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En cinco meses en el poder, el presidente Donald Trump no solo ha sido protagonista por sus polémicas decisiones relacionadas con la política internacional, sino que ha despedido a varios funcionarios que hoy lo tienen en un escándalo que podría cobrarle su puesto. | Foto: Agencia EFE

ESTADOS UNIDOS

¿Está Donald Trump obstruyendo la justicia?

De comprobarse este hecho, tras la indagación preliminar, el Mandatario podría enfrentar un juicio político. Sigue la crisis.

18 de junio de 2017 Por: Agencia EFE

“¡Estoy siendo investigado por despedir al director del FBI (James Comey) por el hombre que me dijo que despidiera al director del FBI! Caza de brujas”.

La frase escrita por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en su cuenta en Twitter el pasado viernes es tan confusa como toda la trama que lo tiene envuelto en un escándalo que podría llevarlo a un ‘impeachment’ por presunta obstrucción a la justicia.

Por el momento, ni la Casa Blanca ni el abogado del Mandatario para todo lo relacionado con esta investigación, Marc Kasowitz, han emitido una aclaración sobre el mensaje.

Trump no da ningún nombre, pero su comentario llega después de que en la misma red social se mostrara enfurecido y tachara de “falsa” la información de que el fiscal especial Robert Mueller está investigándolo por posible obstrucción a la justicia.

No obstante, no está claro si se refiere a Mueller, que fue nombrado fiscal especial sobre la trama rusa tras el despido de Comey, o al fiscal general adjunto estadounidense, Rod Rosenstein, quien elaboró un informe determinante en el que recomendaba al Presidente destituir a Comey.

Según una fuente anónima de CNN, que habló con Trump, la persona a la que se refería el republicano es Rosenstein.

Precisamente, Rosenstein emitió un inusual comunicado en la noche del jueves en el que pedía a los estadounidenses “ejercer cautela antes de aceptar como verdad cualquier noticia atribuida a funcionarios anónimos, particularmente cuando no se identifica el país ni la agencia del Gobierno a la que pertenece”.

Si al ser llamado a dar testimonio, el presidente Donald Trump miente o manipula las informaciones disponibles, podría considerarse que incurre en desacato o perjurio, hecho por el que también se le abriría juicio político.

La demócrata de más nivel en el Comité de Justicia del Senado, Dianne Feinstein, que supervisa los asuntos relacionados con el Departamento de Justicia, expresó, por su parte, su malestar por el controvertido mensaje de Twitter que publicó el Mandatario.

“Estoy cada vez más preocupada de que el Presidente intente despedir no solo a Robert Mueller (...) sino también a Rosenstein, quien nombró a Mueller”, indicó la demócrata.

Lea aquí: 'Donald Trump confirma que lo investigan por despedir a James Comey'.

Ante toda esta ola de desconcierto, trascendió que Mueller ha incorporado trece nuevos abogados para la investigación rusa y tiene planes para contratar a más.

Mueller está conformando un equipo de investigadores que han lidiado con casos del más alto nivel para las pesquisas sobre la trama rusa, indicó su portavoz Peter Carr.

Ante esto, Trump escribió otro tuit en el que decía: “Después de siete meses de investigaciones y audiencias en comité sobre mi ‘complot con los rusos’” nadie ha sido capaz de mostrar ninguna prueba. ¡Triste!”.
Pero, ¿exactamente por qué se le está investigando al Mandatario de los estadounidenses que lleva cinco meses en el poder y una larga lista de escándalos?

¿El obstructor?

Hace una semana, después de que James Comey presentara su testimonio ante una instancia del Senado sobre lo que fue su paso por la Dirección del FBI, se levantó una polvareda porque a muchos les pareció que el Jefe de Estado trató de detener sus investigaciones.

Comey sostuvo que no era su papel juzgar al Mandatario y que el trabajo debía emprenderlo la comisión del Congreso para determinar su culpa, pero sus declaraciones dejaron la polémica abierta tras explicar, con lujo de detalles, cómo Trump lo presionó para que no siguiera con la investigación de los lazos de Michael Flynn, exsecretario de Defensa, y Rusia durante las elecciones presidenciales de noviembre pasado.

Lea también: 'Servicio secreto de EE.UU. niega tener grabaciones de Trump en la Casa Blanca'.

“El Presidente insistió en el tema de Mike Flynn diciendo: ‘Él es un buen tipo y ha tenido momentos muy difíciles’. Repitió que Flynn no había hecho nada malo con sus llamadas a los rusos, pero que le había mentido al Vicepresidente. Y luego dijo: ‘Espero que puedas encontrar la manera de dejar ir este asunto, dejar ir a Flynn. Es un buen tipo.
Espero que puedas dejar ir esto’. Y respondí solamente que ‘es un buen tipo’. (…) Pero nunca dije que lo dejaría ir”, expresó Comey en su declaración.

La comparecencia del fiscal General, Jeff Sessions, frente a la misma comisión que investiga las relaciones de Rusia con las elecciones, dejó más dudas todavía.

Allí se acusó a Sessions de hacer ‘stonewalling’, es decir, de no querer comunicar nada útil frente a la comisión y, cada que pudo, se negó a responder invocando el privilegio ejecutivo (es decir que el Presidente le pidió no divulgar sus conversaciones privadas) o, simplemente, diciendo que no se acordaba.

Por lo que para muchos su testimonio, en vez de limpiar al Presidente, lo que hizo fue ahondar las dudas sobre la relación de los funcionarios y el Gobierno ruso.

Si se confirma, el delito de obstrucción a la justicia podría espolear un juicio político (impeachment) contra Trump en el Congreso, algo que apoyan legisladores de la oposición demócrata si se dan las circunstancias pertinentes.

Sin embargo, el Comité de Inteligencia del Senado, que también indaga por su cuenta en la trama rusa, ha decidido que no va a investigar si Trump trató de obstruir la justicia, y que dejará ese tema en manos de Mueller, según informó la cadena CNN.

El senador republicano Richard Burr, presidente de ese comité, precisó que “la obstrucción es algo criminal. Pero nunca ha sido parte de nuestra investigación”.

Según publicó el miércoles The Washington Post, el fiscal especial Mueller está entrevistando a altos funcionarios de inteligencia para dilucidar si Trump incurrió en ese delito.

El actual Director Nacional de Inteligencia, Daniel Coats, y el almirante Mike Rogers, jefe de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), ya han aceptado reunirse con el equipo de investigadores del fiscal especial, de acuerdo con el diario.

La revelación llega días después de que circularan rumores de que Trump podría haberse planteado despedir a Mueller, como hizo con Comey, aunque la Casa Blanca mantiene que no hay ningún plan de prescindir del fiscal especial.

“¡Están siendo testigos de la mayor CAZA DE BRUJAS en la historia política estadounidense, liderada por gente muy mala y con problemas!”, se defendió Donald Trump en otro trino.

Museo para los tuit polémicos del Presidente

Los documentos oficiales de Donald Trump tendrán que esperar hasta el fin de su mandato para descansar en la biblioteca presidencial de Estados Unidos, pero aquellos escritos en 140 caracteres cuentan desde el viernes con un espacio propio: la ‘Biblioteca Tuitera Presidencial’.

Situado enfrente de la Torre Trump en Nueva York, este recinto ofrece un jocoso recorrido por los populares y controvertidos tuits del Presidente, que han sido recopilados por el canal Comedy Central y permanecerán a la vista del público durante este fin de semana.

La ‘Biblioteca Tuitera Presidencial’ explora “la historia, la ciencia y el arte” de los tuits de Trump, “desde sus intentos más tempranos para poner sus dedos regordetes en el teléfono celular hasta su eclosión como un prominente revolucionario de las redes sociales de nuestra era”, destaca el canal en su página web.

A lo largo de diferentes secciones, lucen enmarcados los tuits más famosos de Trump, desde los que hacen referencia al muro con México hasta los que atacan a los medios por sus “noticias falsas”.

Los errores de tipografía de Trump se exhiben en ‘Borrados pero no olvidados’, que conduce a un apartado dedicado a los “supervivientes” de la labia presidencial, como el inversor Mark Cuban y el escritor Stephen King, a quienes el Mandatario tiene bloqueados.

El humorista Trevor Noah inauguró la biblioteca tuitera, para la que se han formado largas filas que algunos visitantes plasmaron en fotos en esta misma red social. “La cola dura una hora, pero vale la pena esperar”, escribió un usuario.

Si tienen suerte y el Presidente tuitea algún mensaje en tiempo real, los visitantes podrán acudir a una pantalla y verlo en primicia, alertados por una estruendosa sirena y una luz roja de aviso, como si se tratara de un terremoto.

Otra de las curiosidades del recorrido es un espacio que imita al Despacho Oval y donde un inodoro dorado invita a los más atrevidos a sentarse y tuitear desde un iPad, en alusión a los rumores de que Trump utiliza las redes sociales cuando va al baño.

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