Secuestro de "espías" por parte del ELN, ¿paranoia o estrategia?

Aunque no es la primera vez que esta guerrilla retiene a ciudadanos extranjeros acusándolos de espías, los expertos aseguran que se trata de una estrategia que busca justificar una grave violación al DIH.

El secuestro de dos ciudadanos alemanes que están en poder del ELN desde noviembre pasado parece haber revivido la 'paranoia' de ese grupo armado al margen de la ley frente a los extranjeros. A lo largo de sus más de cuatro décadas de existencia, esa guerrilla ha secuestrado a centenares de extranjeros con fines extorsivos, muchos de ellos de nacionalidad germana. La coincidencia es que a muchas de sus víctimas el ELN las ha tildado de espías para justificar su retención, y el caso de los hermanos Uwe y Günther Otto Brauer no es la excepción. En un comunicado del Frente de Guerra Nororiental, el ELN advierte que los dos extranjeros "no han podido justificar su presencia" en la región del Cataumbo (Norte de Santander), donde fueron retenidos, y que por ello "son considerados agentes de inteligencia". Más aún, dice esa guerrilla que "los espías no están protegidos por el DIH".Esta declaración, para los expertos, no es más que una estrategia que busca justificar un delito como es el secuestro, para de esta manera tratar de abrirse un espacio político internacional tratando de vincular a Alemania, país con el que el ELN perdió toda interlocución desde los diálogos de Mainz, en 1998. "El secuestro es una disculpa torpe para justificar lo que no es justificable. Lo curioso es que el ELN a cuanto extranjero retiene lo tilda de ‘espía’ para justificar una grave violación al Derecho Internacional Humanitario", sostiene el excomisionado de Paz Camilo Gómez Alzate. En ese sentido, el analista Alfredo Rangel, director de la Fundación Seguridad y Democracia, califica de absurda la versión guerrillera de tildar de espías a dos personas de la tercera edad. "Además de cometer una grave violación al DIH, por tratarse de civiles, lo que busca el ELN es sacar réditos políticos para que el gobierno alemán gestione a liberación de estas personas", dice el experto. A su turno, el analista Pedro Medellín Torres no duda de que "se trata de una estrategia del ELN" de calificar de 'espías' a civiles. "Pretenden justificar un secuestro de civiles homologándolos con combatientes, para lavarse las manos. Los civiles son personas protegidas por el DIH", recuerda Medellín. ¿Espías?La curiosa costumbre de esa guerrilla de tildar de ‘espías’ a civiles data de varios años atrás. En 1989, por ejemplo, el ELN asesinó al obispo de Arauca, monseñor Jesús Emilio Jaramillo Monsalve, a quien calificó de "hacer inteligencia" para el Estado. En marzo de 1999, el proceso de paz que adelantaba el Gobierno con ese grupo subversivo en Caracas estuvo a punto de romperse por los señalamientos en contra del reconocido médico bioenergético Santiago Rojas. En esa ocasión, alias Gabino, hoy máximo dirigente del ELN, señaló públicamente al galeno -quien hacía parte de la comisión gubernamental- de "realizar labores de inteligencia con un aparato detector de señales", durante una reunión entre el entonces Alto Comisionado para la Paz, Víctor G. Ricardo, y alias Antonio García.El médico Rojas explicó en su momento que se trataba de aparatos que miden las radiaciones y los que usa para tratar a sus pacientes. Pero quizás el caso más emblemático de la relación del ELN con ‘espías’, fue el del alemán Werner Mauss, ese sí un espía de verdad al servicio del gobierno de su país. Mauss llegó al país en 1996 para negociar con esa guerrilla una millonaria extorsión a la multinacional germana Mannesmann, que construía el oleoducto Caño Limón-Coveñas, así como la liberación de varios de sus ingenieros secuestrados.