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Eliminar el embargo a Cuba, una tarea que luce muy compleja

El próximo Congreso de EE.UU., de mayoría republicana, definirá suerte de la isla. Sacar al país de la lista negra, más complicado.

21 de diciembre de 2014 Por: Cristina Morales especial para El País, Washington

El próximo Congreso de EE.UU., de mayoría republicana, definirá suerte de la isla. Sacar al país de la lista negra, más complicado.

A pocos días de que se termine el año, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dio su estocada final al Congreso: cambios en la relación con Cuba. Después de más de 50 años de tensiones y del embargo a la isla. El Mandatario usó su poder ejecutivo para acercarse más a la tierra de los hermanos Fidel y Raúl Castro y efectuar cambios estructurales en una relación que ha estado en el limbo por décadas. Acciones que no necesitaron la aprobación del Congreso, una legislatura saliente. En la primera semana de enero llegará al Capitolio un congreso renovado, pero para la mala o la buena suerte de Obama, la Cámara y el Senado tendrán mayoría republicana.Los republicanos, en su mayoría, a través de los años han sido opuestos a la apertura con Cuba, y esta vez no será la excepción. Es por eso que terminar con el embargo no será asunto de un día para otro. El Presidente es consciente de esa realidad.“Lo que sí creo que pasará es que habrá un proceso en el que el Congreso dirigirá. Hay un apoyo bipartidista en nuestro nuevo enfoque, la gente verá cómo las acciones se van desarrollando. Creo que habrá un debate saludable dentro de la Cámara y yo sin duda daré mi aporte”, dijo el viernes el Mandatario en su última rueda de prensa del año.Para el analista Christopher Sabatini, del Concilio de las Américas, hay voluntad del Congreso en que se hagan cambios y lo que falta es que el sector empresarial dé la mano.“Los empresarios van a viajar a Cuba y verán las oportunidades de hacerlo y tener más negocios en La Habana, ellos se encargarán de presionar al Congreso”, explicó. El embargo comercial al gobierno de la isla es una ley aprobada en 1960 (reforzada en 1996 con la Ley Helms-Burton) y para acabar con ella tendría que pasar por el Congreso y eso es algo que tomaría su tiempo.“Creo que en última instancia vamos a quitar el embargo, que no ha servido para lograr los propósitos que buscaba. Pero yo no anticipo que esto ocurra rápidamente, antes de que haya varios cambios con respecto a Cuba”, dijo Barack Obama. Los congresistas cubanoamericanos, por su parte, se han opuesto completamente a estos cambios y no ven como opción, ni ahora ni en el futuro, acabar con el embargo. Sus reacciones se han sentido a través de los medios de comunicación, redes sociales y hasta conferencias de prensa. Es el caso del senador Marco Rubio, republicano de la Florida, quien primero habló en Washington y luego en Miami, donde estuvo con los representantes a la Cámara por ese mismo estado, Mario Diaz-Balart e Ileana Ros-Lehtinen.“Tendremos una comunicación muy interesante con la Administración sobre cómo va a confirmar a un embajador en la embajada en La Habana y cómo van a conseguir los fondos para una embajada allá, yo creo que será muy interesante”, dijo Rubio.En Estados Unidos, para confirmar a un embajador se debe contar con el voto del Senado en pleno. Rubio será el próximo presidente del Subcomité de Relaciones Exteriores del Senado y aparentemente dará la pelea en esta contienda.Las acciones hacia Cuba han generado también diferentes reacciones dentro del Partido Republicano y un apoyo bipartidista a los cambios de Obama. Ese es el caso del senador Jeff Flake, de Arizona.“Debemos eliminar la muleta y eso es lo que estamos haciendo poco a poco. Creo que tenemos que ir más allá, me gustaría derogar la legislación (embargo)… lo que se hizo hoy es un gran comienzo”, dijo Flake. Este político fue uno de los tres senadores que viajaron a la isla para traer al contratista Alan Gross, quien llevaba cinco años en una cárcel en Cuba, y que fue dejado en libertad como un acto humanitario del Gobierno de La Habana.Sabatini, al igual que Flake, asegura que estos primeros pasos son como un “aperitivo para hacer abrir el apetito”, y que al fin estos podrían en algún tiempo, quizás años, quitar el embargo.En la lista negra de EE .UU.Una de las acciones que Obama anticipó el miércoles fue hacer una revisión a las posibilidades de quitar a Cuba de la lista de países que apoyan el terrorismo, en la que ha estado desde 1982. Según un alto funcionario de la Administración de Estados Unidos, hay varios pasos que cumplir antes de sacar al Gobierno de la isla de esa categoría. “Se debe consultar con las agencias de inteligencia y hay otros pasos en la ley antes de que llevemos a cabo la recomendación, que se hará al final de ese proceso”, indicó.Para Christopher Sabatini, los cambios que se hagan serán la luz verde para que el Departamento de Estado borre a Cuba de esa lista. “Las razones para mantener a Cuba en ese estatus son ridículas, y se darán cuenta que lo podrán hacer”.Algunos de los argumentos que se tienen para mantener a la isla en ese listado es que acoge a algunos miembros de ETA (que fueron expatriados en un acuerdo con España), al igual que brinda apoyo a las Farc. “Lógico que apoyen a las Farc, allí hay un proceso de paz”, dijo Sabatini, refiriéndose a las negociaciones entre esa guerrilla y el Gobierno de Colombia. El rechazo a sacar a Cuba de esta lista es claro para el senador demócrata de Nueva Jersey, Robert Menendez, ya que uno de los motivos por los que La Habana está allí tiene que ver con el estado que él representa.“Es alarmante sugerir que Cuba debe ser retirado de la lista de estados patrocinadores del terrorismo mientras acoge a fugitivos estadounidenses, como Joanne Chesimard, quien está en la lista de terroristas más buscados por el FBI por el asesinato del policía estatal de Nueva Jersey, Werner Foerster, y a pesar de la complicidad de La Habana con Corea del Norte para el contrabando de jets, baterías de misiles y armas a través del Canal de Panamá”, dijo el legislador que, a pesar de ser demócrata, está en contra de los cambios planteados por Obama.Por ahora Washington se prepara para enfrentar el debate que iniciará en enero próximo, cuando se instale el nuevo Congreso y cuando el Presidente dé su discurso de la Unión, donde presentará su plan de acción para el 2015. Las fichas ya están echadas, solo faltan que lleguen los jugadores. Obama se fue de vacaciones y el nuevo Congreso aún no llega, pero el mundo está expectante.

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