En Venezuela Maduro podría caer por un golpe... de los chavistas
Aunque para muchos suene descabellada, analistas políticos creen que esa opción está hoy más cerca en el vecino país.
Aunque para muchos suene descabellada, analistas políticos creen que esa opción está hoy más cerca en el vecino país.
Ahora ya no es solo Nicolás Maduro el que habla de un posible golpe de Estado conspirativo que la oposición y los Estados Unidos estarían fraguando en Venezuela. Ahora es la mayoría de venezolanos la que habla de un autogolpe al mandatario actual, por parte del mismo chavismo. La versión argumenta que sería la estrategia del chavismo para conservar el poder en el vecino país y a la vez recoger el capital político del expresidente Hugo Chávez, que según ellos, Maduro ha dilapidado. Margarita López, historiadora y doctora en Ciencias Sociales, opina que de ocurrir un golpe de Estado en Venezuela, vendría por el lado del chavismo, que es la fuerza que controla a los militares de alta jerarquía. La oposición no cuenta con poderío militar ni Fuerzas Armadas. La violencia está en manos del Gobierno, que tiene las Fuerzas Armadas, los colectivos armados y las milicias, así que yo descartaría un golpe de Estado de la oposición en contra de Maduro, pero si lo hay, sería un golpe para mantener al chavismo en el poder, confirmó la catedrática de la Universidad Central de Venezuela a El País vía telefónica. Es más, la historiadora piensa que el estado de excepción que decretó el presidente Maduro este 14 de mayo, es una suerte de autogolpe, porque le quita facultades a la Asamblea Nacional que no se pueden abolir por un estado de excepción ni de conmoción. Con el decreto, opina ella, Maduro judicializa su actitud y dice: Bueno, hay un estado de excepción, hago lo que me da la gana. Al estilo de Fujimori en Perú, cuando dijo: Les cierro el Congreso y lo vuelvo un cascarón vacío. Maduro dijo: Si quieren se siguen reuniendo, pero les apago la luz, hay crisis energética y que no puedan trabajar. Luis Salamanca, abogado y doctor en Ciencias Políticas, acepta que en su país el termómetro social que sube y sube pone a pensar en qué hacer políticamente. Y una de las opciones es el relevo en la Presidencia de la República, por la oposición, pero también esa intención ha calado en ciertos sectores oficialistas e incluso a militares. No obstante, admite que si hay algo difícil en Venezuela, es el tema militar, tan poco visible, más hoy por la tendencia del Estado a no transparentar información o situaciones internas. Margarita López coincide en que el sector militar es una caja negra con poca información, salvo ciertas señales de descontento de algunos generales visitando ciudades del interior del país, y dando ruedas de prensa criticando las políticas económicas de Maduro y que no se abra al diálogo con la oposición. Como el general (r) Cliver Alcalá Cordones, que se pronunció el miércoles pasado a favor del referendo revocatorio, otros militares hablan como chavistas abiertamente, al parecer para presionar a Maduro a que no entorpezca el referendo revocatorio y que se someta a éste, como lo hizo Chávez. Así ha cobrado protagonismo el general (r) Miguel Rodríguez Torres, ex ministro de Maduro y exjefe de inteligencia de Chávez, y el general Alcalá Cordones, aunque está retirado, alguien dijo que está activo, lo cual es una insubordinación completa. Están mostrando que ellos son demócratas y que Maduro no lo es. Es de suponer que debe haber algún grupo que los respalda. Incluso, se presentan vestidos de civil para hacerse ver como presidenciables, dice la analista. No pasa igual con los militares activos. Los que sostienen el régimen de Maduro son los militares que están en negocios ilícitos como el contrabando de armas, medicinas, alimentos, gasolina y drogas, dice Margarita López, pero aclara que no es un grupo homogéneo, está tan fragmentado y debilitado como el resto de la sociedad. De ahí que Salamanca cree que el golpe lo darían los militares, pero de sectores medios, donde puede haber oposición al alto mando y al Gobierno. Para él, vendría de los militares que estuvieron con Chávez, que se sienten descontentos y desplazados, como Cliver, y plantean la necesidad de cambio. El papel militar va a estar presente en esta crisis, sea para intervenir o para hablar primero como hicieron el 7 de diciembre para cerrar la puerta a rumores sobre el rechazo a los resultados de las elecciones, dice el catedrático. Chavistas golpistas Aunque no hay una organización o movimiento fuerte capaz de desafiar la terquedad de Maduro, hay disidencias chavistas como Marea Socialista, formada hace dos años por profesionales e intelectuales. Pero tienen muy poca capacidad de recoger el caudal electoral de Chávez. Tienen la capacidad de justificar el descontento, critican la deriva autoritaria de Maduro pero carecen de músculo político para enamorar a las bases chavistas, observa Margarita López. El otro grupo es el de los viejos ex ministros de Chávez: el de Economía, Jorge Giordani; el de Educación, Jorge Navarro; la de Asuntos Indígenas y Medio Ambiente, Elisa Osorio, que han salido a criticar abiertamente la corrupción generalizada en el gobierno de Maduro, pero tampoco tienen capacidad de crear una organización política. No tienen capital político por sí mismos, sino porque eran alfiles de Chávez, agrega López. Son militares (r) que han estado en política y piensan que Maduro no representa el proyecto chavista. Y así, sin organización para competir en una elección, juegan al atractivo militar, a esa añoranza venezolana por un hombre duro, cuando el ciudadano se siente inseguro, desamparado, huérfano, no hay ley ni justicia, añade la analista. Colette Capriles (no es familiar del opositor Henrique Capriles), docente de la Universidad Simón Bolívar, no siente el rumor golpista ni le da alta probabilidad. Pero admite que cierta parte del Gobierno estaría dispuesta a violar aún más la Constitución para mantenerse en el poder, mientras otras fuerzas del Gobierno y del chavismo no apoyan esa política confrontacional. En opinión de Colette, algunos militares sí se han manifestado críticos del gobierno de Maduro, pero no con un discurso golpista. Al contrario, diciéndole que la única forma de mantener la paz es respetando la Constitución, no dando un golpe, advierte. Señala que el Gobierno intenta es que la oposición se salga del carril, y que en un juego de mucha tensión, se traslade a un escenario de caos, donde el Gobierno se siente mejor con una oposición dividida y desordenada que abandona la vía institucional. Por ello, dice, el único que puede dar un golpe en Venezuela es el propio Gobierno, tratando de provocar esa situación de insurrección y de caos, donde ellos pueden tener más control. Salamanca coincide en la posibilidad de un autogolpe, pero se lo da Maduro a sí mismo. Ante un desbordamiento social, dice, los militares se verían interpelados a decidir si lo reprimen o no, con consecuencias políticas muy fuertes para el Gobierno en ambos casos: La situación es más tensa y Maduro se pone más dictatorial y eso puede desencadenar respuestas. Sin embargo, Colette Capriles destaca como importante que el 80 % de la población quiere un cambio constitucional y pacífico y ni la oposición ni el resto de la sociedad están en plan de favorecer un golpe de Estado, ni un estallido social ni nada que saque al país de la vía institucional. Para ella, el riesgo existe, no se puede descartar, no falta el que quiera darle un vuelco y precipitar un cambio político, pero aclara que no corresponde al espíritu mayoritario de la sociedad venezolana que se ha manifestado siempre hacia la paz. La gente salió a dar su firma al revocatorio porque piensa que la vía es la electoral. Ricardo Sucre, politólogo de la Universidad Central de Venezuela, no ve alta la probabilidad del golpe, sino al gobierno cohesionado en torno a Maduro y enfrentando la crisis. Hay personas que han expresado críticas, pero no veo una coalición o grupo fuerte capaz de dar un golpe interno para desalojar a Maduro. Para él, hay voces de exministros, Giordani, Navarro o del general (r) Alcalá, pero no creo que tengan el peso para desafiar al partido socialista. Son declaraciones de figuras, pero sin una organización, al menos visible. Ellos ya están fuera y ha pasado tiempo desde que dejaron el uniforme, acota Sucre. Pero el golpe final lo da Margarita López: Estamos viviendo la agonía del chavismo con pocas posibilidades de que pueda levantarse. Así que no sería solo un eventual golpe de Estado, sino un golpe de muerte al chavismo. Golpe militar: H. Capriles La posibilidad de un levantamiento militar flota en el ambiente, dijo el dirigente opositor Henrique Capriles a la BBC el viernes pasado. Según el excandidato presidencial, la fuerza armada venezolana se encuentra dividida entre una cúpula militar corrupta y el resto de militares, afectados por la peor crisis económica de nuestra historia. Esa cúpula va a defender a Maduro, porque la caída de Maduro es la caída de ellos, consideró. Nosotros no lo queremos. Si quisiéramos un levantamiento militar, no estaríamos exigiendo un revocatorio, apuntó. Capriles, principal promotor del referendo revocatorio, emplazó a la fuerza armada a decidir si está con la Constitución o con Maduro, al llamar a desconocer el estado de excepción. Sobre el revocatorio, dijo que llegará un momento en que para Maduro será inevitable, con toda la comunidad internacional, con todo el país pidiéndolo. Trancar la vía democrática es echarle gasolina al fuego, afirmó.