España y cardenal cubano evalúan liberaciones de prisioneros

En total, 50 ex prisioneros cubanos, junto a casi 200 familiares, han llegado a España.

La canciller española Trinidad Jiménez y el cardenal arzobispo de La Habana Jaime Ortega evaluaron el jueves el proceso de liberaciones de prisioneros cubanos exiliados a España y la situación política en la isla.Ortega y Jiménez se reunieron a puerta cerrada por espacio de una hora y media en Madrid. No hubo declaraciones al término del encuentro.La cancillería afirmó en una comunicación escueta que Ortega y Jiménez intercambiaron impresiones sobre Cuba y las reformas económicas anunciadas por el gobierno de Raúl Castro.Además, el cardenal cubano se interesó por la situación de los presos liberados por La Habana y expatriados a España en virtud del acuerdo entre el ejecutivo de Castro y la Iglesia Católica.En total, 50 ex prisioneros cubanos, junto a casi 200 familiares, han llegado a España desde el inicio de este proceso de excarcelaciones en julio. Tres de ellos se trasladaron posteriormente a Chile, Estados Unidos y la República Checa.Hasta el momento, 39 de los disidentes liberados son parte de los 52 miembros del 'Grupo de los 75' que permanecían en prisión desde 2003 bajo cargos de conspiración. El resto eran prisioneros condenados por otro tipo de delitos, que no formaban parte de la lista inicial de 'los 75' y que también aceptaron abandonar la isla y ser acogidos en el país ibérico.Ortega no se entrevistó con los cubanos liberados en Madrid, a pesar de que algunos de ellos habían intentado concertar una reunión con el prelado católico, explicó The Associated Press Alejandro González Raga, portavoz del Observatorio Cubano para los Derechos Humanos en España. González Raga dijo que su intención era abordar con Ortega la situación de los 12 disidentes del "Grupo de los 75" que se negaron a abandonar la isla y siguen en cárceles cubanas. Además, varios liberados aseguran que algunos de los familiares que deberían haber viajado a España con ellos siguen en Cuba sin que la Iglesia, el gobierno cubano y el español hagan nada por solucionarlo.