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Un soldado resultó quemado en el batallón de Palmira

El hombre de 23 años estaba encerrado en un calabozo por quedarse dormido mientras hacía guardia. Presenta quemaduras graves en el 70% de su cuerpo.

21 de octubre de 2012 Por: Redacción de El País Palmira

El hombre de 23 años estaba encerrado en un calabozo por quedarse dormido mientras hacía guardia. Presenta quemaduras graves en el 70% de su cuerpo.

En extrañas circunstancias y que son materia de investigación para las autoridades, un soldado resultó quemado al interior del batallón de ingenieros Agustín Codazzi, de Palmira. El hecho se presentó hacia las 1:30 de la tarde del pasado sábado cuando el soldado regular Jorge Leonardo Micolta Obando, de 23 años de edad, se encontraba en un calabozo de esa guarnición cumpliendo con una sanción por haberse quedado dormido mientras servía de centinela durante una jornada de guardia.Tras presentarse una fuerte conflagración en la pequeña celda, el militar resultó con heridas de consideración en el 70% del cuerpo que obligaron a su traslado a la Clínica Palma Real, de Palmira, donde hasta ayer en la tarde permanecía intubado, inconsciente y con pronóstico reservado.Aunque versiones extra oficiales apunta a que el fuego habría sido generado por el propio uniformado al quemar una colchoneta con el fin de llamar la atención de sus superiores, esta hipótesis fue desmentida por los familiares de Micolta Obando, quienes argumentaron que no se concibe que haya procedido de esa manera.Leonardo Micolta, hermano del soldado lesionado, enfatizó en que “no creemos que las cosas se hayan sido de esa manera”. Esta posición fue reforzada por el padre del soldado, Norberto Micolta, quien precisó que su hijo presenta quemaduras graves en todo el cuerpo y el cuello que no pueden haber sido provocadas por un colchón, pues las llamas igualmente alcanzaron el techo de la pequeña habitación, "lo que tampoco es lógico".El padre de familia enfatizó en que llama mucho la atención que se sin haberse adelantado la respectiva investigación se haya realizado una limpieza general y luego se haya pintado el cuarto, donde habían dos camas, al igual que un lavamanos y un inodoro”. “El fuego que produce un colchón es muy poco como para haberle causado heridas de tanta gravedad”, subrayó Micolta, al revelar que es un milagro que su hijo éste vivo porque quedó prácticamente irreconocible.Para conocer la versión del Ejercito, El País intentó consultar telefónicamente y personalmente, en el batallón Codazzi, a su comandante, coronel Pablo Blanco, pero no fue posible contactarlo por ninguno de los dos medios. Micolta Obando, quien está vinculado a la institución militar desde hace siete meses, tiene como lugar de residencia el corregimiento Villagorgona, de Candelaria, donde habitan sus padres y hermanos. Como se recordará, como consecuencia de un incendio que presentó a las 11:35 de la noche del 7 de enero de 2007, en la sala de detenidos de la misma guarnición militar, murieron los soldados Luís Fernando Sanabria Salazar y Douglas Rentería Agudelo. Tambiénresultaron con graves heridas sus compañeros de reclusión Carlos Meneses, Jorge Montaño y Víctor Motato.

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