmado el pasado marzo por 25 países de la UE para agregarle un programa de estimulación del crecimiento y reducción del déficit público con miras a recuperar el equilibrio a finales de 2017. Europa no está condenada a la recesión y espero poder renegociar el tratado para lanzar grandes proyectos de futuro y protegernos de la competencia desleal de la mundialización. Creo que es posible, como ya lo ha sido, conseguir más apoyos en Europa para convencer a Alemania de fortalecer políticas a favor del crecimiento y del empleo”.Otra de sus medidas sería la de liberar más posibilidades de financiamiento del Banco Europeo de Inversiones (BEI), la creación de un impuesto a las transacciones financieras y la movilización de los remanentes de los fondos estructurales europeos para proyectos.Hollande resaltó que si sale elegido hoy no discutirá con Ángela Merkel, que no quiso recibirlo en su visita de candidato a Alemania por estar en contra de la Unión , pero que tratará de tener discusiones firmes y amistosas con ella.En cuanto a política exterior, promete una relación de confianza con los Estados Unidos, más equilibradas con China y que antes de que termine el año, retirará las tropas francesas de Afganistán, algo que prometió Sarkozy para finales del 2013.

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