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Violencia siembra dudas sobre plan de pacificación en Río de Janeiro

A casi un mes del Mundial, se desata una crisis en las favelas de la ciudad carioca.

7 de mayo de 2014 Por: Patricia Lee | Corresponsal de El País .

A casi un mes del Mundial, se desata una crisis en las favelas de la ciudad carioca.

En la cuna del ‘jogo bonito’ y de Pelé, el Mundial de Fútbol a iniciarse en junio, ha convertido a Brasil en el país de la furia. En todas las ciudades se desarrollan marchas de campesinos sin tierra, jubilados, médicos, familias sin vivienda, mientras que en Río de Janeiro, la violencia ha vuelto a estallar en las favelas a pesar de años de políticas de pacificación.La semana pasada estuvo conmocionada por los asesinatos de una anciana de 72 que salió a la calle el día que celebraba su cumpleaños, y murió por las balas cruzadas en un enfrentamiento entre policías y narcotraficantes, en el complejo de Alemao, al norte de Río de Janeiro, y otro joven de veinte años murió al acercarse a ver la pelea entre los que arrojaban piedras y los policías. En la misma semana, tras el asesinato de un joven bailarín que apareció torturado y con un disparo, los habitantes de la favela Pavao- Pavaozinho, descendieron a las calles de la turística Copacabana, obligando a los hoteles internacionales a pedir a los turistas no salir a la calle y a muchos de los negocios a cerrar sus puertas, una pésima publicidad para el Mundial que se avecina.Las famosas Unidades de Policía Pacificadora (UPP), que en un tiempo lograron tranquilizar las favelas de Río, ya no son efectivas para frenar la violencia.Con el Mundial a la vuelta de la esquina y las sumas millonarias vertidas para garantizar las obras, los habitantes de las favelas se sienten más olvidados que nunca. Desde que el año pasado se iniciaron los movimientos de protesta contra el aumento del transporte, los vecinos de las favelas no han dejado de protestar.Las estadísticas dan miedo: en ocho años, en el Estado de Río se han registrado 35.879 asesinatos, 5.677 muertes derivadas de intervenciones policiales, 155 policías muertos en acto de servicio. 43.165 fallecidos en total, con un escalofriante promedio de más de 500 muertes al mes.Un peligroso paseo turísticoEl ingreso a Río de Janeiro desde el aeropuerto de El Galeao a través de favelas es una mala tarjeta de presentación para una de las ciudades más bellas del mundo. En el centro, mendigos duermen en las calles con olor a orines al lado de edificios emblemáticos como el Teatro Municipal.Con sus morros y sus playas rodeados de favelas, el contraste entre la opulencia extrema y la pobreza extrema insulta a los ojos. Rocinha, una de las favelas pacificadas por las UPP tiene la mejor vista de las playas de Sao Conrado. Los moradores colocan en sus puertas un aviso que dice “portal del cielo” y cobran dos reales a quienes quieran ver el paisaje desde allí.Antes, sus moradores se quejaban de la ausencia del estado, pero ahora que esta presencia ha llegado en la forma de UPP la falta de integración es más notoria. Como dijo una moradora de Rocinha, donde solo hay una escuela pública, no hay gas natural y los desagües son precarios, “antes nos quejábamos de que el Estado no llegaba. Ahora no llega salud ni educación, sino la policía”. “Está en crisis el modelo de ciudad: cara, elitizada, pensada para tener corredores de seguridad, para fomentar el consumo, y no los derechos básicos. Muchos dejaron de ser pobres, pero gracias al crédito, y no tienen una salud y una educación dignas”, aseguró Marcelo Freixo, diputado socialista del estado de Río de Janeiro.Freixo obtuvo la segunda votación en las elecciones para alcalde en 2012 e inspiró el personaje del profesor universitario en la película Tropa de Elite 2, en la que se denuncian las irregularidades del grupo Bope, creado para combatir a los narcos en las favelas.“Río de Janeiro hace barreras acústicas para parar el ruido en las favelas. No tienen salud ni educación pero no tienen ruido y están todas militarizadas. Este modelo de gobernabilidad explotó. Las UPP fueron concebidas para recibir grandes eventos. El mapa de ocupación revela que el objetivo primordial es viabilizar las inversiones empresarias y no atender los intereses y derechos de la población”, continúa. “En todas las favelas del corredor hotelero de la Zona Sur fueron instaladas unidades. En el norte, comunidades del entorno del Maracaná y el Sambódromo, así como las que bordean la Línea Vermelha, el camino de los turistas entre el aeropuerto del Galeao y la zona sur. Lo mismo en la región portuaria, donde la especulación inmobiliaria es muy alta. El análisis de la cartografía de la planificación deja algo claro: la principal misión del proyecto es asegurar las inversiones de la Copa Mundo y las Olimpiadas de 2016”, agregó.

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