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Autodefensas, una sin salida para el Gobierno mexicano

Estos civiles armados en Michoacán se aferran a sus armas, mientras el Gobierno batallaba para controlar un monstruo que ayudó a crear.

24 de enero de 2014 Por: Ana María Saavedra Editora de Orden

Estos civiles armados en Michoacán se aferran a sus armas, mientras el Gobierno batallaba para controlar un monstruo que ayudó a crear.

El comandante Tilín dice que es un ganadero de Tepalcatepec. Cuenta que los Caballeros Templarios le mataron a su hijo y que cada mes le pedían un gran porcentaje de sus ganancias. “Si yo ganaba $1300 en un mes, pues pretendían que les diera $1000”, explica.Con un acento cantado, asegura que no son maleantes, pero que se cansaron de los narcos y decidieron recuperar su terreno. “Como las autoridades no hacían el trabajo, nos tocó a nosotros unirnos. Nos cobraban cuota por todo, a los que ellos decían los mataban por nada y a las muchachitas de 12, 13 o 15 años primero se las llevaban a la fuerza y ya después se iban con ellos por miedo”, expresa. Tilín, padre de tres hijos, uno de ellos asesinado, es el tercero al mando del grupo de autodefensas que en Michoacán intenta arrebatar los territorios que estaban en manos del cartel de Los Caballeros Templarios, una agrupación que nació de antiguos miembros del cartel de la Familia Michoacana y que había logrado tener el control de Tierra Caliente -una región de México comprende municipios de los estados de Michoacán, Estado de México y Guerrero-. El antiguo ganadero, que ahora recorre armado y en camionetas los pueblos de Tierra Caliente, insiste en que no se desarmarán y que seguirán combatiendo a los narcos. Pese a la llegada de un contingente de soldados y policías federales, que intentan recuperar el control de esta zona de México, los grupos de autodefensas aseguran que no se rendirán. “Que bueno que llegue apoyo del Gobierno para proteger a la ciudadanía”, dice Tilín. Estos grupos de civiles armados que desafían la autoridad del gobierno en el anárquico estado de Michoacán se aferran a sus armas, mientras las autoridades federales batallaban para controlar un monstruo que ayudaron a crear.La semana pasada el Gobierno de México desplegó una gigante operación en Tierra Caliente para recuperar el control de esta zona. La llegada de los convoy militares y de policías federales generó un enfrentamiento con las autodefensas, en el que murieron cuatro personas.Las milicias ciudadanas que surgieron entre los agricultores, ganaderos y recolectores de limones en un año han crecido aceleradamente. Según el periodista Luis Cardona, del portal diario19.com, se trata de 32 organizaciones de autodefensas y policías comunitarios, que conforman una especie de federación en todo Michoacán. La Comisión Nacional de Derechos Humanos, incluso, habla de una cifra mayor: “44 grupos de autodefensa que se ubican en 45 regiones, de 19 municipios en la zona de Tierra Caliente”. “De mi pueblo somos como 5.000 pero en todo el estado me atrevo a calcular que suman como a los 40.000”, dice Tilín, quien agrega que empezaron con sus propias armas amparadas, pero luego fueron sumando, según él, las que les quitaban a los ‘Templarios’ en los pueblos que recuperaban. “Lo que se generó fue un Frankenstein. Se les salió de control”, dice Erubiel Tirado, especialista en las relaciones entre civiles y militares de la Universidad Iberoamericana, en lo que calificó como una estrategia esquizofrénica que permite a la población civil hacer el “trabajo sucio” del gobierno.Una sin salida-Comandante Tilín, en Colombia las autodefensas aseguraban que nacieron para defenderse de la guerrilla, pero con el tiempo se comprobó que asesinaron y desaparecieron civiles, a quienes acusaban de auxiliadores de los guerrilleros. En México se teme que el fenómeno termine en algo similar... -“No había oído de la historia de ustedes y de esas autodefensas que menciona. No se como fueron allá, acá es el pueblo completo el que se defiende. Nos dedicamos es a combatir a esa gente de los Templarios. Cuando llegamos a un pueblo es porque nos invitan, entonces los apoyamos”.- responde el comandante.Y agrega que al recuperar las poblaciones, él lo llama “liberarlas” hay muchas balaceras. “No estábamos preparados para los combates pero poco a poco nos hemos ido preparando. Llegamos a los pueblos y nos quedamos porque si nos vamos ellos vuelven”.Aunque los jefes de estos grupos de autodefensas insisten en que su único fin es defenderse de los Caballeros Templarios, las autoridades mexicanas y diferentes analistas coinciden en que es un fenómeno que se está saliendo de control.Alfredo Castillo, comisionado federal para el estado occidental de Michoacán, nombrado hace una semana, advierte del riesgo de que los grupos de autodefensa para enfrentar el narcotráfico dejen atrás sus motivaciones legítimas de protección y se transformen en una organización criminal similar al cartel de las drogas que hoy desafían. Castillo asegura que ese proceso se registró en la década pasada con el Cartel de La Familia, que se hizo del control de gran parte del territorio del estado ante la incapacidad oficial para combatir el narcotráfico, especialmente los ‘Zetas’. “Puedes empezar con un origen genuino, pero posteriormente cuando empiezas a sentir un tema de control, de decisión, de autoridad... corres el riesgo de llegar a ese punto”, añade. Para expertos en seguridad como Raúl Benítez, de la Universidad Nacional Autónoma de México, la presencia de grupos armados siempre conlleva riesgos de que se transformen, aunque considera que el caso de las autodefensas es distinto al de La Familia. Considera que la única manera de lograr que las autodefensas devuelvan sus armas, muchas de uso exclusivo del ejército, es que su combate a Los Caballeros Templarios se traduzca en capturas importantes.Ayer el gobierno mexicano anunció que identificó a 26 sospechosos como objetivos prioritarios en Michoacán. Además, el martes capturó a cinco presuntos Templarios, entre ellos uno de los siete líderes de este grupo. Tilín asegura que en algún momento piensan entregar las armas y las camionetas que les han quitado a los Templarios. “No somos ladrones, como ellos”, dice. Pero para que eso ocurra las autoridades tienen que agarrar a las cabezas de este cartel.*Con información de agencias

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