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Dentista que mató al león Cecil pagó ya una condena por caza furtiva en EE.UU.

Luego de la conmoción mundial que ha generado este caso, se conoció que Walter Palmer estuvo condenado a libertad condicional en 2006 tras disparar ilegalmente a un oso negro fuera del área designada de cacería.

29 de julio de 2015 Por: Elpaís.com.co l AFP

Luego de la conmoción mundial que ha generado este caso, se conoció que Walter Palmer estuvo condenado a libertad condicional en 2006 tras disparar ilegalmente a un oso negro fuera del área designada de cacería.

El dentista estadounidense que mató al querido león Cecil en Zimbabue es un coleccionista de trofeos de cacería que ya tiene en su palmarés una condena por caza furtiva en Estados Unidos.

Lea también: Conozca al león Cecil, la estrella de miles de turistas en Zimbabue

Walter Palmer, de 55 años, se ufana de ser un purista del arco y flecha que ni siquiera lleva un arma de fuego como refuerzo cuando está tras una gran presa. Es lo que dijo el propio Palmer, personaje de cierto renombre en el mundo de la cacería, en un artículo del New York Times sobre los buscadores de trofeos publicado en 2009.

En aquella ocasión contó al diario que aprendió a disparar a los cinco años y que ha matado a todos los 29 trofeos animales reconocidos por el grupo de cazadores de arco y flecha Pope and Young, menos uno.

Se dice que es capaz de acertar un naipe con su arco compuesto desde 100 metros de distancia. Pero su popularidad mermó desde que el martes una ONG denunció la muerte, a manos de Palmer, de este león semidomesticado, tranquilo y majestuoso que era símbolo del parque nacional de Hwange.

Este miércoles dos zimbabuenses comparecen ante la justicia de su país acusados de caza furtiva por haber organizado el safari. Luego de la denuncia de la ONG, las imágenes de Palmer sonriente sobre sus presas muertas (un leopardo que yace flácido como un muñeco de peluche sobre sus brazos desnudos, un rinoceronte, un alce, un búfalo...) comenzaron a circular en internet.

[[nid:449297;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2015/07/leon_cesi.jpg;full;{Cecil era el símbolo del parque Hwange en Zimbabwe. Foto: Elpaís.com.co l AFP}]]

En 2006 en Estados Unidos, Palmer disparó ilegalmente a un oso negro fuera del área designada de cacería. Fue condenado por mentir a las autoridades federales sobre el lugar de la matanza y pasó un año en libertad condicional tras pagar una multa de 3.000 dólares.

Su botín incluye 43 animales, entre ellos un oso polar, un puma, un elefante y otro león africano, según los registros del club obtenidos por el diario Minneapolis Star Tribune.  Al parecer, el león Cecil fue atraído fuera de los límites del parque Hwange con una carnada y luego atacado con arco y flecha. Pero la flecha sólo lo hirió. 

Según la ONG Zimbabwe Conservation Task Force (ZCTF), pasaron 40 horas antes de que Palmer y su guía encontraran a su presa y le dieran el golpe final con un arma de fuego.

De acuerdo con las autoridades de Zimbabue, Palmer pagó 50.000 dólares a Theo Bronkhorst y Honest Ndlovu -los dos inculpados locales -por esta expedición.  

"No tenía ni idea"

Pocas horas después de que se extendiera la noticia el martes, las redes sociales de Palmer estaban inundadas de ataques y amenazas.

La cuenta de Facebook de su consulta dental, River Bluff Dental, en un suburbio de Minneapolis, Minnesota, estaba cancelada y su página de internet sufría constantes cortes.

Además, su cuenta de Twitter parecía haber sido hackeada: estaba llena de imágenes de las películas de 'El rey león' y mensajes como "Ustedes en serio tienen que calmarse. Era sólo un león".

Este miércoles en la mañana una petición en línea que exige justicia para Cecil ya sumaba más de 400.000 firmas.

Según mostraban medios locales, también se armó un improvisado altar en la salida del consultorio de Palmer, donde los críticos llevaban muñecos de peluche y flores en memoria de Cecil.

En un comunicado publicado el martes, Palmer lamentó la muerte del león, pero aseguró que había seguido las indicaciones de sus intermediarios y que había "confiado en la experiencia de los guías locales profesionales para cazar en el marco de la legalidad".

Sin embargo, a los críticos no les conmovió su disculpa. Muchos lo atacaron por practicar tan polémico deporte. Otros cuestionaron su sinceridad, dado que ya fue inculpado en el pasado por caza furtiva. Según la biografía que aparece en la página de internet de su consultorio dental, Palmer es un hombre casado y padre de dos hijos originario de North Dakota que "disfruta las actividades al aire libre".

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