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Colombianos siguen varados en aeropuertos de Argentina

La empresa se excusa en la nube de cenizas del volcán chileno Puyehue, que la obligó a cancelar muchos vuelos, a lo cual se suma una sobreventa de pasajes y la falta de respuesta y de alternativas a los pasajeros que se han quedado sin poder viajar.

11 de julio de 2011 Por: Elpais.com.co I Redacción

La empresa se excusa en la nube de cenizas del volcán chileno Puyehue, que la obligó a cancelar muchos vuelos, a lo cual se suma una sobreventa de pasajes y la falta de respuesta y de alternativas a los pasajeros que se han quedado sin poder viajar.

Más de 50 colombianos están viviendo una situación lamentable, retenidos en Buenos Aires por los incumplimientos de Aerolíneas Argentinas. Varios de ellos llevan más de una semana intentando viajar, con vuelos que han sido cancelados con el argumento de la nube de ceniza del volcán chileno Puyehue, o por sobreventa de reservas. La situación ha sido caótica, porque los pasajeros no encuentran respuestas, los empleados del aeropuerto los tratan mal o simplemente abandonan las ventanillas de atención y desaparecen, les reprograman los vuelos, les dan reservas para dentro de diez o quince días, al tiempo que los viajeros se quedan sin dinero en una ciudad extraña, sometidos al mal trato de Aerolíneas. El domingo la situación llegó a la máxima tensión, porque se habían juntado pasajeros de tres vuelos. Muchos llevaban varios días durmiendo en el aeropuerto y los demás habían llegado a las cuatro de la mañana.A las nueve de la noche, sin encontrar respuestas, decidieron protestar, colocando los carritos del equipaje en la entrada de la terminal, haciendo carteles, hasta que atrajeron la atención de la televisión local, y de esa manera lograron que Aerolíneas les asignara hoteles para esperar hasta que salgan sus vuelos. Algunos tienen reserva para este miércoles, pero temen que se repita lo mismo, porque todo el mundo va a pelear por un lugar.Estefanía, Andrea, María Alejandra y Marcela son de Medellín. Están en Brisbane, Australia, estudiando inglés y trabajando, en un intercambio. Debían salir de Sídney para Bogotá el 23 de junio. Salieron de Brisbane para Sídney, pero sabiendo que volvían, ya se habían gastado sus ahorros. Les avisaron que el vuelo no salía por la nube de ceniza en Buenos Aires y lo reprogramaron para el 7 de julio. Lograron alojarse en casas de conocidos en Sidney, que es una ciudad muy cara, y tuvieron que pedir plata a sus familias para mantenerse. Por fin viajaron a Buenos Aires y llegaron en la noche del jueves 7 para tomar el vuelo del viernes 8. Debían hacer una escala de cinco horas, se quedaron esperando toda la noche, y el vuelo no salió. Ellas estaban en la zona de tránsito, hasta que vino un funcionario y les avisó que salieran, porque el aeropuerto se estaba incendiando, pues había humo. Era mentira. Las sacaron por una puerta de atrás, les tiraron las maletas de cualquier manera, y una empleada les gritó: “les dije que se fueran”. Se quedaron en el aeropuerto durmiendo el viernes y el sábado. “Nos tocó amanecer en el piso, era terrible, las mujeres con los niños, con el frío que hace este mes y nadie daba la cara por la empresa”, cuenta una de ellas. Ahora tienen reservas para viajar el 20 de julio, es decir, casi un mes desde que salieron de Brisbane.Ángela Ramírez, de Manizales, vino a Buenos Aires a un taller y tenía que volver el viernes 8 a Bogotá. Pasó por inmigración, le dijeron que el vuelo estaba demorado, y luego avisaron que se cancelaba por la nube de ceniza, pero que no les daban hotel ni nada, porque como no era por culpa de la empresa, no tenían ninguna obligación.Diego González estudia una maestría de periodismo en la Universidad de San Andrés, y viajaba el viernes a Bogotá para aprovechar las vacaciones de invierno, pero le dieron una reserva para el 22 de julio, cuando ya se terminan sus vacaciones. “Cuando la gente comenzó a reclamar, los funcionarios se retiraron de los stands. Siempre sale un representante que dice que van a reprogramar y cuando ya no se puede hacer nada, informan que no se reprograma, y se esconden”. Los familiares de Diego estaban esperando en Bogotá y le contaron que en las pantallas de Eldorado, el vuelo aparecía en viaje, y que solo les avisaron cuando ya se había pasado la hora de llegada.El domingo no había cenizas, pero la empresa sobrevendió 70 asientos, a lo cual se sumó la lista de pasajeros que no pudieron viajar por los vuelos cancelados de la semana anterior. María Inés Aponte y su hermana Patricia vinieron desde Nueva Jersey Estados Unidos y debían tomar el vuelo del domingo.Llegaron al aeropuerto a las cuatro de la mañana, estuvieron hasta las nueve de la noche y les dijeron que no podían resolver nada, porque había sobreventa de pasajes. Tenían la reserva desde hace seis meses y tenían que llegar a Bogotá para tomar un pasaje a Valledupar, pasar unos días con la familia, volver a la Argentina a recoger a las hijas de Patricia, y retornar a Estados Unidos. Ahora todo el plan está arruinado, porque no saben cuándo van a viajar, ni si van a tener tiempo de ir y volver a Colombia.Roberto Olaya estudia en Santiago de Chile, llegó el sábado de tránsito para Bogotá, donde debía tomar un avión para Bucaramanga, y volver a estudiar el 24 de julio. “Me contaban que cinco horas antes, una señora compró el pasaje y viajó, y nosotros, que tenemos las reservas desde hace un mes o seis, no viajamos”. Roberto ya decidió volver para Chile, porque perdió la mitad de sus vacaciones.Alix Olavarría es francesa-argentina y el padre de su hija vive en Bogotá. La niña, menor de doce años, debía viajar el domingo, para aprovechar sus vacaciones escolares y estar con su papá. Tenía la reserva con el número de código, y cuando llegó al mostrador, le dijeron que la reserva había sido cancelada por un tal Nicolás, pero ella no conoce ningún Nicolás. Después apareció la reserva, pero le avisaron que de cualquier manera no podía viajar.José Alberto Casas, de Bogotá, ex oficial de la Fuerza Aérea, también retenido, cuenta que su esposa llamó a Aerolíneas en Bogotá y le dijeron que todas las reservas habían sido inexplicablemente canceladas. Casas, experto en temas de aeronavegación, explica que el problema de las cenizas solo dura unas horas, y que no es una razón vital para que no salgan los vuelos, especialmente los que van hacia el norte, porque no se ven afectados. Es más, las demás aerolíneas realizaron sus vuelos. De hecho, el vuelo del domingo de Aerolíneas a Bogotá también salió, aunque con demoras.Según normas de la Administración Nacional de Aviación Civil, es obligación de las empresas incluir en el vuelo siguiente a los pasajeros que no hayan podido viajar por algún inconveniente metereológico, de reservas o mecánico, y garantizarles alojamiento cuando la demora sea de más de cuatro horas. Nada de eso se cumplió en el caso de los colombianos, que siguen de rehenes de Aerolíneas Argentinas.

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