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"Por qué no piden intervención social en vez de militar": comandante de la Policía Cali

Esa es, según el comandante de la Policía Metropolitana de Cali, general Nelson Ramírez, la respuesta que la institución dará frente a la sensación de inseguridad que existe en la ciudad y que esta semana se acrecentó por el robo masivo a un restaurante.

29 de mayo de 2016 Por: Luis Guillermo Restrepo y Ana María Saavedra | El País.

Esa es, según el comandante de la Policía Metropolitana de Cali, general Nelson Ramírez, la respuesta que la institución dará frente a la sensación de inseguridad que existe en la ciudad y que esta semana se acrecentó por el robo masivo a un restaurante.

Las imágenes de un robo masivo en un restaurante de la Calle 9 con Carrera 44 en el sur de Cali y el aumento de los homicidios este año -incluyendo el fin de semana pasado que fue uno de los más violentos de este 2016- generaron un debate sobre la seguridad en la ciudad.

La percepción de los caleños es que el crimen está desbordado, por eso hay voces que piden desde militarización hasta la suspensión de a medida del plan desarme, en la que se prohibe el porte de armas con salvoconducto.

Sin embargo,  el general Nelson Ramírez, comandante de la Policía Metropolitana de Cali, desde enero pasado insiste que hay que diferenciar la sensación de inseguridad a las cifras. El oficial reconoce que aún el número de casos de hurtos es alto, pero que este año con la focalización de estos delitos ha disminuido.

Esta semana la ciudad se conmocionó con el video del robo masivo en La Arepería de la 9, en la que se vio como hombres con armas de fuego atracaban a los clientes, a las  8:30 p.m.. esas imágenes agravaron la sensación de inseguridad que existe en la ciudad...

Es cierto que  se han presentado hechos delictivos. Pero se tiene que decir también que ese caso lo magnificó las redes sociales. Aunque este año han reducido los hurtos a personas, a casas y a comercio, siguen presentándose estos hechos. Por eso mi preocupación ha sido el hurto y mejorar la seguridad.

Este hecho alarma e impacta. Que se vea en las redes sociales el video de cómo  cinco o diez tipos entran a un negocio y roban a la gente pues es algo que impacta. Y todo el que ve ese vídeo lo toma como suyo y dice Cali se puso inseguro. Y esto se multiplica en miles de personas que quedan con la percepción: Cali es insegura. 

Aparte de este hecho también se han escuchado casos de robos a casas en Pance, atracos callejeros en El Peñón y otras zonas concurridas.

Nos reunimos con la comunidad de estos sectores. En Pance puse unos policías uniformados para hacer prevención y control. Lo otro es que estamos haciendo trabajo de investigación para capturar con Policía Judicial a los autores de estos hechos. Pero eso es un proceso judicial que requiere de tiempo para conseguir las evidencias.

En El Peñón también nos acercamos. Pero invito a la comunidad para que denuncie los hechos, porque ese es uno de los principales problemas la falta de denuncia.  Por eso, para escuchar a las  víctimas de delitos como los robos, vamos a establecer un correo y un número de celular para atender las llamadas directamente. También está la App de la Policía para denunciar directamente desde robos de celulares hasta pérdida de documentos y estar comunicados directamente con el cuadrante.

Y este año estamos instalando tres puntos para recibir denuncias: uno en la comuna 22, otro en el centro y otro en el oriente.

Usted dice que los delitos como robos a personas, viviendas y personas han bajado este año. ¿Cuál ha sido la estrategia?

Para eso hicimos un  geolocalización de donde se presentan la mayor recurrencia los delitos. Identificamos 44 puntos de homicidio, 25 de lesiones, 60 del hurto a personas, 14 de robo a carros, 28 de las motos y 8 de residencias. Con esta información se van a intervenir estos puntos. También di la orden que estos cuadrantes no se desactiven. En ocasiones desactivan cuadrantes por falta de personal, situaciones administrativas, por requerimientos como el estadio, que me quitan mil policías, pues esos cuadrantes no se pueden tocar.

Una de las críticas del ciudadano es que no ve policía en la calle.

Por eso quiero reforzar esos puntos. Que los ciudadanos vean allí la  policía.

También critican la lenta reacción ante las llamadas al cuadrante

Tenemos problemas con eso. Hay unas dificultades con la atención al ciudadano. En ocasiones el cuadrante está atendiendo un caso y no se puede desplazar rápidamente al otro. Tiene que llamar a la central para que mande una patrulla. Un solo cuadrante puede atender dos o tres barrios.

Otro de los temas que habla la gente en la calle es sobre la falta de control del parrillero hombre. 

Ese es un tema de control del Tránsito, pero yo también escuché de esa situación, por lo que impartí una instrucción para hacer puestos de control y que los policías que ven parrilleros los conduzcan a la estación, les inmovilicen la moto hasta que llegue Tránsito. 

¿Cómo trasmitirle a la gente tranquilidad en la seguridad?

Decirle que confíe en su Policía. Voy a poner una línea especial para que las personas puedan denunciar la no atención rápida de los policías. Que allí puedan enviar fotos si ven a los policías haciendo algo diferente a su servicio o conductas de corrupción.

Esta semana algunos concejales y diputados pidieron     militarizar la ciudad para bajar la criminalidad...

Esa no es la solución. Es una medida facilista.  El Ejército tiene su rol y nosotros el nuestro. 

Cuando se habla de militarización de una ciudad es cuando el control de esta se le ha salido de las manos a la Policía y sobrepasa sus capacidades;  eso no ha pasado acá. El trabajo se está haciendo. Por qué no piden una intervención social en vez de militar.

Es que le digo a los caleños que nosotros tenemos una planificación y se espera que dé resultados. 

Otra de las propuestas que se escuchó en diferentes personas, como algunos ex alcaldes, era que se suspendiera el plan desarme en el que se prohíbe el porte de armas con salvoconducto.

No podemos reversar. Ya estamos con una medida para que el ciudadano no ande armado porque eso genera más violencia. La persona que anda armada para defenderse para que no lo roben hay veces ni alcanza a sacar el arma o se la quitan y con esa misma arma lo matan. Las armas generan más violencia, la sacan para enfrentarse con los delincuentes y puede morir la persona o herir a alguien.

En los últimos dos años se logró una tendencia a la baja de la violencia y la criminalidad, pero este ha aumentado. ¿Qué ha pasado?

El año pasado se disminuyeron los homicidios y este han sufrido un aumento. Los delitos como hurtos a carros, personas y casas han bajado.  

En  cuanto a los homicidios las tendencias a la baja sufren un estancamiento. En dos años se pasó de una tasa de más de 80 hasta 56. Y esto se bajó a punta de fuerza con la afectación a estructuras del crimen organizado. Las capacidades pudieron haber disminuido en cuanto a intervención.

¿Quiere decir que hay menos policías?

En el 2013 Cali fue intervenida con el apoyo de la Policía Nacional, con unos grupos especiales que estuvieron acá. Pero eso fue temporal. El esfuerzo de los dos años anteriores se dedicó hacia el homicidio y crimen organizado. Se concentraron los esfuerzos hacia Aguablanca. Cuando yo llegué en las visitas a los barrios me piden que aumente la presencia en otras zonas para contrarrestar el hurto. Entonces,  trato de distribuir los policías en toda la ciudad y así atacar los hurtos. Fortalecí el modelo de cuadrantes. Eso significa que bajé un poco la capacidad en Aguablanca.

¿Y usted cree que debido a esa disminución de policías y cambio de estrategia subieron los homicidios?

Estoy tratando de darle más presencia policial a la otra Cali, que está afectada por los hurtos. Y también saqué personal de apoyo que tenía en Aguablanca, con motos y carros, para crear el plan Semáforos e intervengan esos puntos críticos de atracos. Eso ha servido para que estos robos bajen. Se siguen presentando en otros puntos, porque el delito muta, pero esto lo estamos ajustando.

¿Su ofensiva es contra el hurto?

Este año llevo 37 estructuras desarticuladas. 350 delincuentes capturados. Seis eran ‘oficinas de cobro’, pero también he afectado a las estructuras contra el microtráfico, que es uno de los grandes causantes de los homicidios. Y estructuras de hurtos a vehículos. Cuando llegué a Cali se lo anuncié que mi estrategia era focalizar las zonas con más hurtos.

¿Pero por qué aumentaron los homicidios?

Son varias razones. La semana pasada tuve un pico alto de  homicidios. Y se da justo después de las capturas de los jefes de oficinas Boliqueso, Manila, El Enano Aldemar. Estas estructuras cuando hay capturas se reacomodan y generan homicidios. En el microtráfico también tenemos problemas, por eso se está atacando.

Pero el año pasado se tenían los mismos problemas de microtráfico, de intolerancia y también hubo capturas. ¿Por qué si se logró bajar?

Cali fue intervenida por la Policía Nacional con mil hombres de grupos especiales.  Ya esos mil ya no están. Además, a raíz de la dinámica institucional ha decrecido el número de policías. Hay un factor cultural, relacionado con la criminalidad, muy fuerte. Sobre todo en Aguablanca, donde vemos familias enteras en el crimen organizado. Jóvenes con sus papás, sus abuelos o tíos en la cárcel, con un pasado criminal. Esa cultura criminal hay que acabarla.

Las “afro-rumbas”Usted ha dicho que otra causa de la violencia es la intolerancia. Y habla de los problemas que se generan en las llamadas “afro-rumbas?Los fines de semana, en el amanecer de sábado a domingo, es cuando se presenta el mayor número de homicidios. Hemos amanecido un domingo con seis muertos, producto de las afro-rumbas,  del consumo de licor en vía pública. En todo el distrito pueden llegar a haber cien afro-rumbas que inician apenas se cierran los establecimientos nocturnos y se convocan a través de redes. El planteamiento es prohibir el consumo de licor en vía pública.  La ampliación del horario de la rumba ha influido en el aumento de los homicidios?No creo. Incluso prefiero que en Aguablanca se amplie hasta las 4:00 a.m. el funcionamiento de los establecimientos públicos, pero que se restrinja la afro-rumba.

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