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Estas debilidades podrían restarle a reelección de Obama

Aunque ha puesto su empeño en recuperar la economía, tiene muchas críticas. Libertades civiles, otra falencia.

8 de septiembre de 2012 Por: Felipe Lozano Puche | Corresponsal de El País en Washington

Aunque ha puesto su empeño en recuperar la economía, tiene muchas críticas. Libertades civiles, otra falencia.

El miércoles 29 de agosto, mientras en Tampa los republicanos celebraban su fiesta, el Presidente de los Estados Unidos se asomaba a la red social Reddit para hacer lo que ahí llaman un AMA (Ask Me Anything: pregúntenme lo que quieran). Durante 30 minutos, Barack Obama respondió las preguntas de los usuarios, que en esta red son anónimos.El tráfico fue tan intenso que Reddit colapsó, y la mayoría de preguntas (entre ellas, por supuesto, las más complicadas) se quedaron sin responder. “¿Cuál fue la decisión más difícil de su mandato?”, inquirió el usuario fifthsurprise. “La decisión de aumentar nuestro pie de fuerza en Afganistán”, escribió el Presidente desde Charlottesville, Virginia, donde había tenido un acto de campaña.FalenciasHace cuatro años, Obama era el candidato que se había opuesto a la invasión de Iraq, el abogado constitucionalista que iba a restituir las libertades individuales pisoteadas durante la administración guerrerista de George W Bush. El primer día de su mandato, tal como lo prometió, el Presidente firmó un decreto para el desmantelamiento de la prisión militar de Guantánamo. El mundo entero respiraba aliviado ante el regreso de la cordura a la Casa Blanca, un sentimiento que el jurado del Premio Nobel interpretó otorgándole el premio de la paz ese mismo año.En perspectiva, la academia sueca le hizo un flaco favor a Obama. El Nobel se ha convertido en un estigma de su administración, acentuando el contraste entre lo prometido y lo que terminó ocurriendo: una política de seguridad aún más agresiva de la que había implementado su antecesor. Y Guantánamo, ese símbolo de lo peor de la era Bush-Cheney, sigue operando igual que antes. Para Carlos Hidalgo, analista del ‘think tank’ libertario Cato Institute, esa ha sido la mayor decepción con este Presidente: “las medidas económicas son más fáciles de echar para atrás, pero las limitaciones a las libertades civiles por lo general permanecen”. Hidalgo acusa a una parte de la izquierda, que ha sido abanderada de las libertades civiles, de no ser suficientemente crítica con el Mandatario en estos aspectos. Si bien Obama ha decidido retirar las tropas de Iraq y Afganistán, por otro lado su política de seguridad nacional se ha concentrado en los ataques a blancos específicos aprovechando la enorme ventaja tecnológica con la que cuenta el Pentágono. Así, el bombardeo de objetivos con aviones no tripulados (los ‘drones’), inclusive en países en los que EE.UU. no interviene oficialmente (como Yemen, Somalia o Pakistán), se ha vuelto casi pan de todos los días (en 2010 se contabilizaron, según el New York Times, 117 ataques con ‘drones’ a Pakistán). La técnica garantiza una exposición mínima de vidas estadounidenses, aunque no deja de ser una ejecución extrajudicial en territorio extranjero, y en muchas ocasiones los bombardeos cobran vidas de civiles inocentes.Pero la administración Obama no sólo ha abusado de los derechos humanos de los ciudadanos de otros países, sino que también ignoró los de sus compatriotas. Entre septiembre y octubre de 2011, el Comandante en Jefe autorizó las ejecuciones de Anwar al-Awlaki y de su hijo de 16 años en la península de Yemen, dos ciudadanos estadounidenses acusados de ser miembros de Al Qaeda.Corre riesgosA pesar de que en los mentideros políticos se suele calificar a los republicanos de ‘halcones’ y a los demócratas de ‘palomas’, Obama ha demostrado en más de una ocasión ser un Jefe de Estado arrojado, capaz de tomar decisiones difíciles, riesgosas, y con resultados exitosos.Los defensores del Mandatario coinciden en señalar que fue él quien consiguió dar de baja a Osama Bin Laden, algo que Bush no logró hacer en más de siete años de cacería. Adicionalmente, el Presidente retiró las tropas de Iraq en diciembre del año pasado, poniendo fin a casi nueve años de intervención, tal y como lo había prometido en campaña. En el campo de los derechos humanos, los críticos de Obama encuentran ejemplos también a nivel nacional. “El Presidente fue profesor de derecho constitucional, él tiene consciencia de las grandes injusticias de la sociedad estadounidense”, explicó Eric Sterling, director de la Criminal Justice Policy Foundation, organización que promueve una reforma integral del sistema de justicia y penal. Sterling recordó una anécdota de las memorias publicadas por George W Bush: durante la toma de posesión de Barack Obama, el Presidente saliente le recomendó al que se posesionaba que utilizara más el poder de indulto, que le confiere al primer mandatario la autoridad para derogar una sentencia judicial. “Cuando yo vine a Washington”, cuenta Sterling, “ en la administración de Jimmy Carter (1977-1981), había 25.000 reos en el sistema federal de prisiones. Hoy son más de 200.000, y la mitad están condenados por cargos de narcotráfico”. Antes de formar la organización que lidera, Sterling fue funcionario del Departamento de Justicia y participó en la redacción del Código Penal vigente. Sabe que, por diseño, es especialmente drástico con las personas más jóvenes de las poblaciones más vulnerables, como las minorías afroamericanas o de inmigrantes. “En el sistema de prisiones hay 2.360 ciudadanos colombianos y más de 40.000 mexicanos”. Sin embargo, a pesar de las recomendaciones de su predecesor y de la sobre- población carcelaria, el Presidente no ha utilizado el recurso del indulto, prefiriendo abstenerse de intervenir en una situación que ha seguido empeorado en su gobierno. Sí es la economía Si nos remitimos a los prioridades electorales, lo que más cobra relevancia en estas elecciones es la situación económica del país. En ese sentido, Carlos Hidalgo, del Cato Institute, advirtió que “Estados Unidos no ha reelegido a un presidente con un nivel de desempleo superior al 8% desde Franklin D. Roosevelt”. El analista aseguró que la crisis económica no fue un producto de la administración demócrata, pero si es muy crítico de sus políticas para recuperar la senda de crecimiento. Para él, el estímulo económico por más de US$800.000 millones que aprobó el Congreso en 2009 no sirvió su propósito de reactivar la economía y, sin embargo, sí explotó el nivel de endeudamiento nacional. Simultáneamente, desde el flanco izquierdo, hay una escuela de economistas, entre los que se cuenta el Premio Nóbel, Paul Krugman, que sugieren que el paquete de estímulos económicos del presidente Obama debió haber sido aún más grande para poder recuperar el terreno perdido luego del ‘choque’ financiero más devastador desde la crisis del 1929. Lo que es innegable es que la trayectoria económica del país cambió de tendencia luego del paquete de medidas económicas implementadas en 2009. Si bien el ritmo de la recuperación no ha sido el esperado por la administración Obama, la economía volvió a crecer y el país dejó de perder empleos, evitando una recesión cuyos resultados podrían haber sido desastrosos. Adicionalmente, la intervención estatal en la industria automotriz, a la que Mitt Romney se opuso en su momento, consiguió darle vuelta a la crisis de Chrysler y General Motors, dos de las tres grandes compañías de este sector, que ha producido más de 100 mil empleos desde 2009. Como ocurre en muchos tópicos, tanto políticos como económicos, la Casa Blanca de Barack Obama ha dejado descontentos a sectores de un lado como del otro, algo que se podría interpretar como una demostración de su ánimo concertador. El sector financiero de los EE.UU. es uno de los que raja al Presidente. Si en 2008 Wall Street apostó mayoritariamente por él, esta vez está volcado con Mitt Romney. En marzo, un informe de la revista The New Republic indicaba que la candidatura republicana estaba reuniendo cuatro veces más dinero entre la comunidad de fondos de inversión que la campaña de Obama. Y, sin embargo, el sector financiero es el que mejor se ha recuperado de la crisis, apalancado sobre fondos de ayuda públicos. El año pasado, los presidentes de los cuarenta principales fondos de inversión devengaron 1.300 millones de dólares, al tiempo que los ejecutivos de las grandes firmas de Wall Street recibieron multimillonarias bonificaciones gracias al buen desempeño del sector, prácticamente el único que ha podido recuperar la senda del crecimiento anterior a la crisis de 2008.Decepción El informe sobre la evolución mensual del empleo en EE.UU. mostró ayer un ritmo insuficiente de creación de empleo, a dos meses justos de los comicios del 6 de noviembre.Obama pidió a los estadounidenses más tiempo para que sus políticas den fruto y denunció la vuelta atrás que supondría, a su juicio, un triunfo de los republicanos.Aunque el desempleo bajó dos décimas en agosto, hasta el 8,1 %, respecto al mes anterior, la ganancia neta fue de 96.000 empleos, muy por debajo de los 130.000 esperados para un mercado laboral que está en recuperación.Discurso del Presidente, más realista que inspirador*Agencia EFETras ser aclamado por los asistentes a la Convención Demócrata en Charlotte, Carolina del Norte, los analistas diseccionaron el discurso de candidatura de Barack Obama para los comicios presidenciales de noviembre. Steffen Schmidt, profesor de la Universidad de Iowa, indicó que el discurso del Presidente fue “suficiente” pero que nada tuvo que ver con el que pronunció en el 2008, cuando su retórica fue “más poderosa, más fresca e impresionante”.El experto consideró que después de los “apasionados y efectivos” discursos del vicepresidente, Joe Biden; del senador John Kerry y la exgobernadora de Michigan, Jennifer Grandholm, el de Obama fue “un poco anticlimático”.Por su parte, el diario político The Hill consideró que el discurso del actual Jefe de Estado fue “fuerte, animado y sin errores”, aunque no estuvo dentro de sus momentos retóricos “más lucidos”.Más que competir con la intervención de su rival republicano, Mitt Romney, en Tampa, Florida, o con la del expresidente Bill Clinton, inevitablemente las palabras de Obama se iban a comparar con las de 2008 y con el discurso que lo catapultó en la convención de 2004.Así que, consciente de que ambas actuaciones eran difíciles de igualar, Obama “ni siquiera lo intentó”, según la cadena CNN. Para el congresista republicano Mario DÍaz-Balart el problema no fue el discurso, sino “que no tiene ni idea de cómo crear empleos, de cómo funciona la economía”.

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