Ataques en Irak matan a trece personas

En el hecho murió un general del Ejército iraquí y una menor de 9 años.

Una serie de explosiones y tiroteos en Irak causó el martes 13 muertes, entre ellas la de un general del ejército iraquí, cuatro policías y una niña de 9 años, dijeron las autoridades.Los cuatro policías murieron cuando estalló un automóvil cargado de explosivos junto a un vehículo de la Policía en el poblado de Beiji, a 250 kilómetros al norte de Bagdad, dijeron oficiales de la Policía. Un civil en un vehículo cercano también murió y por lo menos siete civiles resultaron heridos en ese ataque.Un general de brigada del ejército iraquí murió cuando una bomba adherida a su auto estalló en Kazimiya, un distrito de mayoría chií al norte de Bagdad, informaron oficiales de la policía.En la volátil provincia de Diyala, pistoleros mataron a tiros a cuatro miembros de una familia suní, incluida una niña de 9 años, cuando la familia caminaba cerca de su casa en el poblado de Jalis, a 80 kilómetros al norte de Bagdad, informaron policías locales.Un funcionario del concejo regional de Bagdad, Qahtan Abdul-Hussein, murió cuando una bomba pegada a su vehículo explotó el martes por la mañana mientras pasaba por un puesto de revisión en el distrito chií de Hurriya, al norte de Bagdad, informó el concejo en un comunicado de prensa."Los terroristas han matado a un funcionario a cargo del departamento de bienestar social en el concejo regional de Bagdad" , añadió el comunicado. "Este cobarde ataque no impedirá que los empleados (del concejo) desempeñen su trabajo de servir a Bagdad y a su pueblo".De acuerdo con el comunicado, un policía del puesto de revisión también resultó herido en el incidente.En un ataque separado en Beiji, la policía dijo que pistoleros abrieron fuego contra un camión de combustible que viajaba por la autopista en las afueras de la ciudad, matando a su conductor.En la ciudad norteña de Mosul, pistoleros allanaron una casa y mataron a una mujer e hirieron a dos más.Aunque la violencia ha disminuido en Irak, los ataques subrayan la continua amenaza para los empleados del gobierno y las fuerzas de seguridad, quienes son blanco frecuente de insurgentes que tratan de desestabilizar el país.