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Familiares piden respuestas sobre desaparecidos por explosión en México

El incidente, que se registró en las cercanías de la petroquímica de Pajaritos, deja 13 muertos y 18 desaparecidos.

21 de abril de 2016 Por: Elpais.com.co | AFP

El incidente, que se registró en las cercanías de la petroquímica de Pajaritos, deja 13 muertos y 18 desaparecidos.

[[nid:529131;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2016/04/afp_9u0ye.jpg;full;{El balance podría ser mayor ya que varios de los 136 heridos se encuentran en graves condiciones. El gobierno manifestó este jueves que no existe riesgo de contaminación.Agencia AFP}]]Escenas de angustia y llanto de familiares de trabajadores reportados como desaparecidos se repetían este jueves en las cercanías de la petroquímica de Pajaritos, en el este de México, sacudida este miércoles por una poderosa explosión que deja un saldo preliminar de 13 muertos. 

[[nid:529211;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/270x/2016/04/afp_9u9jb.jpg;left;{Foto: AFP}]]Unas 300 personas se agolparon a lo largo de la mañana en el cordón de seguridad establecido por un centenar de militares en torno de Petroquímica Mexicana de Vinilio, copropiedad de la estatal Petroles Mexicanos, Pemex y de la privada Mexichem, que opera la planta localizada en Coatzacoalcos, Veracruz, este. 

"Queremos que nos los entreguen, que no lo hagan perdedizo, si no nos dejan pasar nos vamos a pasar por la mala", dijo indignada Guadalupe Torres, quien busca a su hermano Fernando, de 21 años, y quien cumplía su última semana de un trabajo temporal.

Por momentos, los militares batallaban por contener a los civiles, cuyos reclamos mezclados con llanto se agudizaron cuando llegaron camionetas de servicios periciales y vehículos castrenses.

Al final, con lista en mano, militares permitían el acceso a grupos pequeños de personas para recibir informes sobre el destino de sus seres queridos. Un obrero sobreviviente a la explosión y que prefirió guardar el anonimato por temor a represalias, relató a periodistas que había unos 300 trabajadores al momento de la deflagración y que la fuga comenzó por la mañana, unas cinco horas antes del estallido fatal.

"Estaba en la parte de atrás cuando se vino la primera explosión, vimos cómo los vidrios se colapsaban, los fierros cómo se doblaban porque es un material viejísimo. Con la segunda explosión vi cómo volaban los cuerpos desde los andamios", añade antes de irrumpir en llanto pues compañeros suyos murieron.

Causas inciertas 

El presidente Enrique Peña Nieto envió durante un acto público un mensaje de solidaridad para las víctimas y sus familiares y anunció que por la tarde recorrerá el sitio de la explosión. "Sin duda este incidente ha causado pena y dolor en muchas familias", dijo Peña Nieto.

José Antonio Galicia, empleado de una firma contratista del complejo y que estaba a unos metros del complejo al momento de la deflagración, denunció que la planta "avisó" porque venía registrando fugas desde semanas atrás.

"La causa fue una fuga. La pregunta es por qué se escaparon esos gases de los contenedores. Todo indica que fue un accidente", dijo a Radio Fórmula el director general de Pemex, José Antonio González Anaya.

José Antonio Puente, coordinador nacional de protección civil de la secretaria de Gobernación, informó que la tragedia dejó 13 muertos, 136 heridos, 13 de ellos graves, y 18 desparecidos.

"No se ha ingresado a una zona muy delicada, puede haber derrumbes, la están enfriando con chorros de agua y esa cifra de fallecidos podría incrementarse. Tenemos todavía mucha gente en los hospitales", detalló Puente a la televisora Milenio.

Las víctimas son en su mayoría trabajadores de la planta conocida como Pajaritos y que se ubica en la costa del Golfo de México. Los familiares de obreros temen que los desaparecidos sean muchos más.

Sin riesgo de contaminación 

La explosión estremeció a una amplia zona de Coatzacoalcos, desencadenando escenas de pánico y obligando al desalojo de unos 2.000 pobladores, que regresaron a sus hogares este jueves tras descartarse riesgos de contaminación.

La vida en Coatzacoalcos, de unos 235.000 habitantes, volvía a su normalidad la mañana de este jueves, con comercios abiertos y autos transitando por las calles, aunque las clases fueron suspendidas.

A la distancia, apenas se alcanzaba a divisar una ligera columna de humo, constató un periodista de la AFP mientras que autoridades de protección civil y de Pemex aseguraron que el siniestro ha sido controlado.

En los últimos años se han registrado distintos percances en instalaciones de Pemex ya sea por accidentes dentro de las plantas o por explosiones en ductos de gasolina que son perforados por grupos criminales que trafican este combustible. Uno de los siniestros más aparatosos se registró en enero de 2013 cuando 37 personas murieron por un estallido en la sede de Pemex en Ciudad de México.

En septiembre de 2012, una explosión de gas en una planta en la ciudad de Reynosa, Tamaulipas, noreste, dejó un saldo de 30 trabajadores muertos. Pemex, que aporta poco menos de 20% a los ingresos del país, afronta la caída de los precios internacionales de petróleo, el robo de combustible por parte del crimen organizado y una drástica baja de su producción, de 3,4 millones de barriles diarios en 2004 contra 2,2 millones en 2015.

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