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Zonas residenciales de Cali, las más afectadas

San Fernando nuevo, La Flora y Tequendama, azotados por ladrones.

10 de abril de 2011 Por: Redacción de El País

San Fernando nuevo, La Flora y Tequendama, azotados por ladrones.

La inseguridad que acosa a la ciudad no tiene fronteras. Recientes estadísticas del Observatorio Social del Municipio ubican a San Fernando Nuevo como el segundo barrio donde más hurtos se cometen en toda la ciudad. A pesar de ser estrato cinco, supera en número de casos a El Calvario una de las zonas con mayores problemas de seguridad en Cali.De acuerdo con las cifras del Observatorio y de la Policía Metropolitana, solamente en San Fernando Nuevo se presentaron 115 robos a personas durante el 2010, mientras que en El Calvario el número fue de 101.En el primer trimestre de 2011, en San Fernando ya se reportaron 30 casos, número cercano a los 40 que hubo en Sucre, barrio deprimido en el centro de Cali. “San Fernando ya no es un barrio residencial, es una zona de guerra”, dice Álvaro Rentería, vecino del Parque Las Piedras, azotado por el atraco callejero.Ahora la gente que transita por barrios de estratos cinco y seis es uno de los nuevos blancos de la delincuencia común. “Los bandidos piensan que allí van a la fija: que en una cartera hay un buen celular, un buen reloj, dinero, tarjetas”, precisa un agente de la Sijín, de la Policía Metropolitana de Cali.Otros de los barrios acechados son La Flora, San Vicente, Tequendama y Granada. Las modalidades van desde el engaño más simple hasta el atraco a mano armada. En La Flora 113 personas fueron atracadas en el 2010, mientras que Tequendama igualó a El Calvario con 101 casos. A marzo 31, los asaltos en La Flora ya van en 25. Hace poco, en uno de esos sectores, una odontóloga perdió la sonrisa cuando dos hombres en moto le salieron al paso para encañonarla. “Entrégueme todo”, le susurraron al oído, mientras le apuntaban a la sien con un revólver.La fuente de la Sijín dice que en esas zonas los delincuentes parecen estar siempre listos para llevar a cabo los atracos. Existen casos atendidos por las autoridades en los que el dueño de casa ha dejado la puerta abierta para saludar al vecino o para recoger el correo y, en ese instante, han entrado ladrones que después de encañonar a las personas de la casa se llevan todo.Los datos oficiales hablan de que el 23% de los asaltos a personas registrados el año pasado fueron por descuido de las víctimas que no se percataron de que los acechaban. Así ocurrió hace dos semanas en el barrio Las Vegas, cuando una médica salió a barrer el antejardín. Varios hombres se bajaron de un taxi, le apuntaron y, después de amordazarla a ella y a sus padres, revolcaron la casa. Un vecino dio aviso a la Policía. Como la patrulla estaba cerca, fue posible capturar a cuatro delincuentes y recuperar las joyas, dinero y otros objetos robados.Sin embargo, la modalidad que más preocupa a la comunidad es el ‘robo masivo’, que los delincuentes están efectuando ya no sólo emplean en buses sino también en restaurantes. Algunos locales ubicados en exclusivas zonas ya han resultado afectados por esta modalidad. “Fuimos al Norte a almorzar para celebrar el cumpleaños de una amiga y llegaron dos hombres armados que robaron a todos los invitados. Le apuntan a todo el mundo y van recogiendo lo que encuentren a su paso. A mí me quitaron joyas, tarjetas y el teléfono”, contó un ejecutivo. Olga Micolta, presidenta de la Junta de Acción Comunal de San Fernando, coincide en que ese sector se convirtió en un atracadero. Sobre todo desde hace un año en que muchas calles deben transitarse a pie porque están llevando a cabo reposición de alcantarillado. “Suben las motos por los andenes y en la Carrera 38 con Calle 5 B4 les quitan los bolsos a las señoras a toda hora. A una joven la dejaron privada en el piso”.Para doña Graciela, los ladrones abundan en Tequendama desde que el barrio cambió su vocación residencial a la de servicios médicos. “Ellos saben que la gente trae dinero para sus exámenes y medicamentos y la roban bastante, especialmente en la Carrera 42 con Calle 3”.En el esfuerzo de la Policía por contrarrestar la acción de los bandidos, ya fueron dotados con celulares para el Plan Nacional de Vigilancia Comunitaria por Cuadrante. También cambiaron las armas manuales (de seis tiros) por armas automáticas más livianas y con mayor capacidad de reacción (15 tiros), previendo delincuentes mejor armados que los agentes.

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