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Participación política de guerrilleros es un precio que hay que pagar por la paz

Alan McBride perdió a su esposa en un atentado en medio del conflicto en Irlanda del Norte. Víctima y testigo de un proceso de paz, afirma que aunque su dolor nunca sanará del todo, más injusto es querer perpetuar la violencia.

5 de agosto de 2014 Por: Yefferson Ospina | Reportero de El País

Alan McBride perdió a su esposa en un atentado en medio del conflicto en Irlanda del Norte. Víctima y testigo de un proceso de paz, afirma que aunque su dolor nunca sanará del todo, más injusto es querer perpetuar la violencia.

El 23 de octubre de 1993, hombres de la guerrilla irlandesa IRA detonaron una bomba en Belfast, Irlanda del Norte, y asesinaron a 10 personas. Entre las diez personas que murieron se encontraban Sharon Mcbride y Thomas Begley, éste, uno de los responsables de la detonación, que murió porque el artefacto explotó prematuramente. Sharon era la esposa de Alan Mcbride, con quien había tenido una niña un año antes. El mismo día en que Alan enterró a Sharon, vio en la televisión cómo el ataúd que llevaba el cadáver del guerrillero que puso la bomba era cargado en hombros por otro grupo de personas. Y fue incomprensible para él: ¿cómo comprender que un hombre que explota una bomba contra inocentes sea luego enterrado con honores? ¿Cómo comprender que hubiera quienes lloraran la muerte de la persona que acabó con la vida de su esposa y la de otros ocho inocentes?Era el año de 1993 e Irlanda del Norte vivía una fuerte confrontación entre los grupos políticos y sociales que buscaban unirse a Inglaterra y quienes buscaban establecer una nación independiente en toda la isla de Irlanda. Era el año de 1993 y era la guerra. Tanto los brazos armados leales a Inglaterra como el IRA, brazo armado de los movimientos proindependentistas, asesinaban indiscriminadamente a civiles que consideraban sus contrarios. El atentado en que murió Sharon Mcbride fue llamado, para la historia, el atentado de Shankill Road. Años después, luego de un proceso que terminó con la firma de la paz en Irlanda del Norte, Alan se encontró con uno de los hombres que cargó el ataúd del asesino de Sharon y por quien sintió un gran desprecio y furia. Se trataba de Gerry Adams, líder político vinculado al IRA. El encuentro fue en 2009, 16 años después de la muerte de Sharon. Demasiado pocos para que la herida pudiera sanar. Demasiado pocos para que la memoria se deformara y relegara al olvido el dolor. Sin embargo, los suficientes para que Alan comprendiera que no podía vivir con el rencor toda su vida. Aquel día de 2009, Alan habló con Gerry Adams, lo perdonó y, según él mismo dice, comprendió que aunque la muerte de su esposa fue injusta, "más injusto habría sido mantener a toda una sociedad encerrada en la guerra". Alan, ¿cómo hiciste para perdonar a quienes fueron los responsables de la muerte de tu esposa?Cuando hablé con Gerry Adams, en 2009, él me dijo que sentía mucho lo que había pasado en el atentado, y que todo había sido un error. Además, luego de hablar mucho entendí que varias de las personas que hacían parte del IRA lo hacían porque el grupo opuesto también violó muchos de sus derechos. En Irlanda del Norte había una segregación y una violencia muy fuerte entre ambos bandos, y esa fue la verdadera causa del conflicto. Es decir, los victimarios de algún modo también fueron víctimas... Eso, por supuesto, no los justifica, pero permite comprender las causas de la violencia. En Colombia, por ejemplo, hay personas que pertenecen a grupos como las Farc pero que fueron reclutadas desde niños y de algún modo obligadas a ejercer la violencia. ¿Cómo hacer para que la sociedad comprenda esas situaciones? En primer lugar, no hay justificación para los actos de terrorismo. Pero lo que sí es necesario es comprender muy bien los contextos en los cuales se ha desarrollado el conflicto. Si se quiere llegar a una verdadera paz y reconciliación, hay que entender que hay gente que a la vez es víctima y victimario. No son víctimas en la misma medida que alguien de la población civil, pero lo son, en la medida en que llegaron al conflicto porque a ellos también se les violaron sus derechos. Eso debe aclararse y debe haber una voluntad por entender esa situación por parte de la sociedad. Uno de los puntos más complejos dentro de la negociación con las Farc es la participación política de exguerrilleros. ¿Cómo se resolvió ese punto en Irlanda del Norte?Ese es un asunto muy complejo. En primer lugar, no debe haber ningún tipo de impunidad. En el caso de Irlanda del Norte, a los excombatientes del IRA se les permitió aspirar a cargos políticos, pero quienes hicieron la elección fueron los ciudadanos a través de los votos. La participación en política es un precio que se debe pagar por la paz. Un precio que no todo el mundo está dispuesto a pagar, pero por eso al final serán los ciudadanos quienes elijan. Respecto a las penas que debe pagar quienes se desmovilicen, en Colombia, los miembros de las Farc dicen que no están dispuestos a pagar cárcel...No puede haber impunidad, eso debe ser claro. En Irlanda del Norte se llegó al acuerdo de que los responsables de terrorismo debían pagar un mínimo de dos años en cárcel. Yo creo que se tiene que acordar el tiempo que deben pasar en la cárcel, y eso puede ser que no le guste tanto a las Farc como a la sociedad civil. Pero, por un lado, no puede haber impunidad y, por otro lado, hay que llegar a un acuerdo sobre las penas entre las partes que dialogan. Aunque los guerrilleros no quieran ir a la cárcel, deben entender que es necesario. Las Farc han dicho que si se considera a los militares heridos en combate víctimas del conflicto, también se les debe considerar a los guerrilleros heridos y encarcelados como tales. ¿Usted qué opina de eso?Hay que analizar el contexto en el cual cada persona llegó al conflicto. Como tú decías ahora, en Colombia hay niños reclutados. En Irlanda del Norte pasaba lo mismo, había niños que tiraban bombas y disparaban. A muchos de esos niños les mataron a sus padres o los sacaron de sus casas y se las destruyeron y por eso decidieron unirse al IRA. En casos como esos, ellos son parcialmente víctimas. No en el mismo nivel que las víctimas inocentes, hay que aclarar. Yo creo que tiene que hacerse una evaluación sobre todo el contexto en que se engendró el conflicto para entender bien a las partes en conflicto. ¿Cómo ve usted el proceso de paz en Colombia?Yo creo que las cosas se están haciendo muy bien. Discusiones sobre el modo en que se participará en política, sobre quiénes son víctimas y quiénes no, fueron discusiones que en el caso de Irlanda del Norte, se tuvieron luego de firmar la paz y que de hecho, actualmente se están teniendo. Por otro lado, la posibilidad de que las víctimas hablen y cuenten sus experiencias, como aquí en este foro, es muy importante. Porque las víctimas necesitan contar su dolor, como terapia, y hacer historia sobre su dolor. Yo he escrito 10 libros sobre las víctimas del conflicto en Irlanda. Ahora bien, además de estos espacios para las víctimas, no hay que olvidar que es necesaria una reparación y una petición de perdón por parte de los victimarios. Sin ese perdón no puede haber reconciliación.

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