Alto número de indecisos, ad portas de las elecciones generales en España

Mariano Rajoy, jefe de gobierno español, se juega su continuidad en los comicios de este domingo. Analistas vaticinan sorpresas de la oposición.

La campaña para las elecciones generales en España cerró el viernes tras una maratón del conservador Mariano Rajoy para intentar frenar el auge de los partidos emergentes, que podría costarle la reelección como jefe del gobierno, aunque parte en cabeza. Lea también: Estos son los cuatro candidatos que se disputan la presidencia de España

“El Partido Popular (PP) lo que tiene que hacer es ganar las elecciones”, afirmó Rajoy, que se presenta como garante de estabilidad económica y política.

 Los sondeos vaticinan que  el conservador PP, será el más votado, obteniendo  un escaso 30 % de votos y entorno a 120 diputados en un parlamento de 350, lejos de la cómoda mayoría absoluta (186) de la que disfrutaba desde finales de 2011.

Los demás deberían repartirse principalmente entre su rival tradicional el socialista PSOE, y las dos formaciones emergentes, el centrista Ciudadanos y el antiliberal Podemos, que  amenaza con superar a los socialistas. 

Con un alto porcentaje de indecisos, todo parece posible en estos comicios, señala José Pablo Ferrándiz, del instituto de sondeos Metroscopia.

Para las elecciones de 2011 “ya se sabía un año antes lo que iba a pasar y ahora uno de cada cuatro electores aún no está decidido, a dos días de las elecciones”, subraya. 

“En el tramo final de campaña pueden remontar todos”, coincidía Rajoy, manteniendo su inquebrantable flema pese al agotamiento de dos semanas en la carretera, recorriendo los cuatro rincones del país para llegar a 34,5 millones de electores.

Tras una legislatura marcada por impopulares políticas de austeridad, el Mandatario, de 60 años, basó su campaña en la recuperación económica: su gobierno prevé un crecimiento de 3,3 % del PIB este año. Pero el país conserva un elevado desempleo (21,18 %) y una creciente desigualdad entre ricos y pobres.

Los recortes en servicios públicos y los escándalos de corrupción impulsaron el auge de Podemos, partido fundado a principios de 2014 y liderado por el politólogo Pablo Iglesias, de 37 años, que durante la campaña remontó en los sondeos. 

Iglesias sostuvo que: “Estamos viviendo algo histórico y estoy convencido de que este domingo  va a ser un día que vamos a recordar”.

Esta proximidad con los electores caracterizó la campaña, que terminó al filo de la medianoche con mítines en Madrid y Valencia, tras llevar a los candidatos a la televisión y sacar a Rajoy a las calles contra su costumbre.

Fue durante uno de estos paseos electorales, en Pontevedra, cuando recibió el miércoles un fuerte puñetazo en la cara, asestado por un muchacho de 17 años, que fue detenido.

El Jefe de Gobierno, decidió no presentar denuncia e intentó quitarle hierro al asunto pidiendo que nadie sacara provecho político de la agresión.

Lo cierto es que la campaña vivió otros momentos de gran tensión, como un debate televisivo entre Rajoy y el líder socialista, Pedro Sánchez, de 43 años, cuyos ataques, excesivos para algunos, amenazan con dañar su imagen y costarle el liderazgo de la izquierda. 

“Es probable que Podemos le pueda ganar al PSOE en número de votos”, advierte Ferrándiz.

“Si miro a mi izquierda, Podemos está en el espacio” de los excomunistas, afirmó Sánchez en una entrevista intentado deslegitimar a Iglesias y asegurando que el voto al PSOE es el “único voto útil” para echar a Rajoy del poder.