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Colombia es una de las predilecciones de Inglaterra

John Dew, embajador del Reino Unido en Colombia, habló sobre el litigio que tienen con Argentina por las Malvinas. Aseguró que su país temía la crisis que vive hoy la eurozona.

25 de febrero de 2012 Por: Redacción de El País

John Dew, embajador del Reino Unido en Colombia, habló sobre el litigio que tienen con Argentina por las Malvinas. Aseguró que su país temía la crisis que vive hoy la eurozona.

En su reciente visita por el Valle del Cauca, el embajador de Reino Unido en Colombia, John Dew, habló con El País sobre los temas que preocupan a su Gobierno y las expectativas económicas que tienen en Colombia.El Embajador británico fue enfático al asegurar que su país no puede entrar a negociar con Argentina el tema de las islas Falkland o Malvinas, porque esa es una decisión que deben tomar los mismos isleños, que Inglaterra se mantendrá por fuera de la Comunidad Europea y que en materia económica Colombia es una de las predilecciones en la agenda exterior de su país. Hay temor porque se desencadene un nuevo conflicto con Argentina por la disputa de las Islas Falkland o Malvinas, ¿cuál es su visión del problema? No es cierto que estemos al frente de un nuevo conflicto; lo de 1982, que en abril se cumplen 30 años, fue una locura. Yo creo que los argentinos están de acuerdo con que no se puede proseguir su demanda de esa manera y creo que no hay posibilidad de conflicto, pero también tienen que entender un poco nuestra posición, que no es nada colonial, no somos los dueños de las Falkland para ofrecer, compartir o cambiar; los dueños de las islas son sus habitantes y es primordial su derecho a la autodeterminación. Si ellos deciden que se quieren ir con Argentina, no tendremos inconveniente. Por eso no podemos negociar como si fuera un juego de cartas.¿Cuál es el estatus legal de esas islas frente a la comunidad internacional?No son colonias porque nosotros ya no tenemos colonias. Hay unos territorios que son dependientes, pero tienen autonomía porque ellos han decidido no ser independientes; hay así islas en el Caribe, en Gibraltar, pero son unos territorios tan pequeñitos que ellos prefieren no ir a la independencia porque no serían viables como países.¿Qué lectura hace del bloqueo de algunos países a los barcos isleños?Yo creo que no es un bloqueo. Lo que hicieron es no permitir el ingreso de barcos con la bandera de las Falkland, pero si ese buque tiene la bandera británica, no hay inconveniente. Lo importante es restarle controversia al tema, dialogar con Argentina que es un país amigo y con el que tenemos lazos históricos y ojalá sea posible abordar el tema pesquero, la explotación de hidrocarburos, el transporte y otorgar una vida más tranquila a los isleños.¿Se afirma que la raíz del problema es que en las islas hay petróleo y compañías británicas están explorando?El petróleo siempre altera los ánimos, pero en ningún territorio estamos sacando recursos. No deseamos sacar petróleo para nuestro beneficio. Si hay petróleo en las islas y se explota, los que se van a beneficiar son los isleños.¿Cuántos habitantes puede haber en estas islas Folkland o Malvinas?Son como 2.000 ó 2.500 isleños; familias raizales, de varias generaciones.¿Esta nueva reclamación de Argentina tiene algo que ver con la tendencia a la izquierda de algunos países y la influencia de Venezuela?Aunque discrepamos y no aceptamos las pretensiones de Argentina, tenemos que respetar que para ellos es importante, pero no podemos ceder la soberanía de las islas contra los deseos de los lugareños. Yo no creo que eso tiene que ver con corrientes de izquierda o los países del Alba porque los argentinos están reclamando las islas casi desde 1939. Aunque la tesis argentina no va a cambiar con la ola de países del Socialismo del Siglo XXI, ellos quieren levantar cualquier cosa que les sea rentable. Fui embajador en Cuba antes de venir aquí y tengo a muchos amigos en ese mundo de la Alba; eso es otra cosa.¿Con tan pocos habitantes no suena a excusa apelar al deseo de los isleños?Ellos son los que siempre han vivido allá y que tienen sus abuelos y tatarabuelos. Aunque sean dos mil o dos millones el principio moral es el mismo. En la política británica cualquier gobierno que quisiera vender, canjear o regalar las islas a Argentina generará indignación.¿Qué salida le ve usted al conflicto?Había un sueño en los años 60 y 70, de que con paciencia y algunos contactos, Argentina podría ser más atractiva para los isleños. Era una época en la que era imposible llegar a las Falklands en avión sin pasar por Argentina. Había vuelos para suministro de gasolina desde Argentina, había proyectos y acuerdos para educación, para enviar los hijos de los isleños a Argentina para el colegio. Pero con la invasión de 1982, imposible imaginar eso. Todos los puentes que había y que se han construido después de la Guerra ya no están en uso por decisión de Argentina. Yo creo que la única manera de vivir tranquilo es regresar a los antiguos métodos de cooperación.¿No es una provocación la llegada del príncipe Guillermo a las islas?Es un problema porque él y su hermano, aunque son príncipes, y él un día va a ser el rey, han escogido la profesión de piloto del Ejército uno, y de piloto de rescate de la Fuerza Aérea el otro. Lo normal, en la profesión de William, es pasar tiempo en diferentes acciones militares, incluso en Falkland. Harry se fue a Afganistán con el Ejército, pero tuvo que ser retirado porque el peligro sería no sólo para él, sino para sus compañeros porque los talibanes iban a concentrar los ataques en ellos; entonces lo mejor fue que saliera del regimiento. Entonces no fue una decisión de que vamos a enviar al Príncipe para enojar a los argentinos, no...Pero el envío del barco...El barco también, de vez en cuando la Marina renueva, compra nuevos barcos y si hay un barco cada seis meses o cada año. Es coincidencia. Siempre hay relevo de barcos y de vez en cuando uno va a ser más nuevo que otro.¿Usted cree que todo esto que está pasando en Europa con la crisis económica y la moneda está contagiando a Gran Bretaña? ¿Por qué mantienen distancia de la eurozona?Aunque no estamos en el euro, nuestra economía depende de la zona del euro. Casi más de la mitad de nuestro comercio, en mercancías y mucho más en servicios, están con ellos. Entonces es nuestro mercado más importante. La economía británica depende de la salud de la zona del euro. ¿Y por qué no están en el euro?Porque somos como una isla, un poco más celosos de nuestra soberanía, y porque hay una relación más directa entre el Parlamento, diputados y los impuestos y la política, es claro. Y la gente no está dispuesta a transferir ese control a un gobierno. El análisis británico de hace más de diez años hacía imposible acceder en la zona del euro sin un día ceder soberanía sobre la economía; y lo que está pasando es que ese análisis resultó correcto porque en los países en Europa para salvar la situación, el euro, que es nuestro interés, tienen que cada vez más fortalecer la gobernación única. Es decir, ¿Inglaterra está demostrando que tuvo la razón al mantener la independencia económica y que el euro está condenado a morir y que van a volver a las monedas nacionales?No. Es que para salvar la situación, los países que tienen el euro deberán ceder mucho más control al Banco Central, a la comisión, a las instancias centrales, un control que no estamos dispuestos a ceder. Eso es lo que hemos previsto y por eso hemos dicho que preferimos no entrar. Pero sí es nuestro interés que ellos tengan éxito.Ustedes, con una economía tan fuerte, de pronto lo que previeron era que iban a terminar cargando con los demás países europeos y prefirieron mantenerse aislados de la unión?No de la unión, pero sí de la moneda, porque preferimos tener la libertad de tasa de cambio, de interés, porque es imposible que la misma tasa de interés pueda ser útil para España y Alemania.¿Usted cree que fue un error la unificación de la moneda?No, yo no sé si fue un error, pero fue una decisión que implicaría más centralización de la política y ahora están haciendo lo que no hicieron en diez años para salvar la situación. Para nosotros la destrucción del euro sería un desastre total, quisiéramos que eso sea un éxito, pero para ser exitoso tienen que adoptar políticas y estructuras a las que preferimos no entrar. Pasando a Colombia, ¿Cuál es la prioridad de Inglaterra en nuestro país?Está muy ligada a la situación económica porque, por ejemplo, hay una compañía británica muy exitosa en Gran Bretaña con inversiones en Colombia y que están creciendo en Inglaterra 5% al año, y 5% en Inglaterra es un éxito porque para la mayoría de las compañías crecen menos del 1%, pero en Colombia creció el 25%. Debemos estar dónde están nuestras posibilidades. Colombia es uno de los países emergentes más importantes, con un crecimiento constante del 5%. Hace 20 años sobre los países de América Latina, no tanto Colombia, la impresión en Europa era de que eran economías fracasadas; ahora es al contrario, es en Europa que tenemos esos problemas.¿Hacia qué sector de la economía están mirando o tiene proyectos?En muchos. Estamos en la minería, en la hidrocarburos con BP, pero BP vendió su inversión. En la cerveza, Miller compró Bavaria. Pero ya es la época de pensar un poco más en la economía de Colombia, no tanto en el carbón y el níquel, pero sí pensar un poco más en la economía de un país que tienen 45 millones de personas, tiene un mercado grande, tiene gran penetración, por ejemplo, de teléfonos celulares, tiene un clima para negocios de los mejores en América Latina y no está en la locura de mis amigos del Alba.Usted estuvo hace un año en Cali y ahora vuelve y se reunió con el alcalde Guerrero, ¿cómo ve la ciudad?Se nota un nuevo aire en Cali, se nota más confianza aunque el alcalde y su equipo están trabajando hace sólo 45 días, se nota más confianza, más visión, más promesa para el futuro.

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