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Tres soldados muertos y 11 heridos dejan enfrentamientos en Caloto, Cauca

Los combates desplazaron a unos 600 habitantes del corregimiento El Palo.

21 de febrero de 2012 Por: Daniel Suárez Pérez I Redacción El País

Los combates desplazaron a unos 600 habitantes del corregimiento El Palo.

Tres militares muertos y once heridos dejó un enfrentamiento entre tropas del Ejército y guerrilleros de las Farc en el corregimiento de El Palo, en zona rural de Caloto (Cauca). Los ataques también provocaron el desplazamiento de unos 600 habitantes.Desde las 7:00 a.m. de ayer tropas de la Brigada Móvil No.14 y del Batallón de Alta Montaña No.1 respondieron a los ataques del Sexto Frente de las Farc en este corregimiento de tan sólo dos calles pavimentadas y no más de cinco cuadras.Los subversivos lanzaron desde la montaña ‘tatucos’ (explosivos artesanales) y los militares respondieron con ráfagas de fusiles M60 y cañonazos.El combate transcurrió en intervalos de quince minutos durante la mañana y en la tarde se escucharon dos o tres estallidos por hora.Pasadas las 4:30 p.m. los guerrilleros lanzaron un ‘tatuco’ que acabó con la vida del mayor Dixon Castrillón, encargado de las unidades de la Brigada Móvil 14 en la zona; el soldado Mauricio Botero Castro y el cabo Luis Enrique Rojas. Otros once militares sufrieron heridas por las esquirlas y fueron trasladados al hospital de Caloto. Dos de ellos fueron dados de alta ayer y otros dos permanecieron en el centro asistencial del municipio, mientras que los siete restantes llegaron anoche a la Clínica Valle del Lili de Cali, debido a su grave estado. Los cadáveres de los tres militares también fueron trasladados en helicópteros del Ejército hasta la Base Aérea Marco Fidel Suárez.“No queremos volver”Gabriel, un habitante de El Palo, aseguró que desde hace cinco años no veía un muerto en su pueblo. “No habíamos tenido un ataque como éste hace tiempo. La situación está muy complicada”. Por su parte, Clementina relató que salió de su casa con sus tres hijos y se refugió en el resguardo de la vereda El Nilo, junto con otros 250 desplazados. “Pensé que hoy (ayer) pasaría lo mismo de otras veces, cuando nos ha tocado salir por un rato y luego todo se calma. Pero ahora nadie quiere volver. Aquí no se puede vivir”, declaró la pobladora.La mujer manifestó que este año los enfrentamientos en el corregimiento se han disparado. Explicó que la situación empeoró desde que los militares comenzaron a hacer más presencia en el pueblo. Según los habitantes, desde enero de este año se registran al menos dos o tres hostigamientos por semana. Gabriel y Clementina coincidieron en que esta vez dejaron sus casas cuando escucharon la primera explosión y creyeron que un rumor que circulaba desde este fin de semana se haría realidad. Habían escuchado una advertencia de las Farc: “No respondemos por ningún muerto”.Horas antes de fallecer, el mayor Dixon Castrillón explicó a El País que “estamos haciendo labores de vigilancia. Hace unos días ubicamos un retén de control en la vía que de El Palo conduce a Toribío, por eso nos están atacando sólo con ‘tatucos’”, expresó el oficial que horas después murió por el impacto de uno de estos artefactos. Para el mayor Dixon esta acción permitía reforzar el trabajo que el Ejército inició desde mediados del 2011 con la creación de la Fuerza de Tarea Apolo, que opera en el norte del Cauca.Castrillón se encontraba al mediodía a dos cuadras del puesto de control que querían retomar los subversivos. Se notaba tranquilo y señalaba que los explosivos caían al pie de la montaña, lejos de sus tropas. En la tarde se fue a la retaguardia y movió el tanque en el que se movilizaba hacía el puente de El Palo, un punto medio que comunica al oeste con el casco urbano de Caloto y al este con Corinto.Luego el explosivo impactó el vehículo. El oficial alcanzó a llegar con vida al hospital del municipio, pero minutos después falleció.

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