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Se esperan sanciones luego de homicidio de hincha de Millonarios el pasado sábado en Cali

El hombre de 28 años era un activista en contra de la violencia en los estadios. Alcalde Rodrigo Guerrero pidió a la Dimayor una sanción ejemplar a quienes se vieron envueltos en la violencia entre hinchas.

23 de junio de 2013 Por: Redacción de El País

El hombre de 28 años era un activista en contra de la violencia en los estadios. Alcalde Rodrigo Guerrero pidió a la Dimayor una sanción ejemplar a quienes se vieron envueltos en la violencia entre hinchas.

Las reacciones por la muerte de un hincha de Millonarios el pasado sábado en inmediaciones del estadio Pascual Guerrero no se hicieron esperar. El alcalde de Cali, Rodrigo Guerrero, publicó en su cuenta de Twitter que pedirá a la Dimayor que se sancione “ejemplarmente” a quienes se vieron envueltos en la violencia entre hinchas. “Ante semejante acto de barbarie solicitaremos Dimayor sancione ejemplarmente la plaza. Policía informa que hay un detenido”, escribió Guerrero en la red social. Por su parte, el secretario de Gobierno Municipal, Carlos José Holguín Molina, calificó los hechos como “repudiables y lamentables”, e informó que la Policía y la Fiscalía avanzan en la investigación de lo sucedido.Holguín Molina anotó que mañana martes 25 de junio, este caso será tratado en la Comisión Local de Fútbol, “para que se analicen las sanciones que se impondrán, porque no permitiremos que este tipo actos violentos se sigan presentando y continúen empañando la fiesta del fútbol”.El funcionario dijo que si bien la Policía implementó todo un dispositivo de seguridad al interior del estadio Pascual Guerrero y en sus alrededores, los hechos se presentaron unas cuadras más allá de los anillos de seguridad.Pero justamente por esa razón, y ante la posibilidad de que el estadio Pascual Guerrero sea sancionado con varias fechas sin acceso al público, justamente durante las semifinales que disputa el Deportivo Cali, los hinchas del ‘verdiblanco’ se manifestaron a través de las redes sociales de internet.“No pueden castigar a la hinchada verde, en su gran mayoría gente buena y honesta, por los actos que delincuentes cometen muy lejos del Pascual”, dijo en Facebook Eduardo Valverde, uno de los hinchas del Deportivo Cali.Muerte triste y paradójicaPor una de esas paradojas inexplicables que tiene la vida Óscar Sandino vino a morir a Cali. Paradójico que lo asesinaran en medio de un enfrentamiento entre hinchas del fútbol cuando él se dedicaba a promulgar la paz entre aficionados; paradójico que este fuera su primer viaje en tres meses para ver a su Millonarios. Una vez más la violencia manchó la fiesta del fútbol en Colombia.Óscar Eduardo, que vivía en la localidad de Suba, en Bogotá, llevaba dos años vinculado a la fundación Juan Manuel Bermúdez, que adelanta acciones cívicas para promover la paz en los estadios. Se unió a ese grupo porque desde los 16 supo lo que es que maten a alguien por el color de su camiseta de fútbol.Eso, al menos, cuenta su mamá. Sandra. Ella llora y dice que Óscar, que tenía 28 años, había enterrado a varios de sus amigos por culpa de la intolerancia en los estadios. Cuenta que el muchacho se la pasaba trabajando en Suba para que no se repitieran hechos de violencia por culpa de hinchas del fútbol.Justo el viernes, antes de viajar a Cali, había inaugurado en un parque de Suba un enorme mural que había pintado junto a chicos de la zona. En la pared había dibujos alusivos a la paz.Sandra, la mamá enlutada, dice que él estaba feliz con eso, con el mural. Que estaba feliz también porque los trabajos de barrismo social que hacía con la fundación estaban dando frutos, que había visitado varios colegios de la localidad para decirle a los estudiantes que la vida vale mucho, que está bien amar con locura al equipo, a la camiseta, pero que no hay que morirse para probarlo.La mamá de Óscar cuenta, con la voz hecha trizas, que el viaje que Oscar hizo a Cali, junto a su hermano y a cuatro amigos más, era una suerte de premio por lo que había logrado hasta ahora. Con la fundación habían podido asisitir con sicólogos a varios hinchas bogotanos para evitar hechos violentos y vandalismo.Antes de viajar al Valle advirtió a sus compañeros de hinchada que tuvieran precaución para no provocar problemas con las barras del Cali.“Recuerden no llevar ropa de Millos, entre más caletos mejor, no queremos problemas, ropa informal, no entren trapos, sólo aguante, los esperamos, Subazul”, fue el mensaje para el viaje a Cali en su muro de Facebook.Pero, por esas paradojas inexplicables de la vida, su pasión lo mató el sábado en Cali.Ahora su cuerpo está en Medicina Legal. Solo hasta después del mediodía de hoy le será entregado a familiares que van a viajar desde Bogotá. Dos amigos de la familia Nidia Muñoz, madre de uno de los mejores amigos de Óscar está allá, en Medicina Legal. El hermano de Óscar Eduardo regresó ayer a la capital. Viajaron juntos en el bus de la barra, pero tuvo que ser escoltado hasta el aeropuerto para poder acompañar a su mamá.Otros cuatro de sus amigos también permanecen en Cali. Todos en el hospital Universitario del Valle. Todos con heridas de cuchillo en los cuerpos. Uno de ellos tuvo que ser intervenido, dijo Luis Eduardo Pino, médico del HUV. Las heridas no son tan leves como las de sus amigos.

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