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Plan Cuadrantes, detrás del 78% de las capturas que se dan en Cali

Este año van 255 detenidos por homicidio. En Cali aún quedan policías que corren tras la verdad.

19 de septiembre de 2012 Por: Redacción de El País

Este año van 255 detenidos por homicidio. En Cali aún quedan policías que corren tras la verdad.

La escena no es común: un hombre le dispara a otro, los policías lo sorprenden, lo persiguen durante varios minutos, lo capturan, decomisan el arma.Sucedió el lunes pasado en Cali, una ciudad donde muchos casos solían terminar con la muerte de la víctima y el homicida escapando.Sin embargo la Policía Metropolitana afirma que las capturas de los autores de crímenes cada vez son menos esporádicas: entre enero y agosto de este año 255 homicidas fueron detenidos en flagrancia (en el sitio y el momento de los hechos). ¿A qué se debe la efectividad? Los 1.188 uniformados que hacen parte de la estrategia del Plan de Vigilancia por Cuadrantes han logrado el 78% de esas detenciones. La cifras respaldan su labor: entre el 1 de enero y el 17 de septiembre la Policía capturó a 463 personas por homicidio; 359 de esas detenciones fueron hechas por los policías cuadrantes que patrullan en los barrios. El general Fabio Alejandro Castañeda, comandante de la Policía de Cali, habla de derrotar el miedo, ganar confianza, no dejar huir la verdad. Explica que hoy los policías cuentan con un arma nueva: La colaboración de la ciudadanía. Antes, en el 15% de los casos se lograba capturas en flagrancia; ahora, con los planes cuadrantes, ocurre el 609% de las veces.El aumento de las capturas ha sido evidente: mientras en el 2011 la Policía detuvo en flagrancia a 6.573 delincuentes por diferentes delitos, en los primeros siete meses del 2012 estas detenciones ya alcanzan las 8.417: 1.202 al mes, 40 a la semana, seis al día.Policías que correnAquella escena poco común ocurrió a las 4:10 p.m. en el barrio Calipso de la Comuna 13, al oriente de Cali. El policía Edinson Martínez y su compañero Luis Bustamante, cuadrantes de la zona, sorprendieron a un menor disparándole en la cabeza a un hombre. El adolescente, que estaba a unos 70 metros de distancia, les apuntó, disparó dos tiros al aire, huyó. El hecho podría haber terminado allí, pero el patrullero Edinson arrancó a correr tras el homicida. Durante cinco minutos el uniformado- 23 años, delgado, pelo negro, brackets- persiguió al agresor hasta llegar al barrio Julio Rincón. Allí Edinson recibió el apoyo de su compañero Bustamante y el patrullero Nelson Quintero. Entonces continuaron la persecución en motocicletas hasta alcanzar al muchacho cuando intentaba ingresar a una vivienda. Los policías capturaron al menor, decomisaron el arma con la que se cometió el homicidio y $517.000 que tenía en su poder. Esa suma, según las investigaciones, la habría recibido por cometer el crimen. Ayer en el Concejo de Cali, durante la rendición de cuentas de la Policía Metropolitana, los tres uniformados recibieron felicitaciones del Comando General de la Policía por su buen desempeño. Lograr un resultado así, con la captura en flagrancia y el decomiso del arma, es muy difícil, repetía el general Castañeda. Un asunto poco común. En medio del homenaje, sin embargo, el patrullero Edinson, a veces parecía extrañado, como si todo aquello fuera un reconocimiento inmerecido ¿Acaso los policías no nacieron para correr, perseguir a los delincuentes, capturarlos? Aquella extrañeza, tal vez, tenía que ver con las coincidencias del destino: Edinson, ese pelado que desde hace dos años llegó a Cali desde Sandoná, Nariño, siguiendo su vocación, dice que desde pequeño jugaba a perseguir ladrones y nunca, nunca, dejó escapar a ninguno. Bustamante, su compañero, cuenta entonces que Edinson no lo piensa dos veces: él sale como loco detrás de los sospechosos. Siempre ha sido así: aventado, impulsivo, valiente. Edinson sólo tiene una explicación: un policía debe correr, no tras un delincuente, tras la verdad.

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