Víctimas del reclutamiento infantil en Colombia no denuncian por temor

Según el director del Grupo Asesor de Comandantes del Ministerio de Defensa, general Ricardo Jiménez, el problema es más notorio en Arauca, Meta, Guaviare y Caquetá.

El reclutamiento infantil por grupos armados ilegales es una realidad en varias regiones de Colombia pero las familias víctimas no denuncian por temor, según dijeron este miércoles fuentes oficiales.Este problema es más notorio en los departamentos de Arauca, Meta, Guaviare y Caquetá, explicó a Efe el general Ricardo Jiménez Mejía, director del Grupo Asesor de Comandantes del Ministerio de Defensa.El jefe militar manifestó que el temor a denunciar es la razón por la que no se tienen cifras exactas de cuántos niños pueden estar engrosando las filas de los grupos ilegales."Tener cifras es muy difícil porque las familias por temor, y en los sitios lejanos donde están, no van a denunciar, no tienen el valor para hacerlo, para contar que se les llevaron un hijo o hija", aseguró el general Jiménez.Agregó que por las distancias que tienen que recorrer los niños para llegar a sus colegios en zonas rurales, "muchos prefieren no volver a estudiar porque se los pueden llevar los grupos al margen de la ley" como la guerrilla, "e incluso bandas criminales al servicio del narcotráfico".El general Jiménez agregó que el Ministerio de Defensa trabaja en la prevención del reclutamiento infantil mediante campañas apoyadas por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y la Policía de Infancia y Adolescencia."En este segundo semestre hemos hecho dos grandes campañas: una fue la Escuela Sociodeportiva Juega por la Vida, una actividad que se hizo en 23 sitios del país, donde cien niños participaron una semana en campeonatos deportivos en los que se exaltaron valores y principios como el respeto y la honestidad", comentó.El pasado fin de semana se hizo otra campaña llamada "Enciende tu luz" con la cual se aprovechó la celebración de la "noche de las velitas" en once lugares del país para encender mil faroles con mensajes alusivos a la unidad familiar.Subrayó que los jóvenes deben ser libres para escoger lo que quieren hacer en su vida, "estudiar, desarrollarse como personas cada uno en lo que quiere", pero lejos del conflicto armado.El jefe militar explicó que cuando algún niño o joven logra escaparse de la guerrilla y se presenta a la Policía o al Ejercito, de inmediato lo entregan al Bienestar Familiar, que se encarga de su protección y educación.Añadió que dentro de las obligaciones de estas instituciones está la de buscar a las familias, y en caso de no encontrarlas se quedan con los menores hasta que cumplan la mayoría de edad para que puedan seguir una vida normal.El funcionario reconoció que también hay casos de muchachos que se van voluntariamente a la guerrilla. "Ese fenómeno lo hemos observado especialmente en Arauca. Quizás los muchachos no ven otra opción de vida y se van a estos grupos, pero yo creo que son muy pocos, a la mayoría se los han llevado a la fuerza", afirmó.