Reacciones encontradas sobre el cambio en la cúpula militar

Diferentes posiciones mostraron los partidos políticos frente a los cambios efectuados en la Cúpula Militar, ocasionados por los escándalos revelados el pasado fin de semana al interior del Ejército Nacional por el tema de la contratación.

Diferentes posiciones mostraron los partidos políticos frente a los cambios efectuados en la Cúpula Militar, ocasionados por los escándalos revelados el pasado fin de semana al interior del Ejército Nacional por el tema de la contratación. Para la candidata presidencial por el partido Conservador, Marta Lucía Ramírez, no se puede permitir corrupción en ninguna de las instituciones del Estado colombiano. Por eso “el presidente Santos y el ministro Pinzón, como representantes de la autoridad civil sobre las Fuerzas Militares, deben adoptar todos los controles preventivos internos para evitar estos actos que afectan la legitimidad institucional”. Ramírez señaló que las denuncias que condujeron a la destitución de los militares tienen que investigarse con la mayor celeridad y, “en caso que se compruebe alguna de ellas, deben tomarse sanciones drásticas sobre los responsables”. Sin embargo, resaltó que se debe garantizar el debido proceso y la presunción de buena fe sobre los oficiales investigados. La candidata presidencial reiteró que remover la cúpula militar no resulta “concordante” con los argumentos utilizados de falta de controles internos que ha debido adoptar el Gobierno Nacional, y advirtió que cualquiera de las decisiones que tome el Gobierno deben hacerse cuidando la unidad y el honor de la fuerza. “Dividir el Ejército sería un grave error y perjudicial para la democracia”, sostuvo. El Partido de la U, por su parte, reiteró su respaldo al mandatario y agregó que “unos hechos aislados de corrupción no pueden debilitar la confianza de los colombianos". Según el presidente de esa colectividad, Sergio Díaz-Granados, “nuestro apoyo incondicional y respeto absoluto por nuestras Fuerzas Militares, ya que unos hechos aislados de corrupción no pueden deteriorar la confianza de los colombianos y un pilar central, como lo es la seguridad”. Y agregó que las instituciones son más importantes que las personas, por lo que se debe velar por la primeras, “es el caso de la iglesia católica y algunos sacerdotes. Por la conducta equívoca de unos, no puede ser juzgada toda una institución”. Al referirse al tema de las interceptaciones, dijo que éstas no son una política de Estado, que pueden ser igualmente hechos aislados que no comprometen a toda una institución no deliberante como lo son las Fuerzas Militares. “Y al no ser deliberante no debe entrar en el terreno del debate político”, dijo. Según el candidato presidencial por el Centro Democrático, Óscar Iván Zuluaga, el Presidente Santos se lavó las manos con el cambio de la cúpula. "La fuerza pública está desmoralizada, no tenemos un comandante en jefe de las Fuerzas Militares, las decisiones que toma son para lavarse las manos frente a los hechos que han sido denunciados por una revista, por un medio de comunicación”, dijo. Y agregó que es inaceptable que un Presidente que ha sido Ministro de Defensa destituya a los miembros de la cúpula militar sin un juicio previo anticipándose al resultado de las investigaciones. Además, advirtió que lo que se pone en juego con la falta de liderazgo del gobierno Santos es la institucionalidad y el sacrificio de todos los integrantes de la fuerza pública. “Es muy delicado, porque aquí lo que está en juego es el nombre de cada uno de los soldados, cada uno de los miembros de la Fuerza Pública. Me parece un hecho muy complicado y una señal equivocada para todos los colombianos”. El candidato al Senado y expresidente de Colombia por el Centro Democrático, Álvaro Uribe, también se pronunció al respecto: “el presidente destituyó a los comandantes y dice que no eran corruptos pero que sabían y no procedieron contra irregularidades. Quien sabe y no procede es tan corrupto como quien roba. Si los echaron simplemente por la información de la revista, sería grave politiquería”. Además, dijo que pese a que el excomandante de las Fuerzas Militares ofreció excusas por sus palabras impropias “el presidente lo destituye y aduce que era una falta a la majestuosidad de las Fuerzas Armadas. La falta a la majestuosidad es del Comandante General, el Presidente de la República, que ha igualado a las Fuerzas Armadas con el terrorismo y no lo incomoda el asesinato terrorista continuado de soldados y policías”. Según Uribe, este es un paso para el desmantelamiento de la inteligencia militar y la entrega del país a las Farc, “poniendo en grave riesgo la suerte de las operaciones militares y la vida de los integrantes de las redes de inteligencia”.