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¿Qué le pasa si no ayuda a un herido o no denuncia un delito?

Aunque muchos ciudadanos no lo sepan, existe un delito que se llama omisión de socorro y del cual pueden ser acusadas aquellas personas que, teniendo la oportunidad de hacerlo y sin poner en riesgo su vida, no auxilien a los heridos que resultan de accidentes o hechos violentos.

21 de julio de 2014 Por: Colprensa

Aunque muchos ciudadanos no lo sepan, existe un delito que se llama omisión de socorro y del cual pueden ser acusadas aquellas personas que, teniendo la oportunidad de hacerlo y sin poner en riesgo su vida, no auxilien a los heridos que resultan de accidentes o hechos violentos.

Si un día caminado por la calle usted ve a una persona herida, ¿la ayudaría? Si usted decide llamar a las autoridades, si espera con ella la ayuda, la llegada de una ambulancia o la traslada a un centro médico, es probable que le salve la vida; pero si no lo hace, podría ser enviado a la cárcel. El delito: omisión de socorro. Esa conducta, que muchos colombianos ignoran, es considerada por el derecho como el incumplimiento de la obligación de un comportamiento de solidaridad mínimo entre los ciudadanos. No cumplirlo configura el delito, contemplado en el Código Penal bajo el artículo 195. La norma dice que si una persona deja de auxiliar a otra, teniendo la posibilidad de hacerlo y mientras esto no ponga en riesgo su propia vida o integridad personal, está cometiendo un delito. El castigo por esta falta, dependiendo del tipo de la conducta y de las consideraciones del juez, puede ir desde una multa de tres meses hasta una pena en prisión de cuatro años, esto si quien omitió el socorro fue el causante de lesiones en un accidente por imprudencia. La multa en dinero puede ir de 66 a 150 salarios mínimos legales mensuales vigentes, es decir hasta un máximo que se acerca a los $93 millones. El delito es querellable, es decir, que se necesita una demanda para que inicie la acción penal, ya que se considera que causa afección individual, aunque, en cierto modo, también repercute en la sociedad. Para Camilo Burbano, director nacional del Sistema Penal Acusatorio de la Fiscalía, los ciudadanos deben auxiliar a otros cuando tengan la posibilidad de hacerlo, esto “sin ser héroes, ya que el derecho no les está exigiendo que lo sean”. “Prestar la colaboración necesaria en cada evento, según las posibilidades y capacidades, hace parte del deber de la ciudadanía. Si uno ve a una persona herida en la calle y puede detenerse a prestarle auxilio, llamar a la ambulancia, quedarse con él o llevarlo al hospital, ¿por qué no hacerlo?”, dice Burbano. Para el funcionario, es claro que no se le pide a la ciudadanía que intervenga en delitos para salvar otras vidas, o que se interponga en el camino de una bala para salvar a otro. “No se exige que se interrumpan asaltos, solo pedimos que se cumpla con el deber de solidaridad, es lo mínimo que se les puede pedir, pues esa persona que resultó herida puede ser un conocido suyo o un familiar. Piense que eso que le pasó a ese ciudadano también le podría pasar a usted”, insiste el Director Nacional del Sistema Penal Acusatorio. Burbano recuerda que hay casos en los que al ser testigos de un asalto, los ciudadanos pueden también capturar en flagrancia, “pero lo importante es auxiliar a las víctimas, ya será su decisión si va tras el victimario, aunque uno esperaría que se pensara primero en salvar la vida de la persona, porque eso es más importante”. Por qué no hay colaboración Para el especialista, existe en el país, y más en las ciudades capitales más grandes, como Bogotá, Cali, Medellín o Barranquilla, una cultura de “insolidaridad”, situación contraria a la que se ve en ciudades pequeñas. “Hay un mito urbano de que cuando una persona ayuda a otro, puede quedar ‘empapelada’, o que puede estar en medio de un procedimiento penal o jurídico, lo cual es totalmente falso”, explica Burbano. Lo que le puede pasar a alguien que ayuda, y que sucede usualmente, es que “si ve a un herido y lo lleva al hospital, puede que le tomen los datos, o información útil en el caso en que exista algún tipo de evidencia, por ejemplo si lo transportó en su vehículo, se retendría para tomar las muestras, pero en un plazo de una hora, o dos máximo, podría irse y no más”. El experto agrega que “incluso puede ser llamado después, pero para brindar declaración de lo que vio y ya, eso no es un problema jurídico”. En ciudades donde existen cámaras de seguridad, es más fácil dar con personas que no ayuden a otros, “es fácil dar con placas, vídeos, métodos que puedan facilitar el actuar de la Fiscalía, solo es necesario que haya una denuncia”. Este tema fue noticia la semana pasada, por ejemplo, tras la muerte del subintendente de Policía Jesús Gilberto Arango Castro, asesinado en la noche del lunes 14 de julio en un puente peatonal del occidente de Bogotá, quien presuntamente no recibió ayuda de personas que pasaron por el sitio a pie o en vehículos, y a quienes la Fiscalía investiga. Para el ente acusador, es necesario crear conciencia sobre este comportamiento y otros deberes de solidaridad que los colombianos no cumplen. Tal vez así los ciudadanos lo pensarán mejor si por la calle ven a un herido a quien puedan auxiliar.

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