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Argentina se apresta a decirle adiós a la era kirchnerista

El opositor Mauricio Macri es favorito para ganar las elecciones presidenciales este domingo, en el primer balotaje en la historia de ese país.

22 de noviembre de 2015 Por: Patricia Lee Wynne, corresponsal de El País en Argentina

El opositor Mauricio Macri es favorito para ganar las elecciones presidenciales este domingo, en el primer balotaje en la historia de ese país.

Después de tres extenuantes meses, este domingo termina la carrera por la Presidencia de Argentina. El país del tango y hombres prodigio con el balón tendrá que decidirse entre Mauricio Macri,  quien encabeza la oposición con el movimiento  Cambiemos, y Daniel Scioli, representante de  las políticas kirchneristas, del Partido Frente para la Victoria.

En el primer balotaje de la historia nacional, la suerte parece inclinada a favor del ingeniero y actual jefe de Gobierno de  la ciudad de Buenos Aires, en contra del actual gobernador de la provincia de Buenos Aires. Si las encuestas no se vuelven a equivocar, esta vez, la oposición liderará la intención de voto.

Lea también: ¿Se avecina el fin del kirchnerismo en Argentina?

Después del debate presidencial del domingo 15 de noviembre, la semana final fue a todo o nada: Mauricio Macri cerró su campaña en la pintoresca quebrada de Humahuaca, en la provincia de Jujuy, con una puesta en escena cinematográfica entre las calles de piedra, los enormes cactus y las niñas con trajes típicos.

“Quiero decirles que tengamos la grandeza de emprender, de encarar un nuevo proyecto con el que estaremos cambiando la vida y futuro de todos los argentinos: ese es el desafío que nos espera”, aseguró.

Su intervención la terminó con un “sí se puede”, al mejor estilo de Barack Obama, en Estados Unidos.

Por su parte, Daniel Scioli, que ganó el 25 de octubre por escasos tres puntos, ahora corre con desventaja. Incluso, trató de polarizar la campaña para ganar parte de los cinco millones de votos que obtuvo Sergio Massa, el tercero más votado en la primera vuelta electoral.

Scioli, ‘el budista’, como lo caricaturizaron algunos medios, por su paciencia infinita para soportar ofensas, fue polarizando su campaña marcando diferencias de clase social entre él y su rival.

“Acá se vota entre un creído de Barrio Parque y un trabajador del pueblo”, señaló, en alusión al elegante sector  donde vive su contendedor, mientras él se muestra como el candidato que “representa a los trabajadores, a los humildes y también a la clase media”.

Insiste en que Macri “representa los intereses del mercado que por sí solo nunca va a cuidar a la gente” y que estableció “un pacto con el diablo con los fondos ‘buitre’ y el Fondo Monetario Internacional”.

Este trasvasamiento de las campañas, con un Macri conciliador y un Scioli retador, será una de las claves del resultado en las urnas, pues habrá que ver si Scioli, con el apoyo de la actual Presidenta, logra atraer a los votantes asustados por un triunfo macrista.

“Desde hace tiempo se percibe que la gente busca un cambio, tal vez no total, sino con cierta continuidad. Scioli garantizaba eso, pero a medida que fue avanzando la campaña, dejó de ser cambio y pasó a ser más continuidad, con los candidatos y los modos kirchneristas que lo rodearon.  Al revés, Macri planteó líneas de continuidad y de mantener cosas que el Gobierno había hecho”, dice la consultora Mariel Fornoni, de Management&Fit.

Un centro emblemático de los crímenes contra los derechos humanos durante la dictadura debió ser evacuado en Buenos Aires  por amenazas de bomba, que resultaron falsas, dos días antes de las elecciones.

El día después

Cualquiera que sea el ganador, el 10 de diciembre, día de la posesión del nuevo Presidente, deberá enfrentar una complicada situación económica.

Recuperar el país de la caída de las reservas del Banco Central a sus niveles más bajos en diez años, un cepo cambiario que impide comprar dólares y que frena las importaciones y el comercio exterior, una amplia brecha entre el dólar oficial (9,50 pesos) y el paralelo (15 pesos), una inflación del 25 % y el conflicto con los fondos ‘buitre’, que demandaron al país en Estados Unidos y le impiden tomar créditos en el exterior.

Macri prometió levantar el cepo cambiario el 10 de diciembre, eliminar las retenciones a las exportaciones de todos los productos agrícolas menos la soya, y reducir el impuesto a las ganancias para los trabajadores.

26  millones de argentinos están habilitados para votar hoy.

Aunque no tendría el control del Parlamento,  gozaría de un enorme poder, pues concentraría en sus manos el gobierno de  la ciudad de Buenos Aires y de la estratégica provincia del mismo nombre, que tiene el 38 % del caudal electoral del país, en donde María Eugenia Vidal dio la gran sorpresa de los comicios del 25 de octubre.

Ese día, Vidal derrotó al peronismo en su bastión, por primera vez desde el retorno de la democracia en 1983. Además, el candidato de Cambiemos ganó en las provincias más importantes del país como Santa Fe, Córdoba y Mendoza, donde se concentra la producción agraria e industrial.

En el terreno internacional, Macri anunció que pedirá a los países socios del Mercosur (Uruguay, Brasil, Paraguay y Bolivia), que suspendan a Venezuela, en aplicación de la “cláusula democrática” por considerar que el gobierno de Nicolás Maduro viola las normas constitucionales.

81 % de la población electoral participó en la primera vuelta.

Daniel Scioli deberá enfrentar los mismos retos que Macri. Pero si gana, tendrá que gobernar con una oposición que manejará los principales distritos del país, mas  con la ventaja de la mayoría parlamentaria.

El candidato oficialista ha prometido una salida gradual del cepo cambiario, no eliminará los subsidios a la energía y el transporte, ni los planes sociales, eliminará el impuesto a las ganancias para los trabajadores que ganen menos de 30.000 pesos (2000 dólares al cambio paralelo) y tomará algunas consignas de Sergio Massa, el tercero en las elecciones del 25 de octubre, como elevar las jubilaciones mínimas al 82 % de los salarios en actividad.

En el terreno internacional, promete continuar la integración del Mercosur y trabajar con los gobiernos latinoamericanos.

37 % de los 25.184.135 votos fueron para el oficialista Daniel Scioli y otro 34 % para Mauricio Macri.

Un cambio regional

Si Macri gana, habría un cambio regional. Con las elecciones venezolanas del 6 de diciembre, en las cuales habrá una reñida puja entre la oposición y los partidarios de Nicolás Maduro, y con la crisis del gobierno de Dilma Rousseff en Brasil, el péndulo político parece volver al centro del escenario político continental.

“Macri se ve más aliado a otros países distintos a los amigos de Cristina Fernández, como Venezuela y Bolivia. Si gana, va a generar más vínculos con Chile, Estados Unidos, Colombia, va a ser más plural. Es un cambio fuerte, porque hasta ahora en América latina la oposición llegaba hasta una segunda vuelta, pero no le alcanzaba para ganar. Hasta ahora, ganaban los oficialismos, porque cuando la gente siente una calma, le cuesta más cambiar, pero ahora, parece que el cambio se va a producir”, concluye Mariel Fornoni.

De lo que no se habló en campaña

Tanto Daniel Scioli como Mauricio Macri, candidatos a la Presidencia de Argentina, enfocaron su campaña en temas económicos y de seguridad y evitaron otros.

Educación

Pese a mencionar el tema en sus programas de gobierno, ninguno de los dos candidatos habló en actos públicos sobre el asunto. Scioli elogió la proliferación de universidades públicas durante el kirchnerismo (se crearon 17 nacionales) y se definió como “un defensor” de esta política.

Mientras, Macri dijo que pondrá el énfasis en los primeros años de la niñez y abrirá  3000 jardines de infantes (preescolar).

Megaminería

Durante el kirchnerismo, el número de proyectos mineros en Argentina creció en más de un mil por ciento y el oro y el cobre se convirtieron en la cuarta exportación más importante del país. La megaminería también concentró la atención de muchos argentinos que se organizaron para oponerse a dicha actividad, por temores ecológicos.

Los medios locales aseguran que tanto Scioli como Macri apoyan la actividad.

Marihuana

A pesar de que la vecina Uruguay, de fuertes vínculos políticos y culturales con Argentina, legalizó la producción de marihuana hace dos años, el tema no tuvo repercusión en la campaña presidencial.  Ninguno de los candidatos se refirió públicamente a él ni lo incluyeron en su plataforma electoral. Solo dejaron constancia de su postura cuando fueron interrogados directamente sobre el tema. Entonces ambos se expresaron en contra de la legalización.

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